Tras la reciente declaratoria de dos nuevas áreas protegidas (Lomas de La Canoa-Cueva La Chucha y Loma La Tasajera), la provincia de Sancti Spíritus cuenta con 16 de estos sitios diseminados en todos sus municipios, lo que constituye una fortaleza para la conservación de parajes con una riquísima biodiversidad.
En exclusiva a la ACN, Ernesto Pulido, jefe del Departamento de recursos naturales, ecosistemas priorizados y cambio climático en la delegación provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, subrayó que en este sistema están incluidos, por ejemplo, un parque nacional y una reserva ecológica, cuatro refugios de fauna, un paisaje natural protegido y tres reservas florísticas manejadas.
Refirió que entre estos lugares sobresale la Reserva de la Biosfera Buenavista, una extensa porción de espacios terrestres y marítimos reconocida también por sus significativos valores como Sitio Ramsar y que agrupa a varios municipios del centro-norte de Cuba, dentro de ellos a Yaguajay, localidad donde radican, a su vez, las dos nuevas áreas protegidas.
Al referirse a Loma La Tasajera, el especialista manifestó en declaraciones anteriores a la prensa que abarca 140 hectáreas y dentro de ella se localizan una veintena de cavernas, disímiles especies de murciélagos y una amplia gama de plantas vasculares; en tanto, en Lomas de La Canoa-Cueva La Chucha coexisten tres formaciones boscosas naturales.
Dijo que en la década de 1990, Sancti Spíritus comenzó un estudio conocido como análisis de vacío, el cual permitió determinar los valores del territorio, tanto desde el punto de vista de la flora y la fauna como desde los paisajes históricos-culturales, y a partir de ahí, empezaron a hacerse nuevas propuestas para la conservación de la biodiversidad.
Partiendo de esas indagaciones lograron incluir además un sitio tan peculiar como Manatí, extensa región del sur espirituano que registra una de las mayores presencias de aves acuáticas y que reviste gran importancia para la Isla, pese a la complejidad de su manejo, pues sus recursos de fauna han sido comparados con los de la Ciénaga de Zapata, en Matanzas.
Todos estos lugares –y otros que están igualmente identificados por la delegación- conformarían una estructura que en un futuro próximo permitirán una conservación amplia de la biodiversidad que atesora Sancti Spíritus, apuntó Pulido, y, una vez que tengan estatus, plan de manejo y administración, iniciar un proceso de desarrollo y explotación de sus potenciales ecoturísticos.
Para nadie es un secreto, aclaró, que la conservación requiere de grandes volúmenes de recursos en cualquier estado del mundo y hoy tenemos aquí la experiencia de Topes de Collantes, en Trinidad, o Lomas de Banao, en la capital espirituana, ambas con un programa de uso público muy consolidado y con un mínimo de impacto sobre sus tesoros paisajísticos.
Aunque mucho se ha avanzado con determinados grupos etarios, una de las principales deudas del sistema de áreas protegidas es el fomento de una mayor educación ambiental, asunto en el que, subrayó el especialista, lo primero es lograr que quienes viven en esos lugares se sientan orgullosos de hacerlo y conozcan al detalle sus valores.
Ahora, detalló, aparecen nuevos actores como la Empresa Agroforestal, con un gran patrimonio bajo su administración, y la Oficina del Conservador de la ciudad de Sancti Spíritus; mientras, acotó que Flora y Fauna se fortalece con el área de Manatí y Sierra de las Damas, espacio este último que abarca zonas de los municipios de Cabaiguán y Taguasco.
Pulido significó que la nueva estructura creada en la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente fortalece de manera integral el sistema de áreas protegidas y posibilita un mejor trabajo de los programas de vigilancia y protección y de educación ambiental, todo en función de mitigar el impacto de los incendios forestales y del cambio climático.
Tomado de ACN
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