No son pocos los lugares, en el sector del comercio y la gastronomía, donde al pedir la carta menú, la respuesta es: “tienes que escanear el QR”. En tiempos de auge de la telefonía celular en Cuba, cobra fuerza el uso de los códigos QR, sin que se sepa mucho de qué se trata. En pocas palabras, los QR son la evolución, hasta que una nueva variante los deje en el pasado.
El código QR (sigla proveniente del inglés de Quick Response), es un código de respuesta rápida. En esencia es el sucesor del código de barras y permite, al ser escaneado, ver la información que contiene.
Según Descubriendo los códigos QR, no hay ninguna razón técnica aparente para que otra simbología 2D no pueda realizar estas aplicaciones tan bien como el código QR.
Los códigos de barras lineales codifican la información en una dimensión, horizontalmente, a través de varias combinaciones de barras oscuras y espacios claros y, por lo general, codifican alrededor de 20 caracteres de datos.
Los símbolos bidimensionales (2D), por otro lado, codifican la información horizontal y verticalmente, codificando los datos de manera más eficiente y en menos espacio que un símbolo lineal.
Según algunas fuentes, el QR permite alojar hasta 4.200 caracteres alfanuméricos, letras, números y caracteres, el equivalente a alojar una página y media de texto en Word.
Cuando las personas quieren saber si su dispositivo es capaz de leer códigos QR sin necesidad de instalar una aplicación específica, necesitan abrir la cámara y dirigirla durante algunos segundos al código QR que quiera escanear. Si la función de escaneo está activada, aparecerá una notificación.
Aunque ahora se han puesto muy de moda, los QR tienen ya casi 30 años. La idea la tuvo el ingeniero japonés Masahiro Hara, de la empresa japonesa Denso-Wave, subsidiaria de Toyota, quien los creó hace 27 años, con el objetivo de mejorar los códigos de barras con un sistema más rápido y que almacenase más información.
Una desventaja que tienen, señalan expertos, es que la información que contienen no es posible leerla a simple vista, algo que también sucede con el código de barras, sino que se necesita de un lector de código QR o un teléfono inteligente para poder leerla.
En 2002, un grupo de operadores de redes, fabricantes de teléfonos y proveedores de servicios japoneses comenzaron a colaborar para crear usos innovadores para las nuevas cámaras en los teléfonos móviles. Su idea favorita fue convertir un teléfono con cámara en un escáner para entregar información codificada, incluidas las URL, directamente a Internet móvil.
Como resultado de esa colaboración, los códigos QR ahora son reconocidos por más del 90% de los usuarios de teléfonos celulares japoneses, y más de la mitad de ellos los utilizan, para un acceso rápido y fácil a la gran cantidad de información que los rodea. Más personas en Japón ahora navegan en la web desde un teléfono móvil que desde una PC. Y los códigos QR se encuentran en todas partes: en materiales publicitarios y promocionales, en paquetes de productos y máquinas expendedoras.
Hoy en día, un número cada vez mayor de teléfonos móviles fuera de Japón también se instalan con lectores de códigos QR, pero el software de lectura gratuito está disponible para la mayoría de las plataformas móviles.
El uso del QR, del que existen dos clases: Model 1, que es la versión inicial desarrollada por Denso Wave, y el segundo, es la versión mejorada del primero y capaz de almacenar más datos, se disparó con la pandemia.
Se considera que como impulso de la tendencia de pagos con código QR se debe a la seguridad de realizar pagos sin efectivo para una experiencia del cliente más segura. Algo similar sucedió en los restaurantes que en buena medida, incluso en Cuba, han sustituido los tradicionales menús impresos por QR.
De acuerdo con el Informe de estadísticas detalladas: uso de códigos QR en todo el mundo antes y después de Covid-19, “la popularidad de los QR crece rápidamente con el crecimiento de los usuarios de teléfonos inteligentes y el uso de Internet. Cuando ocurrió la pandemia de Covid-19, el uso de códigos QR se disparó aún más”.
El reporte indica que en 2021, el 66,6% de la población total del mundo, 5 220 millones de personas utilizan un teléfono móvil, a la vez que se produjo un aumento significativo del 7,3 por ciento delas personas que usaban Internet desde 2020, para una penetración global del 59,5 por ciento.
Cuba, en expansión
En 2022, creció en más de un millón la cifra de usuarios conectados a internet vía telefonía celular, llegando a 6.7 millones de clientes habilitados para navegar, dijo a la prensa en febrero pasado Tania Velázquez Rodríguez, presidenta ejecutiva de Etecsa.
“La vía de mayor demanda fue la 4G, con más de un millón de nuevos usuarios”, precisó y agregó que ese aumento se refleja en el volumen de tráfico, el cual se incrementó un 63% en el mismo periodo, pasando de 189 000 terabytes en 2021 a 309 000 en 2022.
En el actual proceso de bancarización, una de las medidas adoptadas por el Banco Central de Cuba es la disposición en los comercios, que ofrecen venta de bienes y servicios, de incorporar la posibilidad de canales de pago electrónico.
En estos procesos, una de las alternativas más conocidas por los usuarios es el pago por las pasarelas Transfermóvil y EnZona, mediante el código QR, para los pagos en línea de los negocios, no las transferencias, que pueden contratar los comercios estatales y privados.
En el caso de Transfermóvil –desarrollada por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa)– se puede habilitar el pago en línea de los negocios con esta aplicación. En declaraciones a medios de prensa, Héctor Luis Mora Hechavarría, director de Servicios Digitales de Etecsa, explicó que el Bulevar es un portal web, que ofrece la posibilidad a los negocios y comercios estatales o particulares de gestionar los pagos y devoluciones, mediante la aplicación Transfermóvil, como una forma de crecerse en cuanto al comercio digital.
Agregó que los tipos de negocios se dividen en establecimiento físico para el cobro mediante QR en esas instancias y tienda virtual para el cobro online e integración a la API de Transfermóvil. Al respecto, dijo que todos los negocios que estén interesados podrán asociarse al Bulevar, incluyendo puntos de ventas, paladares y cafeterías, las micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme) o entidades estatales.
Para contratar el servicio el cliente debe realizar la contratación digital online mediante el sitio libre de costo, y registrar los datos que se solicitan para la validación. Una vez aceptada recibirá vía correo el anexo que acredita su contratación.
En el caso de las personas jurídicas, una vez que se completan los datos referentes al nombre de la entidad, según el certifico legal de la misma, se declara un número de teléfono corporativo (pospago), que pertenezca a la entidad, se selecciona el tipo de código e inscribe el correo electrónico corporativo y se procede al apartado de cuentas bancarias por tipo (CUP y USD).
Al respecto, en este apartado se contratarán los negocios sobre los cuales se crearán los QR, definiendo el número de la cuenta bancaria de ingresos hacia donde se dirigirán los pagos y el nombre del negocio con el que se desea se muestre en la plataforma.
En el caso de la aplicación EnZona –desarrollada por la Empresa de Tecnologías de la Información para la Defensa (Xetid)– la primera condición es que deben ser usuarios de esta plataforma. Segun dijo a medios de prensa Amanda Cabrera Miralles, jefa del Centro de Operaciones de EnZona, mediante el bulevar.enzona.net los interesados tienen que acceder a Registro, autenticarse con el usuario de EnZona y completar cinco pasos sencillos.
Al inicio se encuentran los datos del propietario que se cargan de forma automática y, aceptando los términos y condiciones, se establece la resolución contractual entre cliente y vendedor y la plataforma.
En un segundo paso, agregó, se proporcionan los datos de comercio y se registra lo concerniente a ello, como nombre, imagen identificativa, la URL en caso de solicitar un comercio con tienda virtual asociada desde EnZona, el objeto social y el correo electrónico.
Cabrera Miralles resaltó que en un tercer momento se proporcionan los datos de la cuenta (nombre, número y naturaleza), el tipo de moneda con el que va a crear el comercio, y a partir de ahí se obtiene el código QR con el que se pueden efectuar pagos en esa cuenta.
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