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Bancarización, más fácil y práctica de como la pintan

El proceso avanza, pero demanda de conocimientos y tecnología.

El filósofo romano Séneca afirmaba en una de sus célebres frases que “No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”.

Tal parece que así les ocurre por estos días a muchas personas con el proceso de bancarización, encaminado a incrementar el empleo de canales electrónicos de pago y a reducir gradualmente el uso de efectivo en las transacciones financieras, tanto para personas naturales como jurídicas.

Sin embargo, Eyne Michel Mirón Felipe, jefe de departamento de Banca Electrónica en la Dirección Provincial del Banco Popular de Ahorro (BPA), en Ciego de Ávila, explica a Invasor, que la bancarización no es un término nuevo, ha estado vigente desde la fundación de los bancos, pues no es más que el uso de los productos y servicios financieros, con mediación o no de efectivo y puede ser por el empleo de tarjeta magnética, cuenta de ahorro, etc.

No obstante, aseguró, recientemente se ha añadido un término superior, que se refiere a la bancarización de las transacciones, o lo que es lo mismo, el uso de los canales de pago sin acudir al banco, ya sea mediante Transfermóvil o EnZona, encaminado a facilitar la vida y mejorar la calidad del servicio.

Pero es aquí donde cobra vigencia el postulado filosófico, pues para que los clientes se sientan bien acogidos y puedan realizar adecuadamente las transacciones, se requiere del conocimiento de los productos que están asociados a los canales de pago.

“Es por eso que hoy se incentiva la educación financiera para que la población conozca los servicios que ofrece el banco y como acceder a ellos”, explica Mirón Felipe.

Todas las acciones instructivas que se realizan pretenden llegar a todos los clientes, tanto los trabajadores bancarios como las personas naturales y jurídicas, con prioridad para los jubilados, un sector vulnerable, que antes cobraba por nomina electrónica y ahora deben hacerlo por tarjeta magnética.

Ante la incertidumbre de los adultos mayores, fundamentalmente, el directivo subraya que es posible disfrutar de los beneficios de estas prerrogativas, aunque no dominen la tecnología o no posean celular, ya que existen otras opciones para acceder a la chequera,  entre las que están el cobro por la caja, dentro de la sucursal bancaria, o asociarse a un gestor cobrador-pagador para que le lleven el dinero hasta la casa.

También es novedoso el servicio de la banca telefónica, que permite llamar desde un teléfono fijo al número 80200272, con un costo de solo 15 centavos, y, mediante los operadores que responden, hacer pagos de facturas de electricidad, teléfono, en la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), entre otras.

Hasta el cierre de agosto, el BPA en el territorio avileño ha emitido más de 400 000 tarjetas magnéticas y es válido aclarar que a toda persona que la solicite se le facilita la matriz criptográfica —una tarjeta plástica que contiene un grupo de valores generados aleatoriamente para obtener las coordenadas a usar como número de identificación personal (PIN)—, con la que se puede acceder a los canales de pago.

Para el sector estatal están disponibles otras variantes, añade Eyne Michel Mirón Felipe, como la nómina domiciliada, que es el pago a los trabajadores mediante tarjeta magnética.

Ante las limitaciones que puede representar este método para los que viven en zonas alejadas donde no haya cajeros o existan malas conexiones, la entidad puede acercarse al banco y solicitar la nómina domiciliada parcial para el empleado, en la que se le sitúa una parte del salario, con la que pueda hacer pagos de productos o facturas.

Los actores económicos tienen a su alcance, además, el empleo de la banca remota, un canal de pago mediante Transfermóvil, para operar sus cuentas corrientes y realizar cualquier operación a distancia, sin acudir a la sucursal bancaria.

Según el especialista en Banca Electrónica del BPA, otra de las acciones instauradas como parte de la bancarización es el código QR, (sustituto por evolución de los tradicionales códigos de barras), el cual debe ser solicitado a ETECSA o a la Empresa de Tecnologías de la Información para la Defensa (Xetid), en dependencia de qué canales de pago se vayan a usar, Transfermóvil o EnZona, respectivamente.

Una vez obtenido el código, el solicitante —ya sean negocios y comercios estatales o privados— debe acercarse al banco para que le habiliten la caja extra, a través de la cual ingresará directamente a sus cuentas corrientes los pagos que reciba mediante los canales electrónicos.

También asociado al código QR, subrayó Mirón Felipe, funciona el mecanismo de Caja Extra, que permite a cualquier persona extraer efectivo por valor de hasta 5000.00 pesos en los establecimientos que lo tengan habilitado, ya sea comercios, correos, farmacias, etc. Aunque las estadísticas relacionadas con la bancarización se actualizan continuamente, poder hablar de que, de un total de 197 actores económicos vinculados al BPA, 103 de ellos ya cuentan con la banca remota y 69 con la nómina domiciliada, hasta el cierre de agosto, es entender las ventajas de un proceso gradual, pero irreversible en el camino de la informatización de la sociedad cubana.

Tomado de Invasor

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