Cuba celebró el Día Nacional de las Áreas Protegidas, destacando la importancia de preservar los tesoros naturales y la riqueza biológica que nos rodea y en el contexto del aniversario 30 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el próximo 21 de abril.
Con sede en el Paisaje Natural Protegido Rincón de Guanabo, en La Habana del Este, municipio de la capital cubana, contó con la participación de la viceministra del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Adianez Taboada; la directora general de Medio Ambiente Odalys Goicochea; la delegada del Citma en La Habana Adela Haber, y Lidia Batista Caballero, directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de La Habana.
Al intervenir en el encuentro, la viceministra del Citma recordó que en esta fecha dio origen al Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Cuba (SNAP), con el establecimiento en 1930 de un Parque Nacional en la finca del estado nombrada “El Cristal o Sierra del Cristal”.
“Hoy 12 de abril nos reunimos para conmemorar el Día de las Áreas Protegidas en Cuba. Este día nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestros tesoros naturales y la riqueza biológica”, destacó y reconoció el empeño y la perseverancia del equipo del área y del municipio por revertir la situación existente antes de que la administración fuera transferida al Centro Provincial de Patrimonio de La Habana.
Estas 144 áreas protegidas declaradas, dijo, cubren un 18.54 por ciento de la superficie total del país, lo que se corresponde con 15.94 por ciento de la superficie terrestre y 22.76 por ciento de la superficie de la plataforma cubana. Además, representan el 87 por ciento de la superficie total a proteger identificada por el Sistema Nacional.
Existe otro grupo de áreas protegidas, aún a nivel de identificación, que hasta el 2030 se encontrarán en
procesos de aprobación y declaración, de manera de incrementar la cobertura de protección al potencial
identificado de 22. 30 por ciento.
“En el contexto mundial de la conservación de las áreas protegidas enfrentamos desafíos significativos que requieren nuestra atención y acción. Indudablemente se requiere fortalecer la resiliencia de las áreas protegidas y sus comunidades locales ante los impactos del cambio climático; fortalecer, además, la conectividad a través de otras estrategias de conservación; maximizar los resultados mediante la colaboración entre los diferentes actores; aplicar principios de economía circular en la gestión de recursos naturales e involucrar a las comunidades locales en la toma de decisiones”, enfatizó.
Taboada se refirió a logros y desafíos en esta tarea, entre ellos, el fortalecimiento del sistema a partir de los estudios sobre los valores de la biodiversidad en el país, la actualización del marco legal nacional para la conservación in situ de la diversidad biológica, así como la adopción, en 2023, de la principal herramienta técnico organizativa que garantiza las proyecciones en esta material, el Plan del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) del 2023 al 2030.
La viceministra senaló: “la hoja de ruta está tratada, debemos aunar esfuerzos para su efectiva ejecución. En un escenario socioeconómico complejo sigue siendo vulnerable la protección y vigilancia en el SNAP. La falta de tecnología efectiva, las problemáticas del personal encargado de la actividad, junto con el deterioro de las condiciones socioeconómicas en las comunidades siguen siendo las principales causas”.
La directora general de Medio Ambiente del Citma, Odalys Goicochea, agradeció las transformaciones logradas y consideró que en el Rincón de Guanabo se ha demostrado la máxima que dice que haciendo las cosas diferentes se pueden lograr cosas diferentes, lo que decidió la selección del lugar para el acto.
Goicochea destacó la importancia del proyecto de la thalasia-Thalassia testudinum, conocida comúnmente como hierba de tortuga, con importantes propiedades en beneficio de la salud-, y de cómo realmente hacemos valer que los bienes y los servicios que nos brindan nuestros ecosistemas y que estos valores que tiene la diversidad biológica cubana puedan estar en función de mejorar la calidad de vida de nuestra población y el bienestar de nuestra gente, así como contribuir al desarrollo de nuestro país.
Amarilis Martínez Pérez, directora del Paisaje Natural Protegido Rincón de Guanabo, explicó que esa área cuenta con 584 hectáreas, de ellas, 509 marinas y 75 terrestres, donde convergen los ecosistemas de mangle, arrecife de coral, laguna de agua salobre, manigua costera y la playa arenosa.
Prioridades por el medio ambiente
Entre las principales proyecciones de trabajo en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) se encuentran proponer mecanismos para agilizar el acceso a tecnologias que incrementen la efectividad de las acciones de vigilancia y protección, avanzar en la sostenibilidad financiera, incorporar instrumentos y mecanismos financieros de forma gradual, priorizar la ejecución de nuevos proyectos e introducir aceleradamente los resultados en el sistema nacional.
Otras son, avanzar en el proceso de aprobación y declaración de nuevas áreas, capacitar a todo el personal del SNAP en los nuevos instrumentos legislativos aprobados e impulsar la ejecución de acciones como contribución nacional a metas mundiales de biodiversidad.