Quizás no hemos pensado detenidamente en el privilegio de respirar por nosotros mismos. Aquellos que han experimentado su incapacidad para hacerlo “darían la vida” por inspirar y espirar sin importar cómo. De dicha urgencia desesperada surgieron máquinas que nos ayudan cuando no podemos
La anestesiología fue la principal rama de la medicina vinculada al desarrollo de los respiradores artificiales. Fue un colaborador del Departamento de anestesiología de la Universidad de Harvard, John Emerson, quien desarrolló en 1949 los primeros respiradores destinados a las salas de cuidados intensivos.
Estos modelos de respiradores eran peligrosos, pues una falla en su funcionamiento podría producir que se detuvieran, o en casos extremos que explotaran.
En la actualidad, los ventiladores son máquinas computarizadas controladas por microprocesadores, pero los pacientes también pueden ser ventilados con una simple máscara de válvula de bolsa manual. Estos equipos se utilizan principalmente en medicina de cuidados intensivos, atención domiciliaria y medicina de emergencia (como unidades independientes) y en anestesiología (como componente de una máquina de anestesia).
Debido al bloqueo norteamericano, Cuba se ha visto impedida de importar ventiladores, debido en gran medida a que la mayoría de los componentes se fabrican en los Estados Unidos. Fue así como la inventiva del Grupo de la Industria Electrónica, la Informática, la Automatización y las Comunicaciones de Cuba (Gelect), trajo a la luz un modelo de respirador artificial para suplir nuestras necesidades.
Tomado de Juventud Técnica
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