Quien visita el hotel Iberostar Selection Varadero puede darse cuenta a simple vista de que es un destino turístico diferente. Además de la esmerada atención de su personal, su miniclub modernizado y su impresionante parque acuático para el disfrute infantil, esta instalación sobresale por la cultura sostenible y amigable con el medio ambiente que defienden trabajadores y clientes.
Pequeños detalles dejan entrever cuánto se hace aquí por la protección del medio ambiente y el respeto a prácticas tan necesarias como el reciclaje. Tan solo basta una vuelta por la planta purificadora de agua, para observar el compromiso de quienes laboran en la institución con cuestiones que ya se implementan desde hace algunos años en el hotel, entre ellas la eliminación de plásticos de un solo uso.
Allí puede verse al maître Martín Herranz Ortiz, apoyando en las labores de desinfección de los envases y la purificación del líquido, que llenará entre 800 y mil botellas en el día.
Sin embargo, esta es tan solo una de las acciones que desarrolla este centro para garantizar la sostenibilidad y el cuidado del entorno.
OLA DE CAMBIO
Aunque este turismo sostenible del cual son pioneros en la Isla pudiera parecer una novedad dentro de la prestación de este tipo de servicios, no es nada desconocido para la cadena Iberostar, pues desde hace algunos años su dirección apuesta por la sostenibilidad como práctica en cada una de las acciones que realizan como empresa.
Que el planeta sea un lugar cada vez mejor para sus habitantes y las futuras generaciones es una de las premisas de la cadena hotelera española, que desarrolla el movimiento Wave of change (Ola de cambio), el cual contribuye a la mejor salud de mares y océanos, con acciones específicas y demostrando que es posible disfrutar de las vacaciones siendo respetuosos con el medio ambiente.
Desde su inicio, tres han sido las líneas de acción en las que se ha centrado la dirección del Iberostar Selection Varadero: la eliminación del consumo del plástico de un solo uso, el fomento de la pesca sostenible y la mejora de la salud costera.
Con el desarrollo del movimiento las expectativas han crecido y en la actualidad han puesto la mirada en llegar al 2025 con residuos cero y al 2030 con la cualidad de neutros en emisiones de carbono, para lo cual han trazado su estrategia.
Según explica Mauryn Ojeda, especialista de calidad desde 2019, no tienen plásticos de un solo uso. Además, “trabajamos en esa línea basados en el desarrollo de una economía circular, o sea, tirar a la basura la menor cantidad de residuos posibles e intentar utilizarlos y reciclarlos”.
Parecería difícil en el actual contexto económico que vive la Isla emprender iniciativas como esta. Sin embargo, el director general Manuel Vázquez Crespo se encarga de despejar las dudas.
“Se incorporaron dispensadores de gel, champú y jabón, basados en el concepto de que sean rellenables para no generar potes plásticos; también se embotella el agua en envases de cristal y de esa forma se eliminaron los pomos plásticos. Para ello fue necesario construir un cuarto de embotellamiento de agua con las certificaciones sanitarias que garantizan que esté apta para el consumo”.
Asimismo, se eliminaron las bolsas de nailon y se buscaron otras alternativas derivadas del papel, además de utilizar absorbentes biodegradables.
Aclara Vázquez Crespo que desde el punto de vista económico también genera beneficios; el principal es la percepción del cliente de que la empresa trabaja en el cuidado del medioambiente y en una economía sostenible. “Eso las generaciones lo irán aceptando cada vez mejor”.
Otra de las líneas que explota la institución es el fomento de la pesca sostenible. “Defendemos que sea en el tiempo establecido y venga con los certificados de calidad del proveedor, que no se consuman especies en extinción y que su captura esté dentro de los tiempos de pesca. Por ejemplo, si hay destinos que no pueden servir langosta porque es época de veda, pues no se sirve y se le explica al cliente”, argumenta.
La tercera línea en la que se enfrasca la cadena hotelera es la protección de la duna, de gran significación si tenemos en cuenta que muchos de sus hoteles están situados en entornos marinos.
De conjunto con el Centro de Servicios Ambientales de Matanzas, desarrollan acciones destinadas a recoger los residuos que aparecen en la playa y la arena y controlar las plantas invasoras.
SOSTENIBILIDAD, MÁS QUE UN ESLOGAN
“La sostenibilidad está ya insertada dentro de la misión y valores de la Empresa, brindamos servicios turísticos de calidad, pero englobados en el marco de esa premisa. Lo que hacemos no solo tiene los componentes operacionales de gastronomía, animación; también vemos que sea sostenible, y si no lo es, pues se desecha”, añade Vázquez Crespo.
De esta forma avanzan igualmente en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por la Organización de Naciones Unidas. Así apuestan por ser consecuentes con las 3 R: reducir, reciclar y reusar la mayor cantidad de residuos posibles, logrando incrementar la economía circular, uno de los objetivos de la dirección del país.
“Existían ciertos elementos que desechábamos porque no sabíamos cómo reciclarlos. Hemos logrado darle una salida a partir de acuerdos con diferentes instituciones como la Empresa de Materias Primas. Hoy estas alianzas nos permiten derivar de forma sostenible la grasa de cocina, las baterías, la porcelana, los corchos de botella, para que puedan formar parte de otros procesos y no dejarlos en el vertedero”.
Por su parte, Mauryn refiere que ha sido una experiencia muy importante para el colectivo que, además de trabajar basado en las normas internacionales y cubanas para lograr la satisfacción plena del cliente, lo hace con el propósito de ser sostenibles y contribuir al cuidado del medioambiente.
“Tenemos una planta de tratamiento de agua. Nos basamos en el consumo responsable de energía, tenemos instalada en nuestra red dos paneles solares, uno para el calentamiento de la piscina del spa, que está climatizada, y estamos terminando la instalación de placas solares masivas para calentar el agua que nos ayuda a la generación de energía sostenible”.
No obstante, esta experiencia no queda solo en el marco de la instalación turística, también irradia a la comunidad. Así enseñan a los alumnos de la escuela Vilo Acuña, de Cárdenas, buenas prácticas sobre la protección y cuidado del medioambiente y de sostenibilidad.
Además, forman parte del proyecto del Citma Adopta un árbol y salva la duna, en el que se involucran trabajadores, clientes y la comunidad en la repoblación de plantas autóctonas de la península.
“También apadrinamos la escuela especial de Varadero, el Hogar de Niños sin amparo familiar en Matanzas y a una familia de un trabajador del turismo discapacitado, pues dentro de los objetivos sostenibles está lograr la igualdad y ello nos lo tomamos en serio”.
Con esa misma seriedad se reconoce la labor del Iberostar Selection Varadero; no en balde han recibido el Premio Provincial de Calidad, el Premio Nacional de Medioambiente, y se convirtieron en el primer hotel en el país en merecer el Premio Iberoamericano de la Calidad.
“Estos premios nos ayudan en la comercialización del hotel. Los clientes conocen sobre sostenibilidad y nuestros empleados han asimilado bien este proyecto porque sabemos que estamos en el camino del desarrollo, en no tirar nada, en reciclar y reusar. Ya hasta en nuestra vida personal lo aplicamos”, afirma Mauryn.
Tomado de Girón
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