Cerca de 51 mil mujeres en Cuba desempeñan hoy actividades de ciencia y tecnología, lo cual representa la mayor cantidad en los últimos años, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
Pero no son solo cifras, detrás de los números existen nombres como el de Rosa Elena Simeón, presidenta de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) durante años y la primera en ocupar el cargo de ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, quien dirigió el combate a la fiebre porcina africana y examinó un novedoso método de análisis acerca de la inseminación artificial en sementales.
Otra de las figuras más reconocidas es Concepción Campa Huergo, la líder de la investigación que permitió desarrollar la única vacuna con eficacia probada que existe en el mundo para combatir la meningitis B y C, que se lleva aplicando desde 1988 en muchos países del mundo, con gran efectividad.
Alargan la lista las ganadoras del premio Sofía Kovalievskaia en su séptima edición: Beatriz Marcheco Teruel, genetista clínica y Directora del Centro de Genética médica; Martha Ana Castro Peraza, del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK); y Mayra Paulina Hernández Sánchez, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales.
Este galardón es conferido desde 2005 por la Fundación que lleva el nombre de la célebre científica y feminista rusa del siglo XIX por emplear de manera original y creativa modelos matemáticos y computacionales para dar solución a problemas concretos demandados por la sociedad.
Durante la pandemia de Covid-19, muchas científicas permanecieron en la primera fila de enfrentamiento, participaron en el desarrollo de nuevos proyectos de investigación y colideraron los ensayos de los candidatos vacunales del país.
Dos de los ocho académicos cubanos seleccionados en 2020 para participar en el Panel Internacional de expertos como Grupo Asesor para el enfrentamiento de la Covid-19, eran féminas.
Una de ellas, Tania Crombet Ramos, directora de investigaciones clínicas del Centro de Inmunología Molecular y una de las líderes de la vacuna CimaVax-EGF contra el cáncer de pulmón, fue elegida miembro de la Academia Mundial de Ciencias a partir de 2022.
Guadalupe Guzmán Tirado, titular de investigación y diagnóstico del IPK, es la otra académica escogida y, aunque su trabajo se centra en el estudio del dengue, investigó sobre la neuropatía epidémica, el zika, la influenza pandémica y el virus SARS-CoV-2.
Asimismo, la especialista en enfermedades infecciosas fue escogida entre 45 mujeres de ciencia de 37 países para el premio internacional L’Oréal-Unesco “La Mujer y la Ciencia”, reconocimiento que enaltece el prestigio de la Isla a nivel global, gracias a sus investigaciones que permiten comprender y tratar mejor el dengue.
Al IPK pertenece también la doctora Sonia Resik Aguirre, jefa del departamento de virología, quien lideró los estudios de intervención sanitaria con la vacuna Abdala y contribuyó a la investigación sobre la poliomielitis en Cuba.
Destacada por su amplia trayectoria en el desarrollo de vacunas, Dagmar García Rivera, directora de investigaciones del Instituto Finlay de Vacunas y una de las líderes de las vacunas Soberana 01, Soberana 02 y Soberana Plus y del proyecto de la Quimi-Vio, la vacuna heptavalente contra neumococos.
Por su labor, García Rivera ha recibido en tres ocasiones el premio de la ACC y mereció en 2019 la condecoración Carlos J. Finlay.
Sobresale, también, la doctora Marta Ayala Ávila, directora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, en el esfuerzo por lograr candidatos contra la pandemia del coronavirus y la doctora Miladys Limonta Fernández, gerente del proyecto vacunas Covid-19 del centro.
El país caribeño es uno de las siete naciones que alcanzan la paridad de género en la investigación científica y una presencia significativa de mujeres entre los autores de relevantes publicaciones, innovaciones, patentes de invención y premios, según el informe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La ONEI reportó que hasta 2022 las mujeres constituían el 53.8 por ciento de la fuerza laboral dedicada a este tipo de actividades, número que refleja un avance positivo hacia la equidad de género en un sector crucial para el desarrollo económico y social del país.
Representan, además, el 69,6 por ciento del sector de la salud pública y de las diez invenciones cubanas que han recibido la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, en seis son ellas las autoras principales.
Las científicas cubanas han desempeñado un papel fundamental en la investigación médica y biotecnológica, en el éxito de la nación caribeña en el enfrentamiento a la Covid-19, en la búsqueda de soluciones sostenibles para los desafíos ambientales y sociales y en el posicionamiento de Cuba como referente en ciencia y tecnología a nivel internacional.
Tomado de PL
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