El huracán Rafael entró y salió de Cuba por la provincia de Artemisa, donde se concentran sus mayores impactos. Otros territorios como Isla de la Juventud, La Habana, Mayabeque y Pinar del Río fueron golpeados por sus fuertes vientos y lluvias.
En Artemisa, el territorio más perjudicado, sufrió particulamente la infraestructura de la vivienda con alrededor de 4 933 casas afectadas, la mayoría de ellas con derrumbes parciales de sus estructuras y total de techo, y la de Salud Pública, con casi todos los hospitales y algunos policlínicos, se encuentran entre las más golpeadas del territorio.
Además, unas 40 instituciones del sector educativo sufrieron deterioro, sobre todo en sus techos; y se han constatado también en 174 establecimientos de comercio (74 bodegas), instalaciones productivas y espacios emblemáticos como el Estadio de Artemisa.
Cultivos como los del plátano, la yuca, el frijol y el arroz fueron muy afectados; de las once máquinas de riego fueron dañadas diez; y se perdió todo el tabaco sembrado, aunque se lograron proteger los semilleros. En el cultivo del café, se reportaron afectaciones en 357 de las 640 hectáreas sembradas, con pérdidas de 1.800 latas de café goteado. La fábrica de harina de yuca de la empresa de cítricos Ceiba perdió la cubierta y se registraron daños en la estructura de 8 de las 38 casas de cultivos.
La Zona Especial de Desarrollo Mariel presenta daños considerables tras el paso del huracán Rafael. Las instalaciones de la Terminal de Contenedores Mariel fue una de las más afectadas por el azote de este fenómeno meteorológico.
Las principales afectaciones se detectaron en cubiertas, paredes y fachadas de instalaciones como el Parque Solar Fotovoltaico de Guajaibón y la Fábrica de Detergentes Suchel TBV, ambas del grupo vietnamita Thai Binh. Por otra parte, la fábrica de cigarrillos Brascuba tuvo una de las afectaciones más severas, detalla el informe de la ZEDM. Los daños se constatan en la maquinaria, la cubierta y la chimenea de la caldera.
En La Habana, entre las principales afectaciones se reportaron alrededor de 460 derrumbes, entre totales y parciales, principalmente por caída de cubiertas ligeras, paredes y escaleras, se contabilizaron más de 495 postes en el piso, tanto del tendido eléctrico como de telefonía; y poco más de cien transformadores afectados, la infraestructura del gas manufacturado también sufrió daños, pues al levantarse las raíces de algunos árboles, se partieron algunas tuberías. Igualmente fueron afectados los tanques elevados para agua, principalmente las tapas.
Los daños en las infraestructuras hidráulicas fueron mínimos; pero la generación de electricidad impidió el arranque de las bombas en las fuentes que abastecen a la capital.
En tanto, en Mayabeque, siete municipios fueron notablemente afectados, con énfasis en Quivicán, Batabanó, Bejucal y Melena del Sur. Al igual que en Artemisa, las mayores afectaciones tuvieron lugar en la agricultura, en cultivos como los del plátano, la yuca y el arroz.
Se suman los daños a una veintena de centros educativos y a parte de la infraestructura de Salud Pública, sobre todo en los techos. En cuanto a las viviendas, se contabilizan hasta el momento 660 con daños significativos, 63 de ellas derrumbes totales, y en 99 instituciones estatales. Las inundaciones en Batabanó fueron moderadas y la actividad de la pesca presenta importantes afectaciones.
Con información de Granma