Por el espacio interplanetario vaga una gran cantidad de partículas con un tamaño desde milésimas de milímetros hasta varios metros, que se denominan meteoroides. Si un meteoroide se acerca demasiado a la Tierra y entra en la atmósfera terrestre se evapora y se convierte en un meteoro, lo que es popularmente conocido como “estrella fugaz”, aunque obviamente los meteoros no son estrellas. Ellos dejan un haz de luz puntual o estelar, pero a veces alcanzan o superan el brillo del planeta Venus y presentan la apariencia de una bola de fuego o fireball. Un bólido es un tipo especial de bola de fuego extremadamente brillante, que explota a menudo con una fragmentación visible.
Si algún fragmento sobrevive y golpea el suelo, entonces hablamos de un meteorito. El exterior de un meteorito está cubierto normalmente por una fina capa negra o corteza de fusión. Esta costra se forma cuando la superficie fundida se vuelve sólida, dejando el interior intacto. Al contrario de lo que se pudiera pensar, los meteoritos no están calientes cuando caen; de hecho, se enfrían rápido después del aterrizaje porque todavía están fríos por dentro.
Tales fenómenos han sido documentados en Cuba al menos desde el siglo XIX, pues importantes naturalistas han dejado cuenta de antiguas caídas de meteoritos, bolas de fuegos, y lluvias de meteoros. Sin embargo, sino queda registrada ninguna evidencia visual es imposible evaluar en detalle esos eventos pasados.
Por suerte, en la actualidad contamos con la posibilidad de obtener material gráfico (fotos y videos) del paso de un bólido, los que en ocasiones se viralizan por las redes sociales. Siempre es importante compilar la mayor cantidad posible de reportes, pues si hay datos suficientes desde diferentes lugares, es posible estimar la trayectoria y el área más adecuada para localizar eventuales meteoritos que hayan podido caer en tierra.
Reportes y evidencias
En los cielos cubanos se han reportado avistamientos del cruce de brillantes bolas de fuego, pero este es un tópico poco estudiado. Por ejemplo, entre 2012 y 2019 se registran para Cuba varios informes en la base de datos en línea de eventos de fireballs de la American Meteor Society (número de evento 2206–2014, 414–2016, 1559–2016,5025–2018, 5233–2018, 5955- 2018) y muchos otros divisados a partir de 2017 por el satélite GLM para la detección de bólidos.
Sin embargo, no todo lo brillante que surca el cielo está relacionado con estos fenómenos. El 2 de septiembre de 2015, se reportó un haz luminosoen Alquízar y La Habana, queapareció en el cielo al amanecer con un rastro en zigzag. El fenómeno estuvo relacionado con un lanzamiento de cohete en la Florida y datos más recientes de avistamientos similares corroboranesta afirmación. Las luces observadas y los senderos en zigzag se produjeron a medida que los cohetes atravesaron la atmósfera. (Continúa)
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Tomado de Juventud Técnica