La vinculación a proyectos científicos que responden al Plan del Estado Cubano para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida), y a otras prioridades sectoriales y provinciales, distinguió el quehacer del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (Ciba) de Ciego de Ávila en el año 2024.
En declaraciones la Máster en Ciencias Yamilé Jiménez Peña, directora de esa institución científica subordinada a la Agencia de Medio Ambiente (AMA), valoró que son iniciativas asociadas a los programas de Reducción de Riesgos de Desastres; Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, y Soberanía Alimentaria.
Precisó que se trata de los proyectos dirigidos a la rehabilitación de dunas costeras en el archipiélago Jardines del Rey, el manejo integrado y la adaptación al cambio climático en el Gran Humedal del Norte de Ciego de Ávila (Ghnca) y el incremento productivo del girasol mediante la utilización de la tecnología de microorganismos autóctonos benéficos como biofertilizantes.
El Ciba ―agregó― se integra a los Institutos de Geografía Tropical y de Geofísica y Astronomía en la ejecución de un servicio científico relacionado con un proyecto de análisis geoespacial de los ecosistemas de carbono azul en el Ghnca, como parte los encargos de estudios geográficos, geomáticos y ambientales que obedecen a la Tarea Vida.
Asimismo, el colectivo participa en otra iniciativa que promueve, en diferentes municipios del país, la creación de capacidades y gestión de conocimientos, con el objetivo de reducir riesgos de desastres y favorecer la adaptación al cambio climático.
Jiménez Peña significó la participación del proyecto internacional Euroclima Plus, orientado a la reducción de riesgos y adaptación ante sequías e inundaciones, y como parte del cual el Ciba desarrolló estudios de peligro, vulnerabilidades y riesgos (PVR) y de percepción de la población, respecto a esos desastres naturales agudizados en las condiciones climáticas actuales.
La determinación de la peligrosidad y modelación de la vulnerabilidad para actualizar los estudios de PVR de intensas lluvias en los municipios de Chambas, Bolivia y Florencia, y acciones similares para evaluar el comportamiento de la sequía en el último de estos territorios, constituyeron aportes científicos del Ciba como participante en ese programa global, financiado por la Agencia Francesa para el Desarrollo.
El reconocido centro de investigaciones científicas también interviene en un proyecto financiado en Cuba por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, con el objetivo de contribuir a la sostenibilidad del turismo, al incorporar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y la mitigación al cambio climático en las zonas marino-costeras vulnerables.
Además, en el Ciba aportan a la ejecución de Mi Costa, iniciativa con respaldo financiero del Fondo Verde para el Clima y encaminada a fortalecer la resiliencia climática en zonas del litoral sur avileño.
La etapa que cierra también resultó provechosa para afianzar los vínculos con el Macroproyecto “Escenarios del peligro y vulnerabilidad de la zona costera cubana, asociados al ascenso del nivel del mar para los años 2050 y 2100”, coordinado por la AMA.
Mientras, el trabajo conjunto con el Centro de Bioplantas de la Universidad Máximo Gómez Báez, de Ciego de Ávila, posibilitó impulsar un proyecto dirigido a la creación de capacidades en comunidades en condiciones de vulnerabilidad climática, mediante el cultivo orgánico de la stevia, planta reconocida por sus propiedades edulcorantes.
Iniciada en el año 2017 y actualmente en su segundo ciclo de implementación (2021-2025), la Tarea Vida tiene como prioridades la protección de la vida humana y su calidad, así como el cuidado del patrimonio económico y natural, la seguridad alimentaria y el turismo, según consta en documento del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente referido a ese programa del gobierno cubano.
Son relevantes los compromisos internacionales del país ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Acuerdo de París y las metas, indicadores y contenidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en particular el número 13, que promueve la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Para Cuba esta es una tarea de alta prioridad, debido a su condición de pequeño estado insular situado en la región tropical del planeta y considerando que el cambio climático agrava los problemas ambientales en la nación, de manera que afrontarlo es determinante para alcanzar un desarrollo sostenible.
Tomado de ACN
Valore este artículo
Click en las estrellas para votar
0 / 5. Conteo 0