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Cuba: Erradicar el analfabetismo, primera acción de justicia social

Nada ni nadie pudo impedir el triunfo de la luz de la enseñanza en Cuba, la cual abrió definitivamente los caminos del saber y el progreso para el pueblo cubano.

El 22 de diciembre de 1961 culminó exitosamente la Campaña Nacional de Alfabetización y, en una gigantesca manifestación pública en esta capital, se declaró el primer territorio libre de analfabetismo en América, un hecho continental sin precedente.

Sucedió en la Plaza de la Revolución -ante el monumento al héroe nacional José Martí, quien fue el inspirador de esta obra de justicia social-, donde miles de jóvenes alfabetizadores portadores de faroles chinos y grandes lápices, junto a sus manuales y cuartillas, corearon haber cumplido y qué otra cosa tenían que hacer.

Hubo más de 300 mil participantes en la Campaña: en primer lugar 35 mil maestros voluntarios, 121 mil Alfabetizadores Populares; 100 mil brigadistas Conrado Benítez; 15 mil brigadistas Patria o Muerte; entre ellos mártires asesinados por la contrarrevolución.

Fueron alfabetizados 707 mil cubanos; el índice de analfabetismo en Cuba quedó reducido a 3,9 por ciento de su población total, entre ellos personas de avanzada edad e impedidos mentales, así como a 25 mil haitianos residentes en las zonas agrícolas de Oriente y Camagüey, quienes no dominaban el idioma español.

EL LASTRE DEL ANALFABETISMO

El problema de la educación fue uno de los esenciales que motivó al líder Fidel Castro Ruz (1926-2016) y sus jóvenes compañeros a comenzar la lucha revolucionaria el 26 de julio de 1953, con los asaltos a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, y Céspedes, de Bayamo.

Según datos de la época, con una población de alrededor de 5,8 millones de habitantes, había en Cuba más de medio millón de niños sin escuelas, 10 mil maestros sin trabajo y la Enseñanza Primaria llegaba sólo a la mitad de la población escolar.

La Enseñanza Media y Superior era para minorías, se ofrecía solamente en grandes núcleos de población urbana.

De más de un millón de analfabetos y semi-analfabetos, mayores de 10 años, el 11,6 por ciento era población urbana y el 41,7, rural.

En su alegato de autodefensa Fidel expresó: en los problemas de la tierra, la industrialización, de la vivienda, el desempleo, la educación y de la salud del pueblo; he ahí concentrados los seis puntos a cuya solución se hubieran encaminado resueltamente nuestros esfuerzos.

Un gobierno revolucionario procedería a la reforma integral de nuestra enseñanza, poniéndola a tono con las iniciativas anteriores, para preparar debidamente a las generaciones que están llamadas a vivir en una patria más feliz, afirmó ante el Tribunal el 16 de octubre de 1953.

UNA REVOLUCIÓN EDUCACIONAL EN MARCHA

Soldados rebeldes y población serrana fueron enseñados a leer y escribir en los meses de guerra; tras el triunfo del Primero de Enero de 1959, comenzó a vertebrarse la hazaña.

Durante un plazo corto, 69 cuarteles militares fueron convertidos en escuelas; el 14 de septiembre de 1959 en La Habana, la fortaleza de Columbia -la mayor del país- pasó a ser Ciudad Escolar Libertad y el 28 de enero de 1960 también el cuartel Moncada.

El Consejo de Ministros, mediante la Ley 561, creó 10 mil aulas y autorizó el nombramiento de cuatro mil maestros (18 de septiembre de 1959) y tres mil aulas rurales (15 de febrero de 1960). El programa consistía en la escolarización de toda la población infantil, una Campaña Nacional de Alfabetización y la postalfabetización.

Al comparecer en las Naciones Unidas, en septiembre de 1960, el Comandante en Jefe y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario Fidel Castro, anunció que en 1961 se realizaría en Cuba la Campaña de Alfabetización.

El 29 de agosto de 1960, en la graduación del primer contingente de maestros voluntarios, Fidel había adelantado que en 1961 se libraría la batalla contra el analfabetismo, el cual debía ser liquidado ese año. El denominado Año de la Educación fue esperado el 31 de diciembre en Ciudad libertad por Fidel Castro y miles de maestros, con el firme propósito de cumplir con la educación y la defensa, en medio de una movilización popular ante planes agresivos de Washington y la organización de grupos de contrarrevolucionarios.

El 3 de enero de 1961 el gobierno de Estados Unidos rompió las relaciones diplomáticas con Cuba; pocos días después ocurrió el asesinato del joven maestro voluntario Conrado Benítez, de 18 años, quien enseñaba a niños y campesinos en las montañas del Escambray.

En abril de 1961 la Casa Blanca hizo desembarcar en Cuba una brigada mercenaria en la bahía de Cochinos, la cual resultó derrotada en menos de 72 horas, en Playa Girón, Ciénaga de Zapata, lugar apartado donde ya se alfabetizaba.

Benítez fue el primer mártir pero le siguieron otros; uno de los últimos resultó Manuel Ascunce Domenech, de 16 años, el 26 de noviembre de 1961, también en el Escambray, junto su alumno el campesino Pedro Lantigua.

arb/MDV

(*) Historiadora, periodista y colaboradora de Prensa Latina

Tomado de Prensa Latina

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