Expertos de la ciencia cubana descartan peligros para Cuba por el momento debido a la emisión de dióxido de azufre que ha provocado la erupción del volcán hawaiano Mauna Loa (Montaña grande), considerado el volcán activo más grande del mundo, el pasado domingo 27 de noviembre.
Una actualización del 6 de diciembre indica que las estimaciones reportadas muestran un “incremento de concentraciones de dióxido de azufre” en superficie “respecto a los valores usuales”.
Según una nota emitida por el Observatorio Geodinámico del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente,
“aunque no ofrece peligro de manera directa ni a los habitantes de la isla de Hawái ni de ningún otro lugar, el dióxido de azufre que emana de él, presenta altos niveles de concentración en las capas altas de la atmósfera del Golfo de México y la región occidental del país”.
Al respecto, el parte emitido por el CENAIS el 4 de diciembre consideró que la situación debía ser evaluada por las autoridades medioambientales cubanas, por las posibles afectaciones que pueda causar a la salud humana y otras como lluvias ácidas, aspectos que se están evaluando en otros países donde está llegando este gas proveniente del volcán.
Un Aviso Especial del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera del Instituto de Meteorología dio a conocer que se realiza un pronóstico semanal utilizando las salidas del modelo global de Calidad del Aire SILAM (System for Integrated modeLling of Atmospheric coMposition), perteneciente al proyecto Copernicus.
Durante la presente semana, del 5 al 9 de diciembre del 2022, indica que no se detecta sobre el territorio nacional concentraciones en superficie del dióxido de azufre (SO2) que supere la concentración máxima admisible de 45 microgramos por metro cúbico (μg/m3, unidad empleada para medir la cantidad de contaminantes suspendidos en el aire) en 24 horas, según la norma cubana NC 1020:2014.
Elaborado por la doctora Rosemary López Lee, del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera del Instituto de Meteorología, agrega a su vez que debido a la situación actual, se continúa en vigilancia, mediante el SILAM y de mediciones en superficie desde la estación meteorológica de Casablanca.
Una información publicada por el Observatorio Científico a partir de información de López Lee, señala que los mapas muestran que en las capas superiores de la atmósfera los valores registrados sí pueden ser superiores.
“Sin embargo, las concentraciones en la superficie son muy inferiores a lo que se muestra en esas imágenes, Por tanto, no afecta hasta el momento el aire que respiramos”, indica el Observatorio Científico en una publicación compartida en Facebook.
Los gases volcánicos, principalmente dióxido de azufre, se concentran en los alrededores del cráter y los respiraderos del volcán. Estos pueden llegar a combinarse con otras partículas del ambiente y formar niebla tóxica conocida como ‘vog’, que puede extenderse en toda la isla e incluso llegar a otras zonas del estado. La exposición a esta niebla tóxica puede provocar ardor ocular, dolores de cabeza y garganta. Para aquellas personas que tienen asma u otros problemas respiratorios podría ser de importancia médica
El Maula Loa, en la Isla de Hawái, es uno de los cinco volcanes que junto al Kohala, Hualalai, Kilauea y Mauna Kea forman la isla de Hawái, en el océano Pacífico. Con una altura de 4.169 metros, el Montaña grande no entraba en erupción desde 1984 y en aquella ocasión duró 22 días. De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, ha entrado en erupción 33 veces desde 1843.
El programa Copernicus el cual pertenece SILAM es un proyecto de observación de la tierra de la Unión Europea dirigido al monitoreo y análisis del planeta y su medio ambiente, sus cambios e influencia en la vida, para contribuir a la protección del entorno, la salud y la seguridad de las personas.