Cada mes, la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) organiza una sesión de Puertas Abiertas para escuchar e intercambiar acerca de ciencia, medio ambiente, tecnología, descubrimientos, caídas de meteoritos…bajo la máxima martiana de “poner la ciencia en lengua diaria, he ahí un gran bien que pocos hacen”.
Esta práctica, que lamentablemente en algunas ocasiones no llena ese espacio de tanto prestigio e historia como lo es el Paraninfo de la academia, reúne a científicos, ambientalistas, estudiantes, profesores y personas interesadas, que dedican su tiempo a acercarse al conocimiento.
La más reciente ponente fue la doctora en Ciencias Maritza García García, presidenta de la Agencia de Medio Ambiente (AMA), un órgano de dirección superior del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), quien intercambio con estudiantes de diferentes niveles de enseñanza sobre qué se está haciendo en Cuba para proteger la Tierra, la temática del cambio climático, la vulnerabilidad de la zona costera cubana al incremento del nivel medio del mar, entre otras.
Para nosotros, dijo García, es importante compartir con ellos el conocimiento, no solo como persona que le ha dedicado a las ciencias medioambientales, sino los resultados y experiencias de las instituciones, que hoy son 22 centros de investigación y servicios ambientales que encontramos a todo lo largo y ancho de nuestra isla.
Según dijo, “esa es la alta responsabilidad y sobre todo, trasladarles el amor, la tranquilidad de que a pesar de todas estas problemáticas que hoy tenemos, que están identificadas y en las que los científicos estamos trabajando, tengan la plena seguridad y la tranquilidad de que lo que tenemos que aprender es vivir con ella y hacer cada día mejores seres humanos y a compartir mejor todo lo relacionado con el medio ambiente”.
La presidenta de AMA llamó a que el cuidado del medio ambiente no sea un eslogan, “no se trata de que en la casa o en la escuela actuemos de una manera y cuando estemos en la calle, con un grupo de amigos, lo hagamos de otra manera, se trata de verdad, de tener primero amor y conciencia, que es por lo que nuestro país también le ha puesto a estas temáticas muchas actividades y mucho amor y yo creo que eso es lo que nos distingue a nosotros como cubanos”.
Para Roberto Pérez Esquivel, Coordinador del programa Naturaleza y comunidad, de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la naturaleza y el hombre, “esta academia de ciencia tiene un significado simbólico y científico muy grande y la iniciativa de tener estas Puertas Abiertas y de invitar académicos, doctores en ciencia, especialistas, al gran público, a los jóvenes, a los niños, a las escuelas, me parece muy importante”.
No solo como divulgación científica, dijo, “sino para comunicar al gran público los avances de la ciencia cubana”.