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Sustancias que no agotan a la Oficina Técnica de Ozono

Adoptar nuevas alternativas e implementar acciones en el sector de la Refrigeración y Climatización que no afecten la capa de ozono, no contribuyan al calentamiento global y resulten más eficientes energéticamente, es una de las misiones de la OTOZ

En 1974, un artículo publicado en la revista Nature, de la autoría de los científicos Sherwood Rowland y Mario Molina, advertía por primera vez que los gases conocidos como clorofluorocarbonos (CFC) podían destruir las moléculas de ozono en la estratosfera al interactuar con ellas.
A partir de entonces comenzaría a centrarse la atención en los procesos químicos de la industria de la refrigeración y los aerosoles, principal emisor de estos gases.
Dadas las complicaciones que esto causaría a la vida de todos los seres del planeta se adoptó un plan mundial, pero sin mucho alcance. De continuar el deterioro de la capa de ozono aumentarían las radiaciones ultravioletas procedentes del Sol sobre la Tierra.
La preocupación creció en 1985, cuando científicos británicos comprobaron, en una de las bases de observación situadas en el Polo Sur, que los valores de ozono eran notablemente bajos con respecto a las cifras normales durante el invierno austral.
El hallazgo dio lugar al surgimiento del término “Agujero de Ozono” sobre la Antártida. Según los estudios, su aparición también resulta favorecida por condiciones meteorológicas locales muy específicas, capaces de conducir a la formación de las llamadas nubes estratosféricas polares, dentro de las cuales, y a través de diferentes reacciones químicas, aumenta la concentración de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO).
Ante la relevancia del tema se desarrolló el Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono (1985); luego la firma del Protocolo de Montreal (1987) en Canadá, para establecer el control y paulatina eliminación de la producción y el consumo de productos químicos industriales dañinos al medio ambiente.
Con el objetivo de crear compromiso y trabajar juntos a nivel global, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre de 1994 Día Mundial para la Preservación de la Capa de Ozono. Fecha en la que numerosos países realizan actividades para concienciar a los distintos sectores de la población sobre el tema.
Plan Nacional de Eliminación de los HCFC
Mediante la ratificación de los convenios internacionales existentes, desde 1992, Cuba mantiene su compromiso con la protección de la capa de ozono. Recientemente brindó su apoyo a la Enmienda de Kigali, que entró en vigor el 1 de enero de 2019, con el fin de eliminar gradualmente los hidrofluorocarbonos (HFC), potentes gases que calientan el clima.
Las bases institucionales y jurídicas para enfrentar la problemática, en la Mayor de las Antillas, nacieron el 16 de septiembre de 1995, al fundarse la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ), del Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía (CUBAENERGIA), entidad adscrita a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (AENTA) del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Adoptar nuevas alternativas e implementar acciones en el sector de la Refrigeración y Climatización (RAC) que no agoten la capa de ozono, no contribuyan al calentamiento global y resulten más eficientes energéticamente, es una de las misiones de la OTOZ, con el apoyo de los especialistas nacionales que atienden el Programa Nacional de Ozono.
El Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal ha apoyado con financiamiento a países en desarrollo con el objetivo de eliminar de manera gradual los hidroclorofluorocarbonos, cumpliendo su cronograma de eliminación de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO), previsto hasta el año 2030.
En esta contribución de eliminar las SAO se aprueba en Cuba el proyecto Plan Nacional de Eliminación de los HCFC en el sector de servicios, cuyo objetivo principal radica en eliminar el uso de las SAO R-22 y sus mezclas en el sector del servicio de Refrigeración y Climatización.
El gas Refrigerante R-22 es un tipo de HCFC dañino a la capa de ozono. Durante años el sustituto de este ha sido los HFC, que aunque no afectan la capa de ozono, son gases de alto potencial de calentamiento global, por tal motivo la necesidad de reducir estos últimos les da un vuelco a los sustitutos de los HCFC, actualmente utilizados.
Cuba libre de clorofluorocarbonos
A través de la ejecución del proyecto se cumple con la reducción del 35 por ciento establecido en el cronograma de eliminación de HCFC. Se han capacitado en las aulas de Buenas Prácticas más de 4 750 mecánicos del sector RAC en todos los niveles de la economía nacional, incluyendo los trabajadores de la forma no estatal.
Las regulaciones establecidas y el entrenamiento de más de 120 oficiales de aduana en frontera han permitido que, desde 2015, no entren al país equipos con R-22.
En la Mayor de las Antillas se ha logrado la eliminación completa de los clorofluorocarbonos en la refrigeración doméstica y comercial, lo cual convirtió al país en la primera nación en vías de desarrollo en lograr el loable propósito.
Igualmente, en la actualidad, los aerosoles industriales y farmacéuticos se fabrican libres de CFC, acción que demandó la reconversión con tecnología avanzada de las plantas encargadas de producirlos. Así, dichos gases fueron sustituidos por propelentes ecológicos no perjudiciales a la capa de ozono.
Hay que sumarle a esta labor la erradicación del bromuro de metilo como plaguicida en la fumigación de semilleros de tabaco, viveros de café, plantas ornamentales, flores y cultivos protegidos de tomate y pimiento, además de almacenes y silos.
Otro logro ha sido la eliminación del empleo del gas refrigerante 141-B en la fabricación de espumas rígidas de poliuretano, destinadas a la producción de paneles de aislamiento con fines diversos, lo cual condujera a la completa reconversión tecnológica de las cinco plantas encargadas de su elaboración.
La OTOZ, en colaboración con la Oficina Nacional de Estadística e Información, culminó el levantamiento nacional de equipos de climatización y refrigeración existentes, a fin de establecer la estrategia de eliminación total de los hidrofluorocarbonos.
Actualmente Cuba centra sus esfuerzos en la etapa 2020-2030 con un nuevo aporte de financiación del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal para concluir, en ese periodo, la eliminación de SAO.

Por el Departamento de Comunicación del Citma


Fuentes consultadas:
Información brindada por CUBAENERGÍA
http://www.granma.cu/ciencia/2020-09-18/como-cuba-sostiene-tambien-el-escudo-de-la-vida-18-09-2020-23-09-37

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