A 31 años de su fundación, el 19 de noviembre de 1992, y a pocas jornadas de la celebración del Día de la Ciencia Cubana, el Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP), de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, continúa su encargo científico en la esfera biotecnológica.
Fue el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y su convicción de que el futuro de Cuba tenía que ser necesariamente de hombres de ciencia, quien orientó la apertura de la institución científica tras los avances alcanzados por el país en la rama de la biotecnología vegetal, y, en especial, por un grupo de investigadores y profesores del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la casa de altos estudios villaclareña, en los empeños por desarrollar la propagación in vitro de la papa.
La idea, nacida en los años difíciles del período especial, prendió con fuerza en la Universidad villaclareña, que ya estaba comprometida con tareas de envergadura vinculadas con el diseño de una red de biofábricas a lo largo de toda la nación, para dotarlas de las tecnologías de la propagación in vitro de especies como plátanos, bananos y la caña de azúcar, así como entrenar a su personal y asistirlas en su puesta en marcha.
A más de tres décadas de la apertura del IBP, la institución incursiona en varios proyectos de investigación con financiamiento de programas nacionales del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), de tipo sectorial y de desarrollo local, entre otros de colaboración internacional.
María Ileana Oloriz Ortega, investigadora del IBP, expresó a Vanguardia que entre los nuevos emprendimientos del centro, se encuentran las investigaciones dirigidas al desarrollo de métodos biotecnológicos para la obtención de material de plantación de alta calidad genética y fitosanitaria en cultivares de cítricos, a solicitud de la máxima dirección del país.
«El propósito es contribuir con la recuperación del programa citrícola cubano ante la alta demanda de frutas por la población, y el aporte de vitaminas y minerales a la dieta humana.
«A nivel global —destacó—, los cítricos son afectados por plagas. En Cuba la enfermedad Huanglongbin, causada por una bacteria, unido a los efectos de sequías, huracanes y fuertes carencias económicas, limitaron la sostenibilidad del cultivo y condujeron a la pérdida de superficies productivas.
«Si en el año 1990 del siglo pasado el área existente era de unas 145 000 hectáreas y se producía un millón de toneladas de cítricos, en el 2020 se redujo a 11 907 hectáreas.
«La biotecnología vegetal ofrece una alternativa viable para la micropropagación masiva de estos cultivares, de alta calidad genética y fitosanitaria, lo cual puede aportar al Sistema de Producción de Material de Propagación Certificado de Cítricos (SPMPCC) establecido en el país».
El proyecto emprendido por el IBP comenzó a principios de este año; sin embargo, en el 2022 ya había comenzado a establecer algunas metodologías de trabajo.
En estos empeños laboran de conjunto con investigadores del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT), quienes orientaron las prioridades del programa nacional de cítricos, a fin de establecer una metodología de propagación in vitro y adaptación ex vitro de patrones de cítricos para injertos en viveros certificados.
«Actualmente centramos la atención en la propagación de cinco patrones o portainjertos de cítricos, de los cuales hemos logrado establecer la multiplicación in vitro de Citrus macophylla por la tecnología de organogénesis. La adaptación ex vitro de estas vitroplantas ha mostrado un desarrollo vigoroso, incluido el sistema radicular», expresó María Ileana.
«La factibilidad del empleo de estas plantas obtenidas por organogénesis en la producción ha sido confirmada por especialistas de otros países. Parte del objetivo del proyecto es demostrar su valía para las condiciones cubanas y lograr su aceptación entre los productores.
«El IBP ha logrado importantes avances en la embriogénesis somática in vitro de citrange Carrizo, con la obtención de callos embriogénicos y embriones somáticos. A partir de ellos, se han logrado plantas completas que crecen en casas de cultivo.
«Asimismo, trabajamos en el desarrollo de la embriogénesis somática en los otros cuatro cultivares por las enormes ventajas, desde el punto de vista cualitativo y cuantitativo, y por lo que representa el uso de esta tecnología de propagación que ahorra tiempo en el proceso in vitro, y recursos materiales y humanos, además de propiciar una calidad superior de las plantas en comparación con las obtenidas por organogénesis in vitro.
El desarrollo del proyecto es acompañado por especialistas villaclareños del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (Inisav), en estrecho vínculo con la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UCLV para la formación científica de estudiantes.
La propuesta permitirá incrementar las áreas productivas de cítricos en Cuba y la diversificación de las producciones agrícolas, así como una mayor producción de frutas frescas para el consumo de la población.
Tomado de Vanguardia
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