La crisis climática provocó seis semanas adicionales de días peligrosamente calurosos en 2024 para la persona promedio, potenciando el efecto nocivo de las olas de calor en todo el mundo.
Los efectos del calentamiento global causado por el hombre fueron mucho peores para algunas personas, según un análisis de World Weather Attribution (WWALa crisis climática provocó seis semanas adicionales de días peligrosamente calurosos en 2024 para la persona promedio, potenciando el efecto nocivo de las olas de calor en todo el mundo.) y Climate Central. Los más afectados fueron los de los Estados insulares del Caribe y el Pacífico. Muchos soportaron unos 150 días más de calor peligroso de los que habrían soportado sin el calentamiento global, casi la mitad del año.
Casi la mitad de los países del mundo soportaron al menos dos meses de temperaturas de alto riesgo. Incluso en los lugares menos afectados, como Reino Unido, Estados Unidos y Australia, la contaminación de carbono procedente de la quema de combustibles fósiles ha provocado tres semanas adicionales de temperaturas elevadas.
Días adicionales con temperaturas superiores al percentil 90 debido a la crisis climática, del 1 de enero al 11 de diciembre de 2024. Aproximadamente la mitad de las naciones del mundo soportaron al menos dos meses de temperaturas de alto riesgo en 2024.
Gráfico: The Guardian con datos de World Weather Attribution y Climate Central.
El empeoramiento de las olas de calor es la consecuencia más mortal de la emergencia climática. El fin de la quema de carbón, petróleo y gas era vital para impedir que los efectos empeoren aún más, dijeron los científicos, y se pronostica que 2024 será el año más caluroso registrado con emisiones de carbono récord.
Los investigadores pidieron que las muertes por olas de calor se informen en tiempo real, ya que los datos actuales son una “subestimación muy grave” debido a la falta de seguimiento. Es posible que millones de personas hayan muerto como resultado del calentamiento global provocado por el hombre en las últimas décadas.
“Los efectos del calentamiento por combustibles fósiles nunca han sido más claros ni más devastadores que en 2024 y han causado un sufrimiento implacable”, dijo la Dra. Friederike Otto, del Imperial College de Londres y codirectora de WWA.
“Las inundaciones en España, los huracanes en Estados Unidos, la sequía en el Amazonas y las inundaciones en África son solo algunos ejemplos. Sabemos exactamente lo que debemos hacer para evitar que las cosas empeoren: dejar de quemar combustibles fósiles”, afirmó.
Joseph Giguere, técnico de investigación de Climate Central, dijo que “casi en todas partes de la Tierra, las temperaturas diarias lo suficientemente altas como para amenazar la salud humana se han vuelto más comunes debido al cambio climático”.
The Guardian reveló en noviembre que la crisis climática había causado docenas de olas de calor previamente imposibles, además de hacer que cientos de otros eventos climáticos extremos fueran más severos o más probables de ocurrir.
El nuevo análisis identificó los “días de calor peligrosos” locales calculando la temperatura umbral para el 10% de los días más calurosos entre 1991 y 2020. Estos días están asociados con mayores riesgos para la salud.
Los investigadores compararon entonces la cantidad de días que superaron este umbral en 2024 con los de un escenario sin calentamiento global para calcular cuántos días calurosos adicionales fueron causados por la crisis climática.
Encontraron que la persona promedio estuvo expuesta a 41 días más de calor peligroso, lo que destaca cómo la crisis climática está exponiendo a millones de personas más a temperaturas peligrosas durante períodos más largos del año.
Indonesia, con 280 millones de habitantes, experimentó 122 días de calor peligroso adicional, al igual que Singapur y muchos Estados de América Central.
En Medio Oriente, la gente de Arabia Saudita soportó 70 días calurosos adicionales, en un año en el que al menos 1 300 peregrinos del Hajj murieron durante el calor extremo.
Brasil y Bangladesh soportaron alrededor de 50 días calurosos adicionales, mientras que España, Noruega y los países balcánicos tuvieron un mes adicional de altas temperaturas.
Cinco mil millones de personas, casi dos tercios de la población mundial, experimentaron temperaturas más elevadas, cuya probabilidad de ocurrencia fue al menos el doble debido al calentamiento global, el 21 de julio, uno de los días más calurosos del año.
Los huracanes también fueron potenciados por la crisis climática en 2024.
Kristina Dahl, vicepresidenta de ciencia en Climate Central, dijo que “nuestros análisis han demostrado que todos los huracanes del Atlántico de este año se hicieron más fuertes por el cambio climático, y que los huracanes Beryl y Milton, que fueron tormentas de categoría cinco, no habrían alcanzado ese nivel si no fuera por el cambio climático”.
Un análisis reciente de la WWA mostró que una secuencia extraordinaria de seis tifones en Filipinas en 30 días, que afectaron a 13 millones de personas, se hizo más probable y más severa debido al calentamiento global.
Julie Arrighi, directora de programas del Centro Climático de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, sostuvo que “otro año devastador de clima extremo ha demostrado que no estamos bien preparados para la vida en el nivel actual de calentamiento. En 2025, es crucial que todos los países aceleren los esfuerzos para adaptarse al cambio climático y que los países ricos proporcionen fondos para ayudar a los países en desarrollo a ser más resilientes”.
Las medidas deberían incluir mejores sistemas de alerta temprana, que salvan vidas, y la notificación de muertes por calor, dijeron los investigadores.
“En la mayoría de los países no hay ningún informe sobre las olas de calor, lo que significa que las cifras que tenemos son siempre una subestimación muy grande”, dijo Otto.
“Si no podemos comunicar de manera convincente que, en realidad, muchas personas están muriendo, es mucho más difícil crear conciencia de que las olas de calor son, con diferencia, los fenómenos extremos más letales, y son los fenómenos extremos en los que el cambio climático supone un verdadero cambio de paradigma”.
Tomado de The Guardian