Tras el hallazgo de restos fósiles en la Sierra de Maragúan, próxima a esta ciudad, miembros de la Sociedad Espeleológica de Cuba investigan hoy la zona donde existiría una costa marina hace 50 millones de años.
La región, al noroeste de la capital de esta provincia, despertó el interés científico desde 1966, sin embargo, lluvias recientes hicieron que procedentes de las alturas de la montaña bajaran restos fósiles marinos, conchas bivalvas y caracoles del Eoceno, una de las más duraderas épocas del período terciario de la era Cenozoica.
En exclusiva con Prensa Latina, Eduardo Labrada, uno de los 17 investigadores protagonistas del Grupo de Estudios Geográficos, Espeleológicos y Medioambientales (GEGEM), insistió en la idea de “una posible playa a 143 metros sobre el nivel del mar y que formó parte de un sistema de islotes de un archipiélago en la actual estructura geológica conocida como Formación Maraguán”.
La era Cenozoica, espacio que abarcó entre 35 y 57 millones de años, de acuerdo a sus apuntes, “estuvo marcado en esta zona por un mar cálido y profundo que inundó parte de Centroamérica y el Caribe”.
El GEGEM tiene, además, colaboraciones con otras instituciones científicas y, a su vez, cuenta con el auspicio del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medioambiente que avalan diversos resultados.
“Campesinos de la antigua hacienda El Cafetal fueron los primeros en avistar los restos fósiles e iniciamos esta expedición desde inicios de año, y que abarcó la zona de la presa Amistad Cubano-Búlgara, una de las más grandes de Cuba, además la zona tiene cuevas muy peculiares donde encontramos también restos y, de inmediato, contactamos con colegas de la Sociedad Espeleológica de Cuba”.
Para el colectivo el hallazgo trae novedades importantes para conocer particularidades ancestrales y les permite datar la antigüedad de la zona, pues se calcula que estos fósiles que son del Eoceno ”y nuestros equipos nos permitieron medir su altura, además es muy llamativo debido a la cercanía con la mediterránea ciudad de Camagüey”, expresó Labrada.
Estudios arqueológicos, de acuerdo con el investigador, certifican también la presencia de tumbas en el área, señal de enterramientos en la época colonial española durante los siglos XVIII y XIX.
“Podemos decir que el espacio tiene un bosque secundario, pero la zona de la antigua playa es un charrascal, o sea, es otro tipo de terreno que podemos llamarlo esquelético, muy pobre y donde se da el guano, hay un cambio de vegetación donde puedes encontrar arena, caracoles y bivalvas”, sentenció el también periodista e investigador.
A la geografía se suma el trayecto de los ríos cercanos Saramaguacán, y El Guanabanito, “en cuya cuenca se encuentra hoy precisamente la presa Cubano-Búlgara, que debió haber sumergido parte del antiguo fondo marino”, manifestó Labrada.
En artículo publicado en el portal Adelante Digital, el espeleólogo apuntó, además, que “posible será hallar, por indicios que nos aporta la geografía, cuevas y terrazas marinas, así como ejemplares desconocidos de la flora y fauna de aquel mundo sumergido que formó a nuestra provincia cuando el ser humano no había aparecido en la Tierra”.
Esta región, alejada poco más de 540 kilómetros al este de La Habana, es la más extensa de Cuba, y cuenta en su geografía con un número considerable de áreas protegidas, donde destaca al norte el ecosistema Sabana-Camagüey, también conocido como Jardines del Rey.
Tomado de Radio Cadena Agramonte
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