Más allá del elemento físico, habría que entender los Parques Científicos-Tecnológicos como espacios híbridos, de interacción, donde confluyen diversos actores de la ciencia, la tecnología y las empresas con el propósito de propiciar la transferencia de tecnologías y conocimientos y, con ello, el desarrollo económico y social de los territorios en los que se ubican.
No debe extrañar entonces que estas iniciativas sigan proliferando en el mundo, desde el conocido caso de Silicon Valley en California, EE. UU., hasta Shenzhen, la ciudad china que conquista al mundo con su tecnología.
En Cuba, desde 2019, el Consejo de Ministros aprobó el Decreto-Ley 363, habilitando así el marco legal para la creación y consolidación de los Parques Científicos-Tecnológicos en nuestro país, un proyecto ambicioso que busca resolver temas fundamentales de la política científica y de innovación en Cuba.
Tal y como explicó Rafael Luis Torralbas Ezpeleta, director del Parque Científico de La Habana, los Parques Científicos-Tecnológicos son por diseño y concepción ecosistemas de innovación, que a partir de proporcionar beneficios e incentivos, incuban proyectos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I), que luego devienen en nuevos productos o servicios o en nuevas empresas de base tecnológica.
«Bajo esta premisa, incrementan la riqueza de la comunidad, donde se asientan y proporcionan acceso al talento humano altamente especializado, proveniente de instituciones intensivas en conocimiento, con las que mantienen estrechas relaciones de colaboración».
Las dos iniciativas surgidas en Cuba hasta el momento –en La Habana y Matanzas–, son parques temáticos de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICS) y, por tanto, sus principales salidas van a impactar directamente en la informatización o, mejor todavía, en la transformación digital de nuestra sociedad, destacó.
En el caso particular del Parque Científico-Tecnológico de La Habana, que quedó constituido en enero de 2020, su directivo destacó que, actualmente, tienen una cartera de 56 oportunidades de proyectos identificados, de las cuales 38 corresponden al sector estatal, 12 con personas naturales y seis de exportación de servicios. Por otra parte, los proyectos en incubación suman 15, de los cuales ocho son de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), que es la institución donde se asienta el Parque, acotó.
Según Torralbas Ezpeleta, las líneas de trabajo más representadas son los vehículos no tripulados, la domótica, la automática, el comercio electrónico, las soluciones para la salud, la producción de alimentos, los sistemas de gestión y las plataformas de servicios de internet.
En función de estas prioridades, se han establecido varios contratos de incubación de proyectos con entidades extranjeras. Por ejemplo, uno de los primeros que firmó la Sociedad Mercantil gestora del Parque de La Habana, fue con la empresa alemana SMABIT GMBH, un convenio con el que –al decir del directivo–, «se pretende desarrollar una solución de hogar inteligente, que integre dispositivos comercializados por esta compañía en el mercado europeo».
Indicó que la primera etapa de esa solución ha concluido con resultados satisfactorios y, si bien está orientada al sector residencial, también puede impactar en el mercado empresarial, aunque todavía no ha iniciado la comercialización de estos equipos en el país.
Asimismo, dijo, estamos en conversaciones con SMABIT, con el interés de generar encadenamientos productivos hacia la economía nacional.
«De forma paralela, el Parque Científico-Tecnológico de La Habana está enfocado no solo en construir alianzas basadas en contratos comerciales, sino también en fomentar relaciones de mutuo beneficio con organizaciones de la sociedad civil, entidades del sector presupuestado y centros de investigación».
En este sentido, explicó, se han establecido varios convenios con organismos y entidades cubanas, siempre con el objetivo de aprovechar las potencialidades de cada una de las instituciones y su capital humano altamente especializado.
DESAFÍOS EN TIEMPOS DE PANDEMIA
El nacimiento del Parque Científico-Tecnológico de La Habana ha estado marcado por dos momentos complejos desde el punto de vista económico y social: el impacto de la pandemia de la COVID-19 y la implementación de la Tarea Ordenamiento, comentó Rafael Luis Torralbas Ezpeleta.
Si a ello sumas que el expresidente Donald Trump dejó un bloqueo económico, comercial y financiero, recrudecido a su máxima expresión, el panorama no es alentador, aludió.
Pese a ello, afirmó, podemos decir que en 2020 dejamos la Sociedad Mercantil gestora del Parque completamente operativa, con un pequeño pero profesional colectivo de directivos y trabajadores. «Asimismo, logramos diseñar e implementar todos los procedimientos de trabajo para la gestión de proyectos, los negocios, la economía, las finanzas, la remuneración de profesionales y la contratación».
Otro logro –expresó– ha sido la firma, a finales de 2020 y en lo que va de 2021, de nuestros primeros contratos de incubación de proyectos, lo cual ha permitido generar los primeros ingresos y pagar remuneraciones a profesionales. «A través de los 15 proyectos en incubación, hemos facturado más de 2,5 millones de pesos cubanos y tenemos nominalizados 297 profesionales, de los cuales 249 pertenecen a casas de altos estudios».
Por otra parte, indicó, la infraestructura básica y tecnológica en el edificio sede del Parque Científico-Tecnológico no ha avanzado al ritmo que quisiéramos, pero aspiramos a tener los tres primeros niveles listos al concluir agosto y el último nivel al cierre del año. «La situación epidemiológica no ha permitido que todos los proyectos se radiquen en sus espacios, pero puedo asegurar que el edificio estará listo para cuando las condiciones del país lo permitan».
Si te hablara de deudas, reflexionó, lo principal es comenzar a explotar los espacios físicos del Parque a plena capacidad y, sobre todo, que comience el curso escolar en la UCI, para insertar a los estudiantes en la vida y el trabajo de esta organización. «Crecer en nuevos clientes nacionales y extranjeros, lograr cada vez mayor visibilidad internacional y aportar al desarrollo del país, son nuestras metas para 2021. En resumen, ser más útiles».
Tomado de Granma
http://www.granma.cu/cuba/2021-06-30/incubar-mas-que-proyectos-soluciones-en-la-transformacion-digital-de-la-sociedad-video