Los resultados del estudio clínico del empleo del KestoMix, prebiótico único en el mundo por su composición, concebido por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), de Sancti Spíritus, fueron destacados durante las sesiones del Segundo Taller territorial sobre el empleo de este suplemento en pacientes con hígado graso asociado a disfunción metabólica.
De acuerdo con la especialista de segundo grado en Gastroenterología, Miriam Belkis Nápoles Valdés, al frente de la investigación, a dos años de administrárseles el FOS a los 23 pacientes insertados en el estudio, la evolución es visible e indica una mejora de los parámetros clínicos y antropométricos.
El índice de masa corporal —aclaró la especialista—, que se comportaba por encima de 25, descendió a 16, para un 69, 6 por ciento, y en las medidas antropométricas, dígase índice de cintura-cadera, los cambios son favorables, con una pérdida de peso paulatina tal y como debe suceder en los pacientes estudiados.
Con respecto a los exámenes complementarios —agregó—, en la glándula hepática, la ecogenicidad fue cambiando: 10 enfermos evolucionaron de severa a conservada, seis a leve y en solo uno persistió.
Dentro de los parámetros de la química sanguínea se constataron modificaciones, evidentes en la aminotransferasas y en los triaciglicéridos; indicadores reveladores de la disminución o no del desajuste metabólico inicial del paciente.
El KestoMix, prebiótico obtenido de la caña de azúcar, pudiera convertirse en una de las pautas en el tratamiento no farmacológico para los enfermos con hígado graso asociado a la disfunción metabólica, afección considerada la pandemia silente del siglo XXI y subvalorada por la población.
Con este suplemento —destacó la especialista—, se pretende mejorar la microbiota intestinal y promover un cambio desde dentro del organismo hacia afuera.
El KestoMix al 55 por ciento se administra a razón de 15 mililitros diarios, y la persona tiene la libertad de fraccionarlo tres veces al día o emplear en alimentos como el café, el yogur o los jugos naturales.
A pesar de ser dulce, dicho producto, no altera los valores glucémicos, hecho importante pues no provoca daños a los pacientes diabéticos, precisó.
En una segunda etapa, los pacientes que dejen de consumir el producto llevarán un seguimiento y análisis en los paramétricos clínicos y antropométricos y se definirá si deberán tomar este prebiótico de forma permanente, concluyó Nápoles Valdés.
Un equipo multidisciplinario, integrado por seis investigadores de diferentes unidades asistenciales y el CIGB espirituano, asume el estudio, entre ellos el doctor Miguel Amaró, especialista de segundo grado en Imagenología, encargado de realizar los ecosonogramas en el Policlínico Centro de la capital provincial; la Gastroenteróloga Kendra Carrazana Román; la endocrinóloga Yarelys Pérez Francisco, el doctor en Ciencias Duniesky Martínez García, y el Licenciado en Enfermería, Rolando Cañizares Marín.
De acuerdo con la literatura médica, la enfermedad del hígado graso asociada a la disfunción metabólica (MAFLD), anteriormente denominada enfermedad del hígado graso no alcohólico, ocupa un espectro de afecciones hepáticas, cuyo denominador común es un cúmulo de grasa dentro del hepatocito, provocado por la resistencia a la insulina.
Los pacientes con MAFLD tienen una mortalidad mayor a largo plazo que la población general, y su principal causa de muerte es la enfermedad cardiovascular, seguida de diferentes tipos de cánceres y la propia evolución de la enfermedad.
Tomado de Escambray
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