Cada año Cuba rinde homenaje al bioquímico y científico francés André Voisin en el anivesario de su natalicio, el 7 de enero. En esta ocasión, se cumplen 120 años de su nacimiento, en Dieppe, en la Alta Normandía una región costera de Francia.
Versó sus estudios en las ciencias agrícolas y se enfocó en la alimentación efectiva del ganado. La importancia del suministro de una hierba no contaminada con los productos químicos, que ya en su época inundaban el mercado, fue el objeto principal de sus estudios, así como su implicación para la salud humana y las consecuencias que tendría consumir una carne contaminada a la luz de los productos industriales.
Voisin, mayormente conocido por desarrollar la teoría del Pastoreo Racional, también nombrado como Pastoreo Intensivo Racional, movido por su humanismo no dudó en ayudar a la nación caribeña.
André Marcel Voisin dictó conferencias en la capital habanera, en 1964, a partir de una invitación que le hiciera el líder cubano, Fidel Castro, quien al conocer de su labor lo invitó a la mayor de las Antillas para, a través de sus lecciones, introducir su técnica del pastoreo racional.
Cuentan algunas investigaciones que la invitación despertó cierta confusión en Voisin porque no podía ni siquiera suponer que alguien de la jerarquía política de Fidel se interesase por los temas relativos a sus investigaciones e incluso invitarlo para compartir sus apreciaciones. Acto seguido inició una carrera contra el tiempo para aprender de Cuba y su agricultura.
A través de la embajada hizo llegar las conferencias que impartiría. El docente experimentado sugirió que sus discípulos pudieran estudiar y preparase para los temas que en unas semanas iban a recibir. La Habana se preparó para acoger a tan importante personalidad de la época.
La Habana recibió el 3 de diciembre de 1964 al prominente investigador francés acompañado de su esposa. Brasil y Cuba fueron los únicos países de Latinoamérica que visitó.
Durante 18 días, el Doctor Honoris Causa impartió ocho clases de un curso de diez, acerca de la Influencia del suelo sobre el animal a través de las plantas; sorprendiéndolo la muerte, el 21 de diciembre de 1964.
Los restos mortales de Voisin descansan hoy en la Necrópolis de Colón. Se construyó una bóveda, por instrucciones de la alta dirección de la Revolución, para este sublime investigador, que dignificara la vida que tuvo y su tributo a las ciencias. Se hizo de mármol bien cubano, traído de la actual Isla de la Juventud, sobre el cual se inscribió su apellido. Obedecía así, la vida o la providencia, a un deseo del propio Voisin de que sus restos quedaran allí donde muriera.
Sus obras científicas, asociadas a nuevas concepciones, para Cuba, se basaban en la importancia de los pastos, con una visión integral sobre su utilización. Todos sus libros fueron donados y forman parte de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC).