Paula, de 10 años, residente en el municipio habanero Diez de Octubre, nunca había experimentado la sensación, sorpresa y hallazgo de mirar por un microscopio. Cuando observó, pudo detectar unas semillitas verdes que no eran detectables a simple vista. La oportunidad la dejó casi sin palabras y solo alcanzó decir: “Me gustó mucho”
Esa posibilidad se la dio la feria interactiva Juntos somos Ciencia, que en su segunda edición, en el Acuario Nacional, dedicó al inicio del verano el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), para acercar la ciencia a las personas, especialmente, niñas, niños, adolescentes y sus familias.
A su vez, esta iniciativa constituye una muestra del quehacer de la comunidad científica cubana, los centros de investigaciones, proyectos y programas para impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación hacia la solución de los problemas del país.
Como ella, decenas de pequeños disfrutaron de una estancia diferente en el Acuario Nacional de Cuba, adonde los centros que integran el universo del Citma les permitió apreciar cómo pueden restaurarse documentos, ver de cerca un armadillo disecado y jugar a Riesgolandia, por ejemplo que brinda a la infancia una oportunidad de jugar y,a su vez, aprender sobre diferentes tipos de riesgos y peligros que acechan a la humanidad y cómo enfrentarlos.
Otro participaron en concursos y demostraron sus conocimientos acerca de los peligros que acechan al planeta, sus causas y posibles soluciones, mientras no faltaron los que al participar en un juego sobre pesca les quedó muy claro el daño que ocasiona en la fauna marina la pesca de arrastre.
Como pronosticado, fue una mañana para aprender y divertirse, despertar en la infancia y la adolescencia el interés por la ciencia, la innovación, la tecnología y el medio ambiente, un primer paso para que crezca en ellos una vocación para alimentar la ciencia del futuro de Cuba.
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