El Instituto de Geofísica y Astronomía pertenece a la Agencia del Medio Ambiente, adscrita al ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. A lo largo de 57 años, los departamentos del centro han diversificados sus actividades
La noche del 19 de marzo del presente año, se observaron explosiones en el cielo del oriente de Cuba, provocadas por un meteoroide al entrar en contacto con la amósfera, pero este se evaporó por completo y no llegaron fragmentos a la tierra, según opina Efrén Jaimez Salgado, jefe del departamento de Gesofísica y Geología Ambiental del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA).
Hasta el momento, el último evento registrado de meteoritos caídos en la Isla ocurrió a inicios de febrero de 2019 en el municipio de Viñales, en la occidental provincia de Pinar del Río.
Como el IGA no cuenta con personal destinado a la geología espacial, Efrén Jaimez se ha dedicado al análisis de estas rocas encontradas en el país y hacer publicaciones al respecto. Él desarrolla un proyecto de estudios de los meteoritos, a modo de colaboración con el equipo de astronomía del propio instituto, que monitorea los asteroides y meteoroides.
Entiéndase que los asteroides son más pequeños que los planetas. En ocasiones un asteroide puede aplastar a otro y causar la separación de piezas, que reciben el nombre de meteoroides. Estos últimos, al penetrar en la atmósfera de la Tierra, a veces no se desintegran completamente y llegan en forma de roca al suelo, los cuales son llamados meteoritos.
Efrén advierte que a pesar de no considerarse los meteoritos como parte de los peligros, vulnerabilidades y riesgos potenciales en la Mayor de las Antillas, representan una amenaza real sobre nuestras cabezas.
Pero en este sentido, el 2021 ha comenzado con noticias alentadoras para los especialistas del IGA entregados a la investigación espacial. Zulia Bárcenas Fonseca, vicedirectora científica del centro afirma que han retomado la colaboración con la Federación de Rusia con el propósito de instalar estaciones para el monitoreo. “En estos momentos contamos con el observatorio de Arroyo Naranjo, otro en el Cacahual y con la ayuda de los rusos vamos a instalar un telescopio de 20 cm de diámetro del espejo en nuestro instituto, que será el más automatizado”, plantea. Al respecto, Omar Pons Rodríguez, director de Desarrollo Técnico del IGA, agrega: “El objetivo es trabajar en un concepto de red con los observatorios ubicados a lo largo del territorio ruso, para el seguimiento de los objetos cercanos a la Tierra: meteoros, asteroides y basura espacial, y del espacio profundo, durante 24 horas. Como tenemos diferentes horarios nos compartiremos el tiempo de observación”. Explica Omar, quien desde su vicedirección posee la responsabilidad de atender estas colaboraciones, que ahora tienen tres líneas de desarrollo con instituciones de la Academia de Ciencias de Rusia. Una consiste en instalar en Cuba dos observatorios con telescopios ópticos, según los acuerdos con el Instituto de Astronomía de Moscú; uno en el IGA y el otro en el Valle de Picadura, perteneciente al municipio de Madruga, donde quieren crear un observatorio nacional con todas las técnicas de observación y medición relacionados con el espacio.
Otro proyecto está concebido en unión con el Instituto de Astronomía Aplicada, ubicado en San Petersburgo. La propuesta es crear una estación colocalizada de Geodesia Espacial, primera de su tipo en el Caribe.
Sería un centro situado en un único punto geográfico, portador de instrumentos del sistema de medición para lograr a partir de tres métodos diferentes el mismo objetivo. Esto posibilitaría una precisión muy alta, que favorecería chequear los desplazamientos de las placas tectónicas, el nivel de ascenso del mar, la georeferencia con respecto a los satélites y apoyar a los sitemas de navegación vía satelital, entre otros aspectos.
La tercera línea resulta con el Observatorio Astrofísico Especial, instalado en el Cáucaso, con la intención de renovar la Estación Radioastronómica Solar de La Habana, que se construyó para la obrsevación y el siguimiento de la actividad del Sol y su influencia en la Tierra.
También con la idea de hacer la vigilancia durante las 24 horas, pero de formas más económica que la utilizada por la NASA mediante satélites.
El director de Desarrollo Técnico ofrece detalles sobre el tema: “El empleo de los satélites constituye un sistema de alerta temprano puesto en práctica por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio estadounidense, porque una eyección de masa coronal del astro rey demora pocas horas en llegar a nuestro planeta y podría causar mucho daño, como sucedió en Canadá en marzo de 1989, que dejó a más de cinco millones de persona sin electricidad. Ese sistema resulta caro.
“Los rusos han comprobado que desde la tierra se puede hacer la misma observación del Sol con igual calidad, a través de telescopios y antenas radioastronómicas”.
57 años de estudios geofísicos y astronómicos
En la actualidad, son disímiles los proyectos que desarrolla el Instituto de Geofísica y Astronomía, el cual celebra este 17 de abril su aniversario 57. Entre sus misiones encontramos la de coordinar investigaciones y servicios de carácter geofísico, astronómico y geólogo ambiental en interés del desarrollo socioeconómico, científico y cultural de la nación.
Lo conforman el departamento de Geofísica Espacial, encargado de las investigaciones básicas y aplicadas dirigidas al estudio de la Ionosfera, la Magnetosfera y sus interrelaciones; la geoefectividad de la actividad solar e influencia en la propagación de las ondas electromagnéticas y otras esferas. Además de la modelación matemática de sistemas terrestres y el clima espacial.
El de Astronomía, se centra en la actividad solar, las relaciones Sol-Tierra y los estudios de objetos celestes cercanos a nuestro planeta y del espacio profundo.
Por su parte, el de Geofísica y Geología Ambiental efectúa la cartografía y caracterización de Escenarios de Peligros Geológicos por desarrollo del carso, asociado al ascenso del nivel del mar y de las aguas subterráneas, como consecuencia del Cambio Climático en Cuba.
De igual modo, hace investigaciones de Riesgos Geofísicos y Geológicos naturales e inducidos; estudios de Línea Base Ambiental y de Evaluación de Impacto Ambiental, así como de territoriales y empresariales para el Diagnóstico Ambiental y Posibles Medidas para su Corrección, Erradicación, o Mitigación Oportuna.
Añaden también la labor de cartografía actualizada de Degradación Ambiental de Suelos Agrícolas y de Humedales terrestres, con énfasis en los Riesgos de Erosión y la Desertificación Potencial de los Territorios; la cartografía Territorial de Resistividad Aparente de Suelos, mediante Exploración Geofísica de la Tierra (Sondeo Eléctrico Vertical); y la Evaluación General y Gestión Ambiental de los Recursos Naturales a nivel territorial.
En cuanto a las funciones del departamento de Evaluación de Riesgos están los estudios de riesgos de desastres ante los peligros de origen natural, tecnológico y sanitario y los de escenarios de peligros y vulnerabilidad en la zona costera cubana, asociados al ascenso del nivel medio del mar para los años 2050 y 2100, que tienen vínculo con los impactos del cambio climático.
El área de Informática, Geomática, Comunicación y Gestión del Conocimiento concentra las investigaciones sobre procesamiento, análisis y modelación de la información digital geoespacial y estudios aplicados a la educación y comunicación sobre reducción del riesgo de desastres y adaptación al cambio climático.
Y el de Desarrollo Instrumental y Tecnológico diseña e instala sistemas de protección contra las descargas electro-atmosféricas, de protección contra sobretensiones y aterramientos.
Por Departamento de Comunicación del Citma
Fuentes consultadas:
-https://spaceplace.nasa.gov/asteroid-or-meteor/sp/
-htpps://www.abc.es/ciencia/abci-amenaza-tormenta-solar-anos-201204180000_noticia_amp.html
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