Ganar en sostenibilidad financiera para el desarrollo ambiental, a partir de la movilización de recursos con destino a la gestión sostenible de la biodiversidad, el cambio climático, el uso racional de los recursos naturales y la calidad ambiental, es el propósito con el que el Banco de Crédito y Comercio (Bandec) en Ciego de Ávila traza su hoja de ruta y desarrolla alianzas que allanen el camino para la Banca Verde en este territorio, modalidad que comenzó a abrirse camino con más fuerza en la banca cubana desde el pasado año.
Loida Hernández Alejo, subdirectora comercial de Bandec en la provincia, explicó que la Banca Verde apuesta por promover productos y servicios verdes, enfocados en la biodiversidad, desde la incorporación de la gestión de riesgos ambientales regidos por regulaciones para desarrollar las finanzas verdes y prácticas de ecoeficiencia bancaria, propiciando la movilización de recursos para tales fines, y reducir así las barreras y brechas existentes en los mercados para el financiamiento de inversiones con impacto ambiental.
Aunque la protección medioambiental ya estaba concebida entre los aspectos a considerar por Bandec para la aprobación de determinado financiamiento, precisa Hernández Alejo que, en este caso, el proceso será mucho más riguroso.
Tiene que serlo pues los riesgos, tanto medioambientales como sociales, no solo serán identificados, sino que los proyectos deberán contemplar, también, la respuesta a estos, desde indicadores que puedan ser medidos e informados con claridad y confiabilidad a los inversores.
En la consecución de ese objetivo será crucial el trabajo conjunto con instituciones como la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez.
La implementación gradual de la Banca Verde en todas las instituciones financieras del país comprende acciones hasta 2025, como parte de las cuales Bandec en Ciego de Ávila trabaja en el diagnóstico de sus capacidades, el diseño de la hoja de ruta y la capacitación del personal bancario y actores económicos vinculados a la Banca Verde.
A lo que se sumará, en el transcurso del año en curso, la confección de la guía metodológica para la ecoeficiencia en los bancos (enfocada en la gestión ambiental a lo interno de las entidades bancarias) y la metodología para la administración de riesgos ambientales y sociales, el diseño de productos y servicios financieros para proyectos verdes y la identificación y gestión de fuentes de financiamiento.
Según la subdirectora comercial, desde que Cuba comenzara a apostar por este enfoque como solución financiera para el desarrollo sostenible con el apoyo del CITMA, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y BIOFIN —alianza colaborativa de alcance mundial de la que Cuba es miembro desde 2016—, 15 proyectos de todo el país han optado por este tipo de financiamiento.
Como plantea el artículo 75 de la Constitución de la República, “todas las personas tienen derecho a disfrutar de un medio ambiente sano y equilibrado. El Estado protege el medio ambiente y los recursos naturales del país. Reconoce su estrecha vinculación con el desarrollo sostenible de la economía y la sociedad (…)”, objetivo hacia el que se encamina esta iniciativa, cuyo futuro crecimiento contribuirá a seguir avanzando en la implementación del Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático Tarea Vida y del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, el cual tiene entre uno de sus ejes estratégicos el de Recursos Naturales y Medio Ambiente.
Tomado de Invasor