Justo unas horas después del Día de las Madres nació un nuevo Rey León en el Parque Zoológico de la ciudad de Sancti Spíritus: el pequeño Jorgito, que llegó al mundo junto a otro ejemplar como consecuencia de un parto múltiple, aunque solo él logró sobrevivir.
El suceso, que pocas veces ocurre en condiciones de cautiverio, involucra a la leona Mily, quien fue noticia en el 2019, cuando debió ser operada para extraerle una bala de un arma calibre 45 que tenía alojada en el maxilar derecho, impacto que recibió para salvar de sus garras al joven Yoansy Espino, quien fuera trabajador de la cafetería El Bosque y acostumbraba a jugar con ella.
Ahora Mily, la madre de Jorgito, amamanta con celos a su bebé y ambos gozan de perfecta salud, según declaró Taimí Mencía Venegas,doctora en Medicina Veterinaria y directora de la Unidad Empresarial de Base Parque Zoológico de Sancti Spíritus.
Desde el 2016 no ocurría en este recinto expositivo de animales un nacimiento de leones, el anterior fue el de Raly, el hijo de la leona Bertha con Leoncio, un viejo semental, a quien meses antes del alumbramiento hubo que sacrificarlo debido a una enfermedad incurable, sin que nadie supiera que había dejado embarazada a la leona.
Según estudios, el período de gestación en las leonas puede durar entre 110 y 120 días, este último cuando los partos son múltiples y se cargan de más de un semental, que no fue el caso de Mily, que comparte aposento con un solo semental.
Para Miguel Concepción Echemendía, el joven técnico en Medicina Veterinaria que se desempeña como cuidador de los animales carnívoros del Zoológico espirituano y está directamente ligado a los leones, la llegada al mundo de Jorgito, a quien tuvo el privilegio de ponerle nombre, significa mucho para él, debido a su gran afinidad con estas fieras.
“No tengo palabras para describir lo que sentí cuando vi al pequeño león —comenta Miguel—, fue como si me naciera un hijo, llevábamos días en espera y sucedió durante la noche, pero aquí está saludable y juguetón. Todos los días lo revisamos, le tenemos un seguimiento constante, y así será durante ocho semanas en que la madre debe amamantarlo y, cuando comience a comer por sí solo, se pasa a una jaula independiente para que el macho grande no le tire.
“Aquí llevo algo más de dos años, antes trabajaba en una granja avícola, pero lo más lindo que me ha pasado es poder atender a estas fieras, que forman parte del reino animal y precisan de atenciones especiales cuando están en cautiverio. Yo descanso solo un día a la semana y cuando llego los reviso a todos, que son más de 20 en esta área, desde los leones y el jaguar, hasta el leopardo, las hienas, los cocodrilos y los chacales, cada uno con comportamientos diferentes, pero imprescindibles dentro de este Zoológico”, concluye.
Tomado de Escambray
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