Recientemente, el Foro de Perspectivas Climáticas del Caribe (Caricof) anunció la posible ocurrencia en Cuba de olas de calor a partir de este mes de abril, un fenómeno desconocido hasta ahora en la isla y que ha preocupado a muchos cubanos por sus posibles consecuencias para la salud, el bienestar e incluso la vida de las personas en sus manifestaciones más intensas.
Escambray consultó al respecto al prestigioso meteorólogo Freddy Ruiz, quien aseguró categórico: “El tiempo y el clima se están comportando de forma bien compleja, incluso en primavera pudiera establecerse otra sequía; calor extremo tenemos y tendremos, pero olas de calor, no”.
Y argumentó que estas ocurren en Europa y otros países latinoamericanos de grandes extensiones continentales como Argentina, cuando una masa de aire cálida procedente del mar entra a la tierra y se estaciona por 72 horas o más.
“En esa área se crea un permanente calentamiento, entonces los que están dentro de esa masa de aire cálida sufren sus consecuencias, incluso puede llegar a ocasionar la muerte de algunas personas”, aseguró el experto.
Sin embargo, agregó, en Cuba no sucede esto, porque todos los días la masa de aire se calienta en la tarde por las altas temperaturas —incluso en los días transcurridos de abril, que aún no es verano, las temperaturas han estado en la provincia por encima de los 34 grados—, pero en la noche se invierte el régimen de vientos y se produce el terral, que es cuando el viento sopla de la tierra hacia el mar y se lleva esa masa de aire caliente hacia el mar.
“Por eso —comentó—, por las noches refresca, aunque haya mucho calor siempre refresca más en las noches que en el horario diurno y, aunque al otro día vuelva otro ciclo de calentamiento, no se mantiene la masa de aire caliente estable, que es la que provoca la ola de calor”.
Y sobre el tema concluyó: “Entonces no puede hablarse de ola de calor en Cuba en las condiciones actuales, porque tenemos que tener en cuenta el entorno del cambio climático en que nos encontramos. Quizás esto puede variar con los años, pero no sería ni mañana, ni pasado mañana”.
Con anterioridad, expertos del Centro del Clima del Instituto de Meteorología han argumentado también que la condición insular de Cuba hace sumamente improbable la ocurrencia de una ola de calor, debido al efecto refrescante de las brisas marinas y las lluvias veraniegas.
Otro fenómeno que también anunció el Caricof para los países del Caribe fueron las inundaciones y al respecto el especialista del Centro Meteorológico Provincial aseguró: “No tenemos aún un pronóstico, pero sí podrían ocurrir inundaciones, porque después de una sequía tan intensa y un calentamiento tan fuerte puede suceder un evento de lluvias intensas. Esa es la forma en que el cambio climático está estableciendo el comportamiento de las condiciones atmosféricas en gran parte del planeta”.
Y, a seguidas, reflexionó sobre el hecho de que los espirituanos no comprenden aún la influencia aquí del cambio climático: “Hablamos de eso en la televisión, ven derretirse los casquetes polares, subir el nivel del agua y creen que estamos ajenos a eso, pero no es así, porque este fenómeno también influye aquí”.
En Cuba, dijo, se ha hecho más evidente en las temperaturas mínimas —ya más altas de lo que históricamente fueron antes de los años 70—, con madrugadas menos frescas que las de décadas atrás.
“El cambio climático es esto: mucha sequía ahora, luego mucha lluvia, después otra sequía; o sea, que no hay un comportamiento uniforme ni estable, sino situaciones extremas. Tenemos que ir olvidando aquellas primaveras hermosas con el arcoíris y todo el mundo esperando la lluvia. Tenemos que estar preparados más para que no haya agua porque, aunque llueva mucho unos días, después puede comenzar otra sequía y hay que ahorrar ese recurso vital”, reflexionó.
Por último, Fredy Ruiz comentó: “Estamos esperando un período de lluvias intensas, pero después podría establecerse otra sequía extrema, aún en temporada de primavera. Además, se pronostica una temporada ciclónica poco activa. Todo esto debido a la influencia del fenómeno de El Niño, que se establecería de agosto en adelante. Pero todo esto aún son términos probabilísticos”.
Tomado de Escambray