«Cada semana nos llega una nueva historia de horror climático; las emisiones de gases de efecto invernadero están en niveles récords y siguen creciendo; el compromiso de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados está a punto de esfumarse. Sin más medidas, nos dirigimos a un aumento de 2,8 grados de la temperatura media de la Tierra. A menos que se tomen decisiones políticas duras para hacer frente a la crisis climática, muchos países estarán condenados a una sentencia de muerte».
Esas fueron palabras del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el último Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, en el que fustigó las mentiras de las grandes petroleras mundiales, que niegan el cambio climático, y llamó a los países industrializados para que «cumplan de una vez» su compromiso de entregar 100 000 millones de dólares de financiación climática de apoyo a los países en desarrollo.
«Algunos miembros de las grandes petroleras propagaron la gran mentira, pero sabemos que el hundimiento del ecosistema es un hecho frío, duro y científico», afirmó.
MENTIRAS MILLONARIAS Y VERDADES SIN FINANCIAMIENTO
Las revelaciones del Secretario General de la onu coinciden con un informe de la Red de Acción Climática contra la Desinformación, que reveló que el denominado «lobby fósil» (el de la industria del gas y el petróleo) dedicó cuatro millones de dólares a publicar mensajes engañosos en Facebook e Instagram durante la 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), efectuada en noviembre de 2022, en Egipto.
Se señala que la mayoría de los mensajes fueron impulsados por el grupo Energy Citizens, a favor de las transnacionales Shell, Chevron y ExxonMobil.
Esas alarmas son confirmadas por la Organización Meteorológica Mundial, la cual señala que la posibilidad de que el mundo rebase el umbral del calentamiento de 1,5 grados Celsius, 2,7 grados Fahrenheit, que se fijó en 2015, está aumentando cada año.
La agencia climática de Naciones Unidas sostiene que los últimos diez años han sido, en promedio, 1,14 grados Celsius (2,5 grados Fahrenheit) que antes de la era industrial, y estiman que en poco tiempo se pueden esperar años de más altas temperaturas, debido al cambio climático derivado de la combustión de carbón, petróleo y gas.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE. UU. calcula que la temperatura promedio global en 2022 fue de 14,76 grados centígrados, 58,55 Fahrenheit, que la convierten en la sexta más alta en la historia, según sus registros, que se remontan a 1880. Otras cuatro agencias o grupos de investigación en el mundo sostuvieron que el año pasado fue el quinto o sexto más caluroso.
Berkeley Earth, uno de esos grupos de científicos, informó que 28 países alcanzaron altas temperaturas récords, incluidos China, Gran Bretaña, España, Francia, Alemania y Nueva Zelanda.
La preocupación de los expertos radica en que, desde 2015, las temperaturas han rebasado las más altas registradas en el mundo.
MÁS INCENDIOS FORESTALES, HURACANES SIN PRECEDENTES Y SEQUÍAS EXTREMAS
Consultado por la agencia estadounidense Associated Press, Bill Nelson, administrador de la nasa, dijo que la temperatura global es muy alarmante; los incendios forestales se están intensificando; los huracanes son más fuertes; las sequías están causando estragos; los niveles del mar están subiendo, y los patrones de clima extremo amenazan el bienestar en todo el planeta. «Estamos viendo a nuestro clima calentándose, y nos lo está advirtiendo», declaró.
Mientras tanto, el Instituto de Diálogo Estratégico, con sede en Gran Bretaña, y que forma parte de una coalición de grupos ambientalistas, publicó a mediados de enero de 2023, los resultados de un estudio sobre la desinformación climática en los meses precedentes, durante y después de la cumbre climática de la Organización de Naciones Unidas, efectuada en noviembre pasado.
La investigación reveló que Meta, propietaria de Facebook e Instagram, permitió casi 4 000 anuncios en sus plataformas –la mayoría contratada por empresas de combustibles fósiles–, que restaban importancia al consenso científico sobre el cambio climático, y criticaban los esfuerzos de hacer algo al respecto, señala un reporte del diario estadounidense Los Ángeles Times, del 21 de enero.
Añade el estudio que, en algunos casos, los anuncios y publicaciones mencionaban la inflación y las preocupaciones económicas como motivos para oponerse a políticas climáticas, e ignoraban el costo de la inacción.
El Instituto británico también descubrió que una parte significativa de las cuentas que divulgaban afirmaciones falsas sobre el cambio climático compartían, además, desinformación sobre las elecciones estadounidenses, la COVID-19 y las vacunas.
Los Ángeles Times señala que pasa algo peor en la plataforma Twitter, en la que predominan las publicaciones que niegan la realidad del cambio climático y hacen afirmaciones engañosas sobre los esfuerzos para mitigarlo. «Al buscar la palabra clima en Twitter, la primera recomendación automática, en inglés, no es crisis climática, ni empleos climáticos, ni siquiera cambio climático, sino estafa climática».
Los tuits con términos como estafa y otras frases, asociados al negacionismo del cambio climático, crecieron en un 300 % en 2022, según un reporte reciente de la organización Advance Democracy, citada por el periódico norteamericano, que asocia la proliferación de las mentiras y la desinformación en Twitter a la compra de esa plataforma el año pasado por el magnate estadounidense Elon Musk.
SIEMBRA MASIVA DE IGNORANCIA
Los expertos alertan de las amenazas que representan tales tendencias en las redes sociales digitales para la respuesta concertada ante el fenómeno, pues «siembran semillas de dudas y hace que la gente piense que quizá no hay un consenso científico» sobre ese grave peligro para la humanidad.
La ONU ha insistido en que «hablar acerca del cambio climático significa formar y movilizar al público para que se tomen medidas contra la crisis del cambio climático. Todos podemos aportar algo si hacemos que se nos escuche, compartimos soluciones y defendemos el cambio, a partir de nuestras diferentes experiencias, contextos culturales y valores subyacentes».
Por el contrario, la retórica y la información errónea sobre el fenómeno y el deliberado menoscabo de la ciencia han contribuido a percepciones falsas del consenso científico, incertidumbres, a una urgencia y riesgo ignorados, y a la disensión, señalan las Naciones Unidas.
Consciente de que constituye uno de los desafíos globales más apremiantes del planeta, Cuba aboga por la necesidad de emprender acciones urgentes contra el cambio climático en materia de mitigación y adaptación, y que resulta imprescindible transformar los irracionales e insostenibles patrones de producción y consumo que nos afectan. En ese sentido, se ha pronunciado por un mayor esfuerzo mundial para reducir las emisiones de gases contaminantes.
El Gobierno cubano también ha exigido poner fin a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra países en desarrollo, que son incompatibles con el derecho internacional, como el genocida bloqueo económico, comercial y financiero de la Casa Blanca contra la Mayor de las Antillas, que cercenan sus esfuerzos para avanzar en la acción climática.
La Isla ha sostenido que los países desarrollados son los responsables del cambio climático, y deben asumir sus compromisos de aportar medios de implementación al mundo en desarrollo, incluyendo financiamientos, tecnologías y contribución a la creación de capacidades.
Demasiadas y muy peligrosas verdades amenazan a la Tierra por el cambio climático que han acelerado los más ricos y sufren con más rigor los vulnerables, pero los dueños imperiales del planeta lo tratan de minimizar con sus millonarias mentiras en sus instrumentos masivos de engañar.
Tomado de Granma