Con las palabras de Fidel “el futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando”, pronunciadas hace exactamente 65 años, comenzó el 15 de enero el acto central por el Día de la Ciencia Cubana.
El homenaje, donde se recordó el momento en que Fidel vaticinó que el destino de nuestro país dependía del conocimiento, de la inteligencia, de las producciones científicas, estuvo presidido por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República de Cuba, Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político y Primer Ministro de la República de Cuba, Susely Morfa González, integrante del Comité Central del Partido y Jefa de su Departamento de Atención al Sector Social, Eduardo Martínez Díaz, Vice Primer Ministro y Armando Rodríguez Batista, ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Homenajes
En el contexto de la jornada de celebración por el Día de la Ciencia Cubana, la Central de Trabajadores de Cuba y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, concedieron la Bandera Proeza Laboral al Instituto de Meteorología, que el presidente Díaz-Canel puso en manos de su director, el Dr.C. Celso Pazos Alberdi, en representación del sistema meteorológico cubano y en reconocimiento al trabajo desarrollado con alto grado de sacrificio y dedicación.
La Central de Trabajadores de Cuba, a propuesta del secretariado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, entregó el sello 85 Aniversario de la CTC al Instituto de Filosofía, en manos de su directora la Dra. C. Georgina Alfonso González.
Como un homenaje al eminente botánico y revolucionario Juan Tomás Roig, en esta importante fecha para la ciencia cubana, se hizo entrega de la Distinción que lleva su nombre en reconocimiento a los méritos alcanzados por hombres y mujeres en el sector científico e investigativo a Idalia López Pedroso, Odalys Goicochea Cardoso, Ricardo del Risco Alfonso, Ivis Pérez Oreilly y Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández.
Por dedicar parte importante de su vida a la ciencia, fueron reconocidas dos grandes mujeres, símbolo de una generación y ejemplo para el porvenir, con excelentes resultados como máximas representantes del sistema de ciencia en las provincias de La Habana y Granma, que condujeron a sus equipos de trabajo durante años y ahora ceden espacio a su relevo, asegurando la continuidad con aires de renovación: Adela Haber Vega e Iris Betancourt Téllez.
En el acto se recordó a la destacada y reconocida científica cubana Rosa Elena Simeón Negrín, quien expresara que “los obstáculos son apenas el inicio de las soluciones, siempre que actuemos con creatividad y voluntad”.
A su vez, se premió a las provincias destacadas: Pinar del Río, Sancti Spíritus, Camagüey y Holguín, y a la merecedora de la sede del Acto Nacional por el Día de la Ciencia Cubana: La Habana, que fue recibido por su delegada: Osleidys Torres Valdespino.
Recuento
En las palabras centrales del acto, el ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, se refirió a la riquísima tradición de pensamiento y acción política que se remonta a los orígenes de la nacionalidad cubana con figuras eminentes como Félix Varela, José de la Luz y Caballero, José Martí y científicos extraordinarios como Carlos Juan Finlay, Álvaro Reynoso, Tomás Romay, Fernando Ortiz, entre muchos otros y a las instituciones de la ciencia surgidas a lo largo de los años y cómo las palabras de Fidel sobre la ciencia, pronunciadas hace 65 años se conectan con esa tradición.
También hizo un recuento de cómo esas palabras se convirtieron en realidad con la voluntad política de avanzar en las transformaciones científicas del país, a partir de hechos concretos: la Reforma Universitaria que abrió las universidades a la formación y la investigación científica, la creación de la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba, cuyo primer presidente fue el notable geógrafo y capitán del Ejército Rebelde Antonio Núñez Jiménez, el nacimiento de numerosos centros de investigación e instituciones como el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón, la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, que se convirtió en la primera institución de investigación creada por la Revolución en el sector agropecuario.
En aquellos años, recordó, se fundaron como promedio siete centros de investigación por año, en un “encuentro inédito en Cuba entre la racionalidad científica y el proyecto revolucionario, emancipador” y enfatizó que “Fidel fue un líder visionario, fundador de la ciencia nacional revolucionaria y fue secundado por otros dirigentes, profesionales y por su pueblo. Fidel no estaba sólo”.
De acuerdo con Rodríguez Batista, la ciencia es una de esas creaciones colectivas, heroicas, que muestra con orgullo la Revolución Cubana y ha realizado una notable contribución al desarrollo nacional, a la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo y a la cultura.
Según apuntó, la ciencia cubana se caracteriza por su profunda eticidad y el cultivo de valores patrióticos y morales, por lo que resulta muy justo dedicar el 15 de enero a la ciencia, a sus instituciones, a los profesionales, investigadores, profesores, maestros, técnicos, obreros, campesinos, empresarios, dirigentes, a todo ese formidable contingente humano, que casi siempre en difíciles condiciones y compartiendo las mismas dificultades del pueblo al que pertenece, se esfuerza por producir, diseminar y usar el conocimiento, científico, tecnológico, humanista, popular o de cualquier tipo, que nuestro desarrollo demanda.
El ministro enfatizó en la necesidad de convertir, cada vez más, el conocimiento la ciencia, la tecnología, la innovación, en fuerzas sociales transformadoras que nos ayuden a encontrar soluciones a los múltiples desafíos que enfrentamos y señaló que aunque el año 2024 fue duro para la ciencia, con carencias de todo tipo, se acumularon resultados en ciencia e innovación verdaderamente notables.
Entre ellos, incluyó los estudios sobre Alzheimer, las dinámicas migratorias; optoelectrónica; inteligencia artificial; genética; vulnerabilidades sociales; medio ambiente, el desarrollo de vacunas, redes eléctricas, infraestructura vial, recursos hídricos, tecnologías para la agricultura, producción de nuevos fármacos; peligro, vulnerabilidad y riesgo sísmicos, cirugía de la catarata, producción sostenible e integrada de alimentos y energía, prótesis parcial de cadera.
A la par, dijo, se produjeron transformaciones significativas en la institucionalidad del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación y avanzó el Sistema de Programas y Proyectos indudablemente, con 148 programas entre nacionales, sectoriales y territoriales y un total de 5960 proyectos, con mejores resultados en la organización por proyectos de la ciencia cubana y en el papel que se corresponde a la innovación.
De igual manera, hizo alusión al incremento de estructuras dinamizadoras, entre ellas, tres parques científico-tecnológicos, nueve empresas de interfaz, la fundación de la Universidad de La Habana y 12 Empresas de Alta Tecnología, y consideró es aún insuficiente la institucionalidad que impulse el proceso de incubación y creación de empresas basadas en el conocimiento.
Por otra parte, señaló, se perfeccionan las regulaciones que respaldan la institucionalidad del sistema de innovación, se evalúa un nuevo paquete legislativo del sistema de ciencia, tecnología e innovación que permite, entre otras cosas, incorporar al cálculo de la jubilación el ingreso por aportes a la producción científica y la innovación y encomienda al Fondo Financiero de Ciencia e Innovación (FONCI) el financiamiento de becas doctorales.
En 2025, indicó, se continuará buscando respuestas a la pregunta cuál es el modelo de gestión económica de las instituciones científicas en la Cuba de hoy. Al respecto, dijo, que la heterogeneidad de las ciencias y las tecnologías exigen respuestas ajustadas a esa diversidad.
Rodríguez Batista anunció que se trabaja arduamente en la política y la ley de ciencia, tecnología e innovación, que llevará una amplia consulta por todo el país, previa a su presentación a la Asamblea Nacional.
Por otra parte, destacó que se ha insistido en definir prioridades de CTI a todos los niveles, tanto en el plano nacional como sectorial y territorial y en lograr la integralidad de los proyectos para que efectivamente nos ayuden a resolver problemas de la práctica social, para lo cual se definieron tres prioridades para identificar proyectos estratégicos que cierran ciclo: los que incrementen los ingresos en divisas a partir de la exportación de bienes y servicios (níquel, tabaco, biotecnología, turismo, servicios médicos y otros); permitan reconvertir la matriz energética y mejorar el crudo cubano y los dirigidos a la producción de alimentos.
En 2024 cumplió tres años el Consejo Nacional de Innovación, encargado de asesorar al gobierno en lo relativo a la política de innovación, presidido por el Primer Secretario del PCC y Presidente de la República. Es un órgano donde se reúnen periódicamente tres de los actores clave del sistema de innovación: el gobierno, las empresas y el sector del conocimiento, cuyas interacciones definen el éxito de la innovación.
Al colocar la conducción del CNI en el nivel más alto del gobierno del país, se deja claro que CTI es una importante prioridad, transversal a toda la sociedad, cuya gobernanza es compleja; en ella intervienen múltiples actores y las principales autoridades, a todos los niveles y en todas las esferas, tienen que atender las prioridades de CTI. Es así porque CTI son determinantes en el avance del desarrollo, consideró.
Nuevos desafíos
Para Rodríguez Batista, uno de los grandes desafíos del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación consiste en su alcance territorial, especialmente en la escala municipal e incluso en los consejos populares, todavía lejos de alcanzar la atención a la ciencia, la tecnología y la innovación en todos los sectores y territorios. Al respecto, dijo que por primera vez en 2024 se entregaron premios de innovación local y comunitaria y que desde el Citma se trabaja para incorporar a nuestra planeación estratégica un objetivo centrado en la innovación territorial.
El ministro consideró que queda mucho por hacer en la innovación empresarial y que las esperadas transformaciones en la empresa estatal deberán favorecer su desempeño innovativo, al tiempo que crece poco a poco el número de mipymes estatales de base tecnológica y que en el sector privado y cooperativo existen buenos ejemplos de desempeños innovativos.
Al referirse a la Primera Feria de Innovación para el Desarrollo Sostenible, señaló que esta permitirá mostrar los avances de otra de las herramientas que se introdujo desde hace poco más de tres años en la política gubernamental el Sistema de gestión de gobierno basado en Ciencia e innovación (SGGCI).
El ministro concluyó su discurso recordando el llamado permanente del General de Ejército Raúl Castro, líder de la Revolución Cubana, a consolidar la unidad, también en ciencia, tecnología e innovación, donde se demanda un trabajo cada vez más cohesionado, integrado, siempre guiados por el fin mayor del bienestar de cubanas y cubanos y finalizó afirmando que “hoy la batalla por la ciencia es parte de la batalla por una cultura de resistencia. La ciencia como toda la cultura continuará siendo escudo y espada de la Nación”.
El acto concluyó con el corte de la cinta inaugural de la Primera Feria expositiva de innovación, a cargo del Presidente Miguel Díaz-Canel, el Primer Ministro Manuel Marrero, y el Ministro del Citma, Armando Rodríguez Batista, y un recorrido por los diferentes estand, donde Díaz-Canel intercambió sobre las actividades que realizan, proyectos y sus perspectivas para contribuir al bienestar de cubanas y cubanos y el desarrollo económico y social de la nación.
