CIENCIA JOVEN
Lecciones para alcanzar el desarrollo sostenible
Ernesto Alejandro Cristóbal Jiménez. Foto:
Un novel investigador comparte sus criterios sobre la importancia de las Ciencias Sociales en tareas de impacto en Cuba
“Los estudios no solo son para aprender lecciones y errores de ellos y adecuarlos a nosotros, también sirven para encontrar oportunidades”, bajo este concepto Ernesto Alejandro Cristóbal Jiménez desempeña su labor en el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (Ciem) de Cuba.
Centro de Investigaciones de la Economía Mundial. Foto: Tomada de Internet
Él forma parte de la nueva generación de investigadores de la institución que, junto a los más experimentados, a través de cifras analizan la realidad del país y del mundo, en especial, sobre las naciones subdesarrolladas.
La información obtenida permite elaborar informes anuales y trazar proyecciones sobre temas como el comercio internacional, las finanzas, la integración, el uso de la energía, el cuidado del medio ambiente, la ciencia, tecnología y cooperación internacional para el desarrollo humano sostenible.
El centro también realiza consultoría a diversos ministerios, como el del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera y el de Relaciones Internacionales, además de colaborar con diversos organismos de la Isla.
“Ahora estamos involucrados en la creación de diferentes índices globales, como el de Innovación, de Desarrollo Humano y otros internacionales, que nos permiten saber que posición tenemos con respecto al resto de las naciones”, afirma Ernesto.
Para acercarnos a su trabajo, el joven investigador explica: “Como los índices están compuestos por diferentes indicadores traen información social, económica, política, ambiental. Es como un esfuerzo multifacético de todas las ramas”.
De acuerdo con estudios realizados añade: “En índice de desarrollo humano estamos bastante bien, cuando se toma en cuenta los recursos que se tienen y cómo se considera a Cuba con respecto a potencias desarrolladas como Estados Unidos, Alemania, China, Japón, Reino Unido…
“El capital humano nuestro hasta hoy es el mayor recurso que tenemos. La ciencia cubana ha alcanzado renombre a nivel mundial”.
Ernesto asevera sentirse realizado porque dentro del área económica siempre le gustó la investigación y ha podido centrarse en esa tarea en el Ciem. En la actualidad atiende la región del Caribe.
Al ofrecer detalles de su trabajo transmite cierto regocijo. Orgullo de sentirse útil. Pero la vanidad apenas roza la modestia y en sus palabras hay espacio para otros colegas, que desde las Ciencias Sociales hacen aportes considerables al desarrollo sostenible de la Mayor de las Antillas.
Jóvenes activos mediante las Ciencias Sociales
Las Ciencias Sociales son las encargadas de estudiar todas las actividades del ser humano y su relación con la sociedad. Su función principal consiste en interpretar estos fenómenos sociales, tratar de comprenderlos y ver cómo se mueve el ser humano como sujeto social dentro de ellos.
Despúes de compartir la anterior definición, Ernesto agrega que según el objeto de estudio han sido divididas en ciencias sociales generales y particulares. “Las primeras se dedican al estudio de las actividades de los grupos sociales, dígase Etnografía e Historia, por citar dos de ellas; y las segundas, en la economía, como ejemplo, que se encarga de estudiar esos grupos sociales y su estructura interna de funcionamiento”, refiere.
Y sobre el rol de los jóvenes y colectivos dedicados a la investigación en distintos centros apunta:
“En el Instituto de Filosofía desarrollan proyectos que implican comunidades con papel activo. Se analizan el sector estatal y no estatal, cooperativas. Los jóvenes realizan la mayor parte del trabajo de campo. Sucede igual en el Instituto Cubano de Antropología.
“El Instituto de Literatura y Linguística confeccionó un Atla de Lenguas, y posee una biblioteca única, donde hay un contenido de información histórico que se puede combinar con las nuevas tecnologías y los medios de disfusión, lo que le permite a los investigadores noveles acceder a la información de antes e integrarla a internet y a las redes sociales.
“Con la participación activa de jóvenes, el Centro de Estudio de Desarrollo Local traza proyectos estratégicos y diseños de políticas .
“Debo sumar a lo dicho el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, que también ha combinado la habilidad de socialización de información con las nuevas tecnologías.
“Ejemplo de esto son los estudios sicológicos realizados sobre el impacto de la pandemia actual, la creación de grupos de apoyo a través de WhatsApps y los mensajes de bien público compartidos mediante los medios de disfusión masiva”.
Carta de presentación de Cuba
El Centro de Investigaciones de la Economía Mundial es considerado de referencia en la región latinoamericana y caribeña.
También participa de forma activa en espacios nacionales como en la Sesión de Ciencias Sociales y Humanísticas, de la Academia de Ciencias de Cuba, y el Programa Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas.
Para Ernesto Alejandro Cristóbal, en el CIEM existe una consonancia entre el personal de mayor experiencia y la juventud para mirar hacia el futuro. Estos últimos están integrados a todas las áreas geográficas y estudios internacionales de intéres para el país.
“Aquí los jóvenes publican en revistas científicas y realizan investigaciones sobre diferentes índices globales como de Educación, Conocimiento y Desarrollo Humano, que son tareas de impacto nacional”, apunta nuestro entrevistado, quien aclara:
“La forma en que logremos integrar estos índices constituye la carta de presentación de Cuba a nivel internacional, que puede servir para las relaciones actuales y moldear las venideras”.
Retomando el tema del desarrollo sostenible, el cual se basa en lograr satisfacer las necesidades actuales sin compometer los recursos y posibilidades para tiempos futuros, Ernesto plantea que la actividad económica debe ser vista como un medio y no un fin capaz de acabar con la naturaleza y nosotros mismos.
La Mayor de las Antillas asumió el compromiso de cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, propuesta por la Organización de las Naciones Unidas con una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental, para revertir los desafíos actuales de la humanidad.
En tal sentido, se debe trabajar en el pilar estratégico de potencial humano, innovación y ciencia.
Ernesto Alejandro propone, para ello, “adaptar las experiencias positivas y no cometer los mismos errores que otros. A su vez, promover constantemente la capacitación del personal para continuar con el ciclo científico del país”.
Por Boris E. González Abreut
Departamento de Comunicación del Citma