El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, participó este lunes en las celebraciones por los 330 años de la fundación de la ciudad de Santa Clara.
El Obispo de Santa Clara saludó personalmente a Díaz-Canel, después de bendecir a la urbe. Luego el coro Vocal Musas animó con sus voces la celebración.
El sacerdote expresó que en este buen día de fiesta, la alegría y la esperanza no falten en nuestros corazones.
Frente a la Galería Arche de la UNEAC, los repentistas le cantaron a las familias remedianas que fundaron la capital villaclareña hace 330 años.
Acompañado de su esposa Lis Cuesta, el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros terminó el recorrido a pie hasta el parque Vidal, con silencioso homenaje a la benefactora de la Ciudad, Marta Abreu ante su monumento.
Luego cruzaron la calle atravesando una bulliciosa multitud de santaclareños que gritaron su afecto al coterráneo: “Te queremos Díaz-Canel”.
La Asamblea que comience –dijo-; el pueblo, que es la vida de la ciudad, que brinde, que festeje, que aplauda y labore por la bienaventuranza.
Desde un palco del emblemático teatro, el diputado Miguel Díaz-Canel Bermúdez asistió a la sesión solemne de la Asamblea Municipal de Santa Clara, donde fueron entregadas diversas distinciones a hombres y mujeres que desde sus años y esfuerzos hacen de esta villa gloriosa una ciudad más bella, honorable, comprometida con el desarrollo de su país y de su gente, que mantiene vivas sus tradiciones y esencias.
Sobre el pecho de Marta Anido Gómez-Lubián, colocó el Presidente cubano la Medalla Alejo Carpentier, que otorga el Consejo de Estado, en reconocimiento a sus años de labor para promover y enaltecer la cultura. El cálido aplauso de los allí presentes sobrecoge el alma, ella es para muchos inspiración e historia.
Luego el homenaje al Presidente, santaclareño de pura cepa, a quien desde los más diversos escenarios el pueblo ha querido hacer llegar una y otra vez su cariño, su agradecimiento infinito. En nombre de ese pueblo que lo vio nacer y lo forjó como revolucionario, recibió emocionado Díaz-Canel, de manos de Yaritza Moya Caballero, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, una hermosa obra con instantáneas de la ciudad de Santa Clara.
“¡Qué Santa Clara siga siendo más santa y más clara! ¡Felicidades Santa Clara!” Se despidió el Presidente Díaz-Canel de su pueblo tras sembrar, junto a otros hijos ilustres de la ciudad, el tamarindo 330 en la Loma del Capiro, una hermosa tradición con la cual se recuerda el nacimiento de la urbe.
Radio Rebelde, ACN, PL, Twitter
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