El impacto del bloqueo económico, financiero y comercial de Estado Unidos contra el pueblo cubano es sumamente dañino en general y en particular en áreas de las cuencas hidrográficas, denunció el Máster en ciencia Carlos Alberto Luaces Socarrás.
Aunque cada organismo relacionado con la preservación de los recursos naturales tiene un programa de inversiones, están muy limitados por el extremo asedio de la administración estadounidense, advirtió Luaces Socarrás, secretario del Consejo Nacional de Cuencas Hidrográficas (CNCH).
Prácticamente no tienen acceso a la adquisición en el cercano mercado norteamericano de materias primas, tecnologías, sobre todo plantas de tratamiento, y materias primas para la construcción de tuberías hidráulicas, especificó en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticas.
Señaló que un intercambio comercial de este tipo puede efectuarse con Estados Unidos de manera normal, pero en el caso nuestro estamos obligados a acudir a terceros, aún lejanos desde el punto de vista geográfico, lo que encarece sus costos y la transportación.
Llamó la atención acerca de la situación de su significativa huella en la agricultura, donde las afectaciones son considerables por las limitaciones en cuanto a fertilizantes y combustibles que influyen en los procesos de reforestación.
Confirmó que las inversiones para este año en el sector ascienden a 138 millones de pesos, pero pudieran ser más numerosas, si no hubiera bloqueo, por la voluntad política gubernamental de resistir y enfrentar sus embates.
El CNCH comenzó en 1997 un programa nacional dirigido a mitigar los efectos negativos de los problemas ambientales de mayor impacto, el fortalecimiento de la organización y respuesta institucional en función del desarrollo sostenible en sus territorios, siempre con la imprescindible participación comunitaria.
Por la acentuada sequía, sugirió la necesidad de extremar el ahorro del consumo del agua en el área de la de Ariguanabo por la disminución de su capacidad de embalse para el suministro de las provincias de La Habana y Artemisa.
Su más reciente decisión consistió en la declaración de la Cuenca Sur como la número 12 en el país de interés nacional por constituir un sistema en su conjunto de suma utilidad y condición estratégica entre las provincias de Artemisa y Mayabeque.
El hecho es que repercuten en La Habana sus aguas superficiales y subterráneas que van a parar a un río principal, lago, zona de infiltración o costas por su influencia en las tierras agrícolas de abastecimiento a la capital.
La Cuenca Sur es la número 12 de interés nacional, antecedida por las de Cuyaguateje (Pinar del Río); Ariguanabo (La Habana-Artemisa); Almendares-Vento (La Habana Mayabeque); Hanabanilla (Villa Clara-Cienfuegos); Sagua la Grande (Villa Clara); y Zaza (Villa Clara-Sancti Spíritus).
Además, Cauto (Holguín, Las Tunas, Granma y Santiago de Cuba); Mayarí (Holguín-Santiago de Cuba); Guantánamo-Guaso (Holguín-Santiago de Cuba-Guantánamo); y Toa (Holguín Guantánamo).
Una cuenca hidrográfica es un territorio con un único sistema de drenaje natural; es decir, que sus aguas dan al mar a través de un río o que las vierte en un lago endorreico, que significa cerrado.
La creación del Consejo Nacional de Cuencas Hidrográficas data del ocho de abril de 1997 por acuerdo del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y desde entonces funcionan sus representantes en provincias, en grupos específicos y en técnicos.
Las limitaciones en el acceso a tecnologías de punta para la generación energética, equipos y piezas de repuesto, a medios idóneos de protección y facilidades financieras son algunas de las regulaciones del bloqueo de EE.UU. que dañan el sector de energía y minas en Cuba, afirmó la Cancillería cubana.
CubaMinrex comentó que sus pérdidas se estiman en 125 millones 282 mil 22 dólares, mientras que en el grupo empresarial de la Unión Eléctrica los daños superan los 16 millones de dólares.
Tomado de ACN
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