El Centro de Estudios Comunitarios (CEC) de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV) surgió por resolución del Ministerio de Educación Superior, el siete de julio de 2003, sin embargo, su génesis se ubica en 1993 con la fundación del Grupo de Estudios Comunitarios (GEDCOM). Luego de 20 años de minuciosa labor investigativa, enfocada en potenciar el autodesarrollo de las comunidades para obtener niveles superiores de autonomía humana y ennoblecimiento personal, da «continuidad a lo que le antecede» y constituye una de las principales fortalezas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCLV.
Con un equipo multidisciplinario de excelencia, distinguido por la experticia, al estar conformado por ocho doctores, dos másteres e igual cifra de recién graduados en adiestramiento, el CEC goza de una gama generacional que vuelca el trabajo y la investigación a diferentes comunidades de la provincia y el país. Disímiles premios y reconocimientos avalan el prestigio y los resultados científicos del centro, acumulados en dos décadas de existencia, entre los cuales sobresale el premio Academia de Ciencias de Cuba en el 2021.
El CEC mantiene y profundiza las relaciones interinstitucionales con varias universidades del país, el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas de La Habana, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, los Centros de Estudios Demográfico y de Desarrollo Local. De igual forma, fortalece el trabajo con las facultades de la UCLV, empresas, instituciones y direcciones territoriales. Además, estimula la asesoría y acompañamiento al Gobierno provincial de Villa Clara y a las 13 asambleas municipales de la provincia.
Durante 20 años el Centro de Estudios Comunitarios ha brindado una mirada integral y holística de diferentes problemáticas sociales a partir de la articulación de especialidades como la Geografía, Sociología, Psicología, Historia, Filosofía, Economía y Comunicación Social. A propósito de la celebración del aniversario de creación, Vanguardia dialogó con su máxima autoridad, la Dr. C. Yamila Roque Doval, quien desde enero de 2018 asumió el desafío de mantener y elevar un excelente trabajo investigativo, consolidado en más de 14 años de existencia por los doctores en ciencia Ramón Rivero Pino y Anabel Díaz Hurtado, anteriores timoneles del centro.
—¿Qué circunstancias motivan la creación de líneas de investigación propias y en qué consisten estas?
—El Centro se ha involucrado con temáticas que conformaron líneas específicas de investigación, las cuales aglutinan proyectos nacionales, ramales o sectoriales que trascienden en la producción de alimentos, el Ministerio de Educación Superior, las asambleas municipales, la cultura, organizaciones y en el ámbito empresarial. La formación de profesionales la articulamos con líneas de investigación coordinadas a través de los doctores en ciencia Manuel Martínez Casanova y Joaquín Alonso Freyre, mientras la línea especial que trata cuestiones de género y feminismo la maneja la Dr. C Mely González Aróstegui.
«Todo lo relacionado con estudios ambientales lo lleva la Dr. C. Georgina Castro Acevedo. La importante experiencia de asesorar al gobierno y asambleas municipales es responsabilidad de Alonso Freyre, mientras también regulamos desde el Centro los procesos organizacionales, socioeconómicos y demográficos para el desarrollo sostenible. Tenemos otras líneas que implican estudios de familia, trabajo, empresas e instituciones; la conformación de nuestra identidad cultural; la comunicación de medios, institucional y social; las políticas públicas y sociales, y la innovación para el desarrollo tecnológico y social. Con estas líneas investigativas se implican los doctores Idalsis Fabré Machado, Ginley Durán Castellón, Liena María Nieves Portal, Lucrines Azcuy Aguilera y Yaneisy Serrano Lorenzo».
—¿Cuál es la labor del centro en el contexto actual?
—El centro no es ajeno a las contradicciones sociales, de hecho, mueve en su núcleo el manejo de las contradicciones. Desde el marxismo somos una entidad de ciencias sociales que tiene una responsabilidad y un compromiso con la justicia, la igualdad y equidad social y, por consiguiente, contribuimos en momentos de crisis.
«Las crisis las concebimos como fuentes de desarrollo y nuestro espacio funciona como mediador y productor de conocimientos científicos que permiten manejar esa situación y convertirla en una posible fuente de desarrollo. Trabajamos desde la posibilidad para potenciar el vínculo relacional que favorece la cooperación y la participación social en todos los niveles.
«Articulamos y desarrollamos la conciencia crítica de todos los actores sociales, sobre todo, la conversión en sujetos que pueden estar moviéndose en un complejo entramado social, común en la Cuba de hoy. La conformación de proyectos colectivos que respondan a necesidades reales, negociadas por los diferentes actores y su participación en la solución y construcción de políticas, servicios y programas podrán llevar a nuestra sociedad a futuros escalones de desarrollo».
—Veinte años de investigación parecen no ser suficientes. ¿Retos y desafíos para el Centro de Estudios Comunitarios de la UCLV?
—Todas las dificultades imponen un reto a los investigadores y a los que escribimos e investigamos nuestra realidad. Un reto importante es revelar esas contradicciones, desmitificar nuestra sociedad, posicionar aquellos actores que juegan un papel transcendental en los procesos de transformación social, ofrecer protagonismo a los diferentes actores en cualquier nivel y favorecer las relaciones en un complejo escenario internacional y nacional.
«Con 20 años más, tendremos más retos y oportunidades. No podemos olvidar las múltiples amenazas para el desarrollo individual, institucional y social, pero contamos con investigadores comprometidos y jóvenes que constituyen el futuro. Más allá de las especialidades, somos un centro que tiene las puertas abiertas a todas las provincias e investigadores del país, y potenciamos permanentemente el trabajo con todos los ambientes y actores que participan en los procesos de desarrollo».
Tomado de Vanguardia