El incremento de capacidades humanas y materiales, como resultado del proyecto internacional Resiliencia Costera, posiciona en mejores condiciones a 15 municipios ubicados en la costa norte central de Cuba para el enfrentamiento a catástrofes.
Yohanis de la Torre Galiano, Máster en Ciencias y director técnico de ese programa global, explicó que fortalecen e integran la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático en los planes de desarrollo socioeconómico de sectores y gobiernos de territorios costeros vulnerables.
Precisó que para Resiliencia Costera se definieron, en Cuba, cuatro sitios de intervención: Punta Brava, Playa Victoria, Punta Alegre y Santa Rita, ubicados en el litoral norte de las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey, respectivamente.
Se logra un impacto directo en los municipios de Caibarién, Yaguajay, Chambas y Nuevitas, en tanto las acciones de réplica se extienden hasta otros 11 territorios, donde se reconoce la naturaleza transversal de los impactos del clima y su relación con la planificación del desarrollo socioeconómico, agregó.
Financiado por la Unión Europea con cuatro millones de euros, transferidos a través de la Alianza Global para el Cambio Climático plus (GCCA+), logra pertinencia en el progreso de esos asentamientos, entre los más afectados del país por el huracán Irma, en septiembre del año 2017, subrayó.
Estimó que más de 600 900 personas se beneficiarán con esa iniciativa, liderada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, a través de la Agencia de Medio Ambiente y su Grupo Nacional para la Evaluación de Riesgos, con el acompañamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Participan entidades del Sistema de Defensa Civil, el Ministerio de la Agricultura, y los institutos Nacional de Recursos Hidráulicos y de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, significó.
El proyecto ha facilitado equipamientos para el trabajo en condiciones extremas en los Centros de Gestión para la Reducción de Riesgos de Desastres (CGRRD) ubicados en las cuatro localidades donde interviene de manera directa, refirió.
Señaló que se trabaja en el mejoramiento de la infraestructura y tecnología de los sistemas de alerta temprana, tanto los hidrometeorológicos como los de ascenso del nivel medio del mar.
Concibe la instalación de estaciones hidrometeorológicas automáticas en lugares estratégicos como el Parque Nacional Caguanes, en el municipio espirituano de Yaguajay; y el Centro de Investigaciones Sitio Arqueológico Los Buchillones, emplazado en la localidad costera avileña de Punta Alegre.
Además, se incorporarán dos nuevas estaciones mareográficas en las proximidades de Playa Victoria, perteneciente al territorio yaguajayense; y en Cayo Coco, del archipiélago Jardines del Rey, al norte de Ciego de Ávila; en tanto, otras tres serán modernizadas para mejorar sus prestaciones.
Esto posibilitará el registro permanente de datos sobre el ascenso del nivel del mar, con transmisión en tiempo real y ampliación de la cobertura informativa en los territorios para caracterizar y pronosticar otros eventos y procesos de diversos orígenes (fenómenos meteorológicos extremos, oscilaciones de la marea astronómica y ocurrencia de tsunamis), argumentó.
En los cuatro municipios donde interviene de manera directa el proyecto quedaron constituidos los primeros CGRRD con visión integrada de esa actividad al enfrentamiento a la ACC, además de fundarse uno con carácter regional en Villa Clara.
Asimismo, fueron concebidos centros comunitarios de creación de capacidades y de gestión de conocimientos en el Parque Nacional Caguanes y el Centro de Investigaciones Sitio Arqueológico Los Buchillones.
La misión contempla el entrenamiento de directivos y trabajadores de sectores claves de la economía local, autoridades comunitarias y representantes de organizaciones políticas y de masas, señaló Ihosvany Martínez Tamayo, especialista principal del Área Arqueológica Los Buchillones.
Ariel Mayea Escobar, director del Instituto Preuniversitario Urbano Joaquín de Agüero y Agüero, en Punta Alegre, subrayó la relevancia de fortalecer, desde la infancia, las capacidades para la protección del medio ambiente, el enfrentamiento al cambio climático y la disminución de los impactos de catástrofes.
Yamilé Jiménez Peña, una de las coordinadoras de Resiliencia Costera en Ciego de Avila, resaltó que se transfieren conocimientos a diferentes actores de la economía para favorecer el adecuado manejo del litoral y lograr una visión integrada de la reducción de riesgos de desastres y la adaptación al cambio climático.
Esa iniciativa global contempla la rehabilitación de bosques en áreas de cuencas, reforestación de franjas hidrorreguladoras, el rescate de la apicultura tradicional, y el restablecimiento de los drenajes y escurrimientos naturales a los humedales, manifestó María del Carmen Olivera Isern, coordinadora del proyecto en esa provincia.
La restauración de los manglares permitirá crear una barrera natural de contención que disipará la energía marina ante eventos meteorológicos extremos, evitará la erosión costera, disminuirá la salinización de los suelos y asegurará la protección de numerosas especies de animales, expresó.
Infografía: Alexander Pérez
Tomado de Invasor
Valore este artículo
Click en las estrellas para votar
0 / 5. Conteo 0