Por paradójico que resulte hablar de “humanizar” las tecnologías, creadas obviamente por el Homo sapiens, cobra fuerza este reclamo entre quienes son conscientes de que no todas las personas se encuentran en igualdad de condiciones a la hora de usar dispositivos inteligentes.
El llamado a la inclusión digital de cualquier ser humano, sin distinción de edad, género o capacidad, devino constante durante el Evento Regional América Accesible 2023, que sesionó en Varadero, en noviembre, con más de 150 delegados de una decena de países.
La diferencia entre ser protagonista o un mero espectador pasivo del vertiginoso desarrollo tecnológico de este tiempo radica, con frecuencia, en la habilidad para hacer uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), cada vez más presentes en la vida cotidiana.
Bien empleadas, las TIC pueden empoderar a personas con discapacidad física o intelectual, mujeres, pueblos originarios, y otros grupos tradicionalmente marginados, pero para lograrlo se necesitan compromiso y colaboración de gobiernos, instituciones e individuos a nivel global.
En su intervención durante la clausura de América Accesible 2023, Miguel Alcaine, representante de la Oficina de Área de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para Centroamérica, llamó a colaborar para lograr el cierre de la brecha digital y mayor autonomía tecnológica.
Muchas voces se alzaron en el foro para defender la inclusión digital en el continente, y se compartieron experiencias como la de Cuba, donde la gestión del gobierno tiene a la ciencia y la innovación entre sus pilares para la transformación socioeconómica.
El diseño universal de las TIC pensadas para todo tipo de usuarios, la capacitación, la formación de profesionales en accesibilidad, el acercamiento a recursos globales, la personalización del aprendizaje y el estímulo de la creatividad son algunas de las claves del éxito.
Aunque es largo el camino por andar, en la Antilla Mayor se dan pasos, como demuestra el reconocimiento legal de los derechos de todas las personas en la Constitución de la República y el Código de Las Familias.
Pese a las limitaciones asociadas al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos se multiplican iniciativas como la de los Joven Club de Computación y Electrónica para educar a usuarios con discapacidad.
La creación este año de la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Intelectual, con más de 150 mil miembros, es otro punto a favor de promover la inclusión en todas las áreas, también en la comunicación y las tecnologías.
Igualmente en el país caribeño cobra fuerza la celebración anual del Día Internacional de las Niñas en las TIC, y otras acciones para despertar su interés en las carreras de ciencia y tecnología, elección que puede romper estereotipos y ganar terreno en la lucha contra la violencia doméstica.
El primer paso para lograr la inclusión digital es generar empatía hacia el otro diferente, reconocer sus capacidades y necesidades, ponerlo en igualdad de condiciones para aprovechar el potencial enorme que las tecnologías ofrecen.
Tomado de Girón
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