“La frescura que va a otorgar la composición que tiene este espacio va a decidir mucho en los resultados finales”, señaló el Dr. Armando Rodríguez, viceministro del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), durante la primera reunión del recién creado Consejo de Innovación Juvenil (CIJ).
El viceministro aseguró a los jóvenes que este espacio de encuentro guarda estrecho vínculo con el Consejo Nacional de Innovación, que dirige el presidente Miguel Díaz-Canel, sobre todo por los temas que prevén tratar.
Asimismo apuntó que “cuando pensamos en la contribución del espacio, nos parecía muy importante que las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) se visualizaran como la institución central en este trabajo.
“Este no es un espacio al margen de las BTJ, todo lo contrario. Este movimiento debe consolidarse como el espacio natural en que la actividad científica interactúa, y eso es muy importante”.
El Dr. Armando Rodríguez también les presentó a los jóvenes del Consejo, las acciones que se están llevando a cabo para fortalecer el Sistema Cubano de Ciencia, Tecnología e Innovación (SCTI).
“Nuestro sistema de ciencia abarca no solo a los que producen conocimientos en la universidad o en un centro de investigación, sino a aquellos que utilizan ese conocimiento para generar nuevos productos y servicios.
“Por tanto, un empresario, un hospital, una escuela primaria, entre otros, son parte del SCTI. El que produce el conocimiento y el que lo usa para mejorar lo que hace cotidianamente, así como el que está en medio, el que interactúa con ambos”.
Armando Rodríguez explicó a los miembros del CIJ que “hay políticas que damos para todo el país. Tenemos una que dice que todos los estudiantes universitarios o de tecnológico pueden participar en proyectos de investigación, estén graduados o no, y deben ser remunerados por ello. No diferenciamos si es de una u otra enseñanza, sino las competencias que tenga”.
En cuanto a ese aspecto subrayó que, “en Cuba existen alrededor de 90 mil trabajadores de la ciencia, pero solo 15 mil son remunerados por participar en proyectos (20 por ciento). Entonces ¿qué está pasando con el otro por ciento? No se enteraron, no saben, tienen potencialidades para hacer ciencia, no obstante, no la están haciendo.
“Esta es una oportunidad -aseguró al dirigirse al CIJ-. Las entidades como nosotros: los organismos, las instituciones políticas y de masas tenemos mucho qué hacer porque podemos movilizar.
“Que exista la norma es muy importante, pero tan importante como eso es que nuestra gente, en su lugar de batalla cotidiano, lo sepa y participe y se beneficie. Para que puedan hacer su proyecto de vida y este converja con el proyecto de nación y con el de institución”.
Al referirse a necesidad de hacer converger la ciencia y el desarrollo económico y social, el viceministro del CITMA subrayó que “hoy tenemos parques tecnológicos, empresas de alta tecnología, pero nos parece que todavía hay deficiencias en cómo el potencial científico formado por la Revolución es capaz, realmente, de impactar en estos aspectos.
“Hay una determinada desconexión entre el tejido que produce conocimiento (universidades, centros de investigación) y los empresarios. La cultura de innovación en Cuba es muy limitada todavía, aunque también sucede a nivel mundial.
“Los lenguajes que hablan el investigador y el empresario no están en la misma sintonía, y para ello hemos creado estructuras que se especialicen en eso (parques tecnológicos, empresas de interfaces). Ese actor que conecta es muy importante”, precisó.
El viceministro Armando manifestó que, si bien hay que continuar promoviendo las políticas públicas porque son un valor del socialismo, “igualmente reconocemos que en términos económicos tiene que haber otra conexión que medie el contrato. Y que para que haya empresas innovadoras y buenas universidades tiene que existir un sector que las conecte.
“Un dato importante es que de cada diez productos innovadores que sacan a la luz nuestras empresas, seis provienen de la propia entidad, que va cambiando sus productos y mejorando; tres de transferencias de tecnologías del exterior, y solo uno se genera en las universidades y los centros de investigación.
“¿Cuánto conocimiento tenemos en las universidades que no se están convirtiendo en bienes y servicios? Por eso decimos que hay una reserva importante de conocimiento que no aplicamos en la cotidianidad”.
De igual forma, el Dr. Rodríguez mencionó la inclusión de una nueva categoría al sistema de programas y proyectos denominada Proyectos de Gobierno Estratégicos de Interés Nacional.
“Esto es no es un proyecto de ciencia únicamente, también contempla la inversión, un aseguramiento que trasciende la propia actividad científica. Y estos programas estratégicos tienen esa visión: solucionar problemas, integralidad y la visión de cerrar el ciclo”.
Tomado de Juventud Técnica