Mientras que en la zona oriental influía el huracán Oscar, en el occidente y el centro de Cuba altas presiones generaban lluvias en el norte de esas regiones, que por su intensidad momentánea y los vientos algo fuertes hacía pensar que esa parte del país también era amenazada por algún ciclón tropical. Era de esperar, ya que hace apenas unas horas por el mar Caribe occidental transitaba la efímera tormenta Tropical Nadine, que ya se había internado en Belice y disipado.
Precisamente, la presencia de esas altas presiones (anticiclón) es lo que aseguraba que Oscar no se movería más allá del oriente cubano, algo que por momentos llegó a preocupar a algunos, sobre todo cuando mantenía su movimiento hacia el oeste y “no giraba”.
Entonces, ¿cómo es que habiendo altas presiones “el tiempo estaba tan malo” en occidente?
Los brisotes
El término brisote se refiere a la influencia sobre Cuba de vientos del nordeste, con desviaciones desde el norte-nordeste al estenordeste, los cuales tienen una intensidad superior a la de las brisas, superando habitualmente los 30 kilómetros por hora, aunque pueden llegar fácilmente a intensidades de 45 kilómetros por hora en zonas del norte occidental, con rachas muy superiores.
En su definición no puede faltar la palabra Cuba, algo que puede comprobar fácilmente en una búsqueda en las redes, ya que fue el meteorólogo cubano José Carlos Millás, director del Observatorio Nacional (hoy Instituto de Meteorología) quien en la década de 1940 definió dicho fenómeno.
Estos ocurren, generalmente, durante nuestro “otoño” e invierno, cuando ya se empiezan a desplazar por nuestras latitudes anticiclones migratorios, aunque son posibles en cualquier época del año, por la combinación de otros sistemas meteorológicos. En dependencia de la cercanía e intensidad del anticiclón, es decir su presión máxima, es mayor la intensidad de los vientos sostenidos.
Otro término meteorológico enteramente cubano, es el de “brisote sucio”, que no es más que cuando en la situación anterior, estos vientos hacen que nublados formados y desarrollados en el mar en la noche y la madrugada, lleguen a la costa norte, dando lugar a chubascos y lluvias a intervalos, que en algunos casos pueden tener un carácter continuo al conjugarse una “fila de nubes” sobre un punto en específico.
En estas áreas de chubascos, donde también puede ocurrir alguna tormenta eléctrica aislada, los vientos tienen un incremento, incluso por encima del propio brisote. Pueden durar varios días, como ocurrió la pasada semana, con preferencia en horas de la madrugada hasta la mañana, aunque en ciertas condiciones pueden prolongarse durante el día. También según la intensidad y dirección del viento pueden extenderse más hacia el interior e incluso alcanzar la costa sur, esto ocurre cuando las direcciones del viento tienen una componente más cercana al norte-nordeste.
Los brisotes sucios ocurren en todas las regiones del país, con influencia, a veces, de las condiciones del terreno de cada localidad, de ahí que en la parte oriental es donde se registren las mayores intensidades de precipitaciones asociadas con los mismos. Esta diferencia viene dada, en primer lugar, por el relieve montañoso del extremo oriental, muy cercano a la costa, la que además por su orientación siente los efectos, incluso, de los vientos del este.
Tomado de Cubadebate