Aunque la mayoría nunca estuvo en su aula, su presencia se les hizo tan familiar en la pequeña pantalla, que su partida, el pasado 2 de agosto, se sintió como la pérdida de un amigo o un pariente cercano.
Profesor e investigador de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana (UH), especialista en Biología Poblacional y Conservación de Recursos Bióticos, Berovides nació en Santiago de Cuba el 22 de septiembre de 1941 y se graduó como Licenciado en Biología en la universidad que celebró en enero su aniversario 295.
Doctor en Ciencias Biológicas y profesor de Mérito de la UH, desarrolló más de una veintena de investigaciones sobre Genética Animal, Ecología y Turismo, y conservación de especies silvestres. Impartió conferencias sobre problemas de la conservación de la biodiversidad en la Universidad Autónoma de México y en la de Panamá.
Desde 1984 trabajó en la protección y su uso sostenible de la biodiversidad en colaboración con el Centro Nacional de Áreas Protegidas y fue reconocido como un destacado ecólogo entre los especialistas de América Latina. Perteneció a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El profe Bero estudió y escribió mucho. Liego, supo comunicarlo con un lenguaje capaz de llegar a un amplio público. Entre sus obras se encuentran Conducta animal: Ecología, ciencia para todos, Los genes en poblaciones, ¿Por qué los animales se comportan así? y Orden y diversidad en el mundo viviente.
Son también de su autoría Protejamos nuestra fauna, Biología evolutiva, ¿Evoluciona aún el hombre?, Diversidad de la vida y su conservación (en coautoría con José L. Gerhartz), ¿Qué nos hace ser humanos?, Genoma, cultura y evolución, Conducta Humana ¿herencia o ambiente?, La vida en la Tierra y en otros mundos, Estudios de la jutía conga (Capromys pilorides) como recurso natural (en coautoría con Cañizares Morera, Maikel – Pimentel Pimentel, Omar).
Berovides fue un fiel seguidor de Darwin y su teoría de la evolución. Según dijo en una entrevista, “Darwin fue un genio y estuvo limitado por los conocimientos de su época…Pero quienes tratan de detractar la teoría de la evolución solo hablan de los desaciertos de Darwin. Su teoría central, la de la selección natural, que dicen algunos que ya está muerta, sigue vivita y coleando. En los artículos que se publican en contra de Darwin se le tergiversa sin ninguna ética”.