Las acciones de rehabilitación de las dunas costeras en la cayería norte de esta central provincia de Cuba, contribuyen hoy al mejoramiento de las playas del importante destino turístico Jardines del Rey.
Técnicos y especialistas del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (CIBA) de Morón, en Ciego de Ávila, son los encargados de las tareas que se acometen allí, como la siembra de especies de plantas autóctonas, para evitar erosiones de los litorales ante los efectos del cambio climático.
La directora del CIBA, Yamilé Jiménez, destacó las labores en playa Las Coloradas en Cayo Coco, donde restituyeron más de mil 600 metros cuadrados, con la plantación de posturas de diferentes variedades, mediante la técnica de reproducción en tubetes.
Resaltó el fomento de unas once mil plántulas obtenidas en un pequeño vivero de la institución científica, con la tecnología de tubetes y el empleo de sustratos (arena, humus de lombriz y algas) que estimulan el desarrollo y crecimiento de las posturas.
En ese contexto lograron multiplicar especies fuera de su entorno costero, como hierba de la arena, mate de costa, verdolaga y margarita de mar, precisó Jiménez.
La vegetación de las colinas, además de mantener la armonía ecológica de la zona, posibilita retener la arena, ante eventos hidrometeorológicos extremos, al disipar la energía del oleaje y fuertes vientos.
Las dunas costeras más altas del Caribe Insular están ubicadas en la cayería norte cubana. Las aledañas a Playa Pilar, Cayo Guillermo, poseen 15 metros sobre el nivel del mar y protegen a uno de los balnearios más bellos del la Isla, además, tienen un mecanismo de funcionamiento estacional con diferencias marcadas entre el verano y el invierno.
Mientras, las de Loma del Puerto, con 10 y 14 metros, son las segundas de mayor altura en la región y pertenecen a la Reserva Ecológica Centro Oeste de Cayo Coco, área protegida por su alto valor faunístico y buena conservación.
Las dunas son ecosistemas dinámicos y variables, muy frágiles, expuestos a la vulnerabilidad de los cambios climáticos, de los fenómenos atmosféricos y de la actividad humana, y su restauración hace posible la existencia de la playa.
Tomado de PL