En los últimos tres años la deforestación de la Amazonía ha aumentado en un 56.6 por ciento, entre agosto de 2018 y julio de 2021, con la pérdida de vegetación autóctona de 32 740 kilómetro cuadrado (km²), según el Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonía (IPAM).
El estudio se basó en datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), vinculado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y demostró que hubo un considerable aumento del territorio afectado, ya que en el mismo período de 2015 la pérdida fue de 2018.20.911 km².
Según la investigación, la devastación comenzó a acelerarse en el segundo semestre de 2018 y, además, esta situación tuvo como referencia el discurso de campaña del presidente Jair Bolsonaro, a favor de la desarticulación de la fiscalización ambiental.
“A partir de ese momento (período electoral), los hechos políticos y legislativos dieron como resultado la fragilidad actual de las políticas e instituciones responsables de la agenda ambiental, de las acciones de mando y control, principalmente a nivel federal”, reconoció la pesquisa.
La indagatoria refirió que Bolsonaro inauguró una nueva dinámica de devastación, el debilitamiento de la fiscalización, la amnistía por delitos ambientales y medidas excluyentes en el Poder Legislativo.
En 2020 y 2021, con el 18 por ciento de deforestación en el bioma, el estado de Amazonas pasó al segundo lugar en el ranking con mayor deforestaron, detrás de Pará con 43 por ciento, que desde 2017 ocupa el primer lugar, y Mato Grosso con 16 por ciento.
Por otra parte, las tierras indígenas fueron las más afectadas, con un aumento del 153 por ciento de la deforestación en los últimos tres años, declarados por el IPAM.
El estudio también apunta algunos desafíos para como la reinstauración del Plan de Prevención y Control de la Deforestación de la Amazonía (Ppcdam, que redujo la deforestación en el bioma en un 83 por ciento entre 2004 y 2012, pero fue archivado por el mandatario Bolsonaro.
Un caso icónico: el bosque amazónico libera a la atmósfera una humedad equivalente a 20 000 millones de toneladas de agua, que no solo cae en la propia región, sino que viaja miles de kilómetros y aporta lluvia a amplias zonas de Sudamérica. Según expertos, va camino a convertirse en una sabana en las próximas décadas.
Foto: Reuters.
.Incendio en la Amazonia brasileña, al sur de Novo Progresso, estado de Pará, en agosto de 2020. Según datos de satélite, en septiembre de 2020 se registraron 28 892 incendios en el total de la Amazonia, que abarca nueve países. Foto: Getty
Se está destruyendo a diario el equivalente a más de 3 000 campos de fútbol de bosque amazónico desde que Bolsonaro llegase al poder, en enero del 2019. Foto: DW.
Tomado de TeleSur
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