Una representación de diferentes ministerios y entidades de Cuba asiste a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se desarrolla del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
La delegación la integran representantes y expertos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Energía y Minas, el Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, el grupo empresarial AZCUBA, así como proyectos que realizarán sus presentaciones en el Pabellón de Cuba en la COP 28.
En esta ocasión particular, Cuba asiste como país y a su vez, como presidente pro tempore del Grupo de los 77 más China, donde defenderá la posición de las 134 naciones que integran ese bloque.
Según destacó la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Elba Rosa Pérez Montoya, en programa televisivo Mesa redonda a propósito de la COP 28, en Cuba existe no solo una percepción de los efectos del cambio climático, sino también una voluntad política del estado cubano para enfrentarlo, en medio de un bloqueo que se ha acrecentado, dedicándole esfuerzos y recursos.
Pese a que todavía existen quienes manifiestan que el cambio climático es una falacia, este tiene que ver con todos “porque impacta en la agricultura, impacta en la salud, impacta en el tema de la electricidad y el transporte” y Cuba está preparándose todos los días para minimizar sus efectos.
De acuerdo con Pérez Montoya, expertos del Citma y otras instituciones trabajan intensamente en hacer propuestas sobre cómo minimizar esos efectos, que tienen impacto en las personas. “Se llama Tarea Vida porque por lo que estamos apostamos es a la vida de las cubanas y los cubanos”, destacó en alusión el Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático.
“Cuba es escuchada porque también porque habla en nombre de los pequeños estados insulares, habla en nombre del Grupo de los 77 más China y de los países subdesarrollados”, enfatizó.
A su vez, la ministra del Citma anticipó que Cuba, en su capacidad nacional, presentará en la COP 28 algunas iniciativas, entre ellas la Alianza Internacional para la circularidad de la agroindustria de la caña de azúcar resiliente y baja en carbono. “No estamos hablando de dar un salto en la producción de azúcar, sino en la caña porque la caña es lo que va a propiciar que tengamos el azúcar y otros derivados”, dijo y explicó su relación con el cambio climático en aspectos como el suelo, la temperatura, el agua.
“Vamos a la COP con un grupo de expertos que han estudiado mucho, que tienen las evidencias de la ciencia y, por otro lado, como un país que en medio de las circunstancias, sin financiamiento prometido, un Estado que propicia que se hagan todos los análisis de manera diferenciada por naciones”, enfatizó.
La Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP) es el órgano supremo de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Todos los Estados que son Partes en la Convención están representados en la COP, donde se examina la aplicación de la Convención y de cualquier otro instrumento jurídico que la COP adopte, y toman las decisiones necesarias para promover la aplicación efectiva de la Convención, incluidos los arreglos institucionales y administrativos.
Organizada anualmente, desde 1995, el acrónimo COP hace referencia a Conference of the Parties (por su nombre en inglés). Estas conferencias fueron establecidas por la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas (UNFCCC en inglés) en la Cumbre de la Tierra que tuvo lugar en Río de Janeiro, en 1992.
Reconociendo la naturaleza global de la emergencia climática y sus diferentes impactos en las comunidades y sociedades, esta cumbre se celebra en un contexto internacional complejo que, sin duda, repercutirá en el devenir de las negociaciones. A pesar de ello, la meta debe de estar clara: el objetivo del 1,5 °C no puede retroceder.