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“En esta Asamblea está el pueblo de Cuba”

El líder de la Revolución, General de Ejército Raúl Castro Ruz, felicitó a Miguel Díaz-Canel Bermúdez y a Salvador Valdés Mesa.

Al pronunciar su discurso de toma de posesión durante la Sesión Constitutiva de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, afirmó que «en esta Asamblea está el pueblo de Cuba»

«Cuba es un sentimiento. Y es una fuerza capaz de enfrentar y vencer los peores vendavales». La frase, dicha en la voz de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, resumió la dignidad, el ejemplo y el coraje de un pueblo que, en medio de difíciles circunstancias, ha sabido vencer obstáculos de todo tipo, recrudecidos en los últimos cinco años.

Al pronunciar su discurso de toma de posesión durante la Sesión Constitutiva de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde participó el líder de la Revolución, General de Ejército Raúl Castro Ruz, el Presidente cubano recordó que «el 19 de abril de 1961, en las arenas de Playa Girón, Cuba ganó el derecho a celebrar este día, al propinarle su primera gran derrota al imperialismo en América».

«Es tan épica esa victoria que, 62 años después, los derrotados no han podido perdonarnos. Y es gracias a esa victoria que hoy instalamos, por décima vez, la Asamblea del Pueblo», aseguró el mandatario.

En el salón plenario del Palacio de Convenciones de La Habana, al hablar también como diputado al Parlamento, Díaz-Canel subrayó que «cada uno de nosotros está sentado aquí para defender los intereses de la mayoría, y no vamos a cobrar más ni vamos a recibir prebendas por ejercer como diputadas o diputados, como sí ocurre en tantos países que presumen de modelos democráticos multipartidistas».

El Jefe del Estado ratificó que «Cuba defiende el Partido único, garantía de la unidad desde que José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano». Con esa irrenunciable idea argumentó cómo la nación ha enfrentado durante dos siglos las amenazas de sucesivos gobiernos estadounidenses que han pretendido doblegar a nuestro pueblo.

«Ni un solo día en estos años, hemos dejado de sentir los golpes de esa guerra no declarada contra la economía y la sociedad; contra la vida cotidiana y los sueños de progreso de toda una nación», acotó.

Díaz-Canel aseveró que «así como recordamos Girón, recordaremos siempre la crueldad del bloqueo reforzado, en condiciones de pandemia; la infame inclusión de Cuba en una lista de supuestos patrocinadores del terrorismo para sitiar todas las vías financieras. El oxígeno que se negaron a darnos, mientras estimulaban rebeliones callejeras, de algún modo nos los negaban ya, al cerrar cada posibilidad de comercio o financiamiento».

Al referirse a todas las presiones externas y los ataques de los enemigos de la Revolución, el Presidente cubano aseguró que «de todas esas batallas va saliendo vencedor el pueblo y no tengo ninguna duda de que, como en Girón, seguiremos venciendo. Cuba mantiene intacta su línea de principios y su disposición al diálogo, sin presiones ni condicionamientos».

En sus palabras, Díaz-Canel expresó la convicción de que un día, más temprano que tarde, tendrá que cesar la política de la hegemonía y Cuba podrá probar hasta dónde puede llegar una nación de gente noble, creativa y talentosa, unida en torno a objetivos claros, si se le libera de presiones y bloqueos.

Ahora, concentrémonos en lo que nos toca y podemos hacer, incluso atados de pies y manos, insistió el dignatario. «Para pensar y trabajar juntos, pasando por encima de esas condiciones que no podemos cambiar, se funda esta X Legislatura», enfatizó.

En su intervención, reflexionó que «todos nosotros tendremos ahora menos tiempo para nuestras familias y profesiones; menos horas de descanso. Solo nos esperan mayores responsabilidades y un elevado deber: servir al pueblo de Cuba, conectados siempre con sus demandas y necesidades».

Al valorar qué debe distinguir a la nueva legislatura -que lo reeligió como Presidente de la República-  se refirió al «contacto permanente con los barrios, con las comunidades, con los que nos eligieron, conscientes de que no podemos hacer milagros, pero sí podemos transformar la desafiante realidad de Cuba hoy, si logramos crear la sinergia indispensable entre los esfuerzos individuales y colectivos; entre los barrios y los municipios; entre los municipios y la provincia, entre las provincias y la nación».

Díaz-Canel recordó que, «desde los primeros tiempos del Poder Popular, la consigna fue elegir a los mejores. Pero elegir buenos entre buenos, siempre será un ejercicio difícil e incompleto».

En ese sentido, destacó la presencia como invitados, en esta sesión de la Asamblea, de «una representación de personas de extraordinarios valores, como ustedes, pero que no estuvieron en las candidaturas por una razón obvia: hay muchos más buenos cubanos que escaños en el Parlamento».

En medio de prolongados aplausos de gratitud de los asistentes, Díaz-Canel reconoció a rescatistas que participaron en los trágicos sucesos del hotel Saratoga y la base de Supertanqueros; a creadores de vacunas y medicamentos que nos salvaron de la COVID; a innovadores e investigadores que han participado en la creación de ventiladores pulmonares, prótesis de cadera y piezas para plantas eléctricas; así como a estudiantes y profesores que pasaron sus vacaciones trabajando en Zona Roja y en la reconstrucción de escuelas y casas arrasadas por el huracán Ian.

Junto a ellos, también estuvo Alexis Leyva, Kcho, quien con su mítica Brigada Marta Machado, levantó una escuela nueva y varias casas en el lugar más devastado, por donde entró el ciclón en Pinar del Río, y continúa trabajando en esa comunidad en varios proyectos. En el plenario se encontraban, además, juristas que nos acercaron a la comprensión del Código de las Familias; líderes de proyectos comunitarios; delegados de base, «entre otros muchos más que no caben en este recinto».

«En esta Asamblea está el pueblo de Cuba», afirmó el Presidente de la República.

Al recordar los tristes, difíciles y heroicos días de enfrentamiento a la COVID-19, Díaz-Canel significó que no existe «algoritmo capaz de reflejar todo lo que vivimos. Eso solo puede ser sentido».

«Si repasamos la dinámica de los últimos cinco años, comprobaremos que, bajo las peores circunstancias y las más criminales presiones, nos convertimos en uno de los pocos países que se salvó a sí mismo de la pandemia, con sus propios esfuerzos», resaltó.

Cuando me preguntan de dónde saco el optimismo para enfrentar tantos problemas, comentó el mandatario, «yo pienso en esas proezas. En eso, y en cientos de soluciones y propuestas de soluciones que encuentro cada vez que veo personas que invierten inteligencia y energías en el afán de encontrar soluciones a los problemas de su entorno, en lugar de llenarse de lamentos y acusaciones».

Luego de recordar el intenso ejercicio legislativo desarrollado en el último quinquenio, Díaz-Canel se refirió a cuánto se ha rejuvenecido el Parlamento, «cuando una de las mayores preocupaciones de los últimos meses y años es el envejecimiento poblacional y la alta emigración que involucra a los segmentos más jóvenes de cualquier sociedad».

A los jóvenes expresó el agradecimiento «por la inspiración y el estímulo»; por la consagración y el ejemplo decisivos «para hacer posible todo lo que hemos logrado».

A nuestros jóvenes, dijo, tenemos que probarles «que sí les será posible realizarse en su Patria. Que propongan ideas, proyectos y prueben en la práctica su eficacia, en función de un país mejor».

Y porque en esta Revolución, todos lo que quieran construir siempre serán bien recibidos, el Presidente de la República habló de «defender una relación con los emigrados cubanos, que les deje claro que admiramos sus triunfos y que su Patria los respeta, los mira orgullosa y los espera de regreso, aspirando simplemente a que respeten y defiendan el suelo que los vio nacer y los formó con amor, libres de sentimientos de venganza y odio».

«Los que aquí estamos resistiendo y construyendo, contamos con esos cubanos que no se avergüenzan de sus orígenes, para ayudar a sostener la nación», aseguró el Jefe del Estado.

En sus palabras, llenas de simbolismo y compromiso, Díaz-Canel hizo referencia a tantos imposibles que han marcado nuestra historia: «Es una tradición superar retos; mientras más y mayores sean, más ímpetu y ansiedad por superarlos. Tenemos que saber que podemos y que debemos lograrlo».

A Cuba y a su pueblo, expresó el reconocimiento «por su valor, por su dignidad, por su fidelidad como principal protagonista de otro abril de victorias».

«Querido pueblo al que me enorgullece pertenecer, recibe el respeto, la admiración y el inmenso cariño de quien se siente deudor siempre. Hoy ratifico que te serviré con pasión y compromiso, sin desgano, hasta las últimas consecuencias», reafirmó el Presidente de Cuba.

Como cierre de las intensas emociones de la jornada, el mandatario compartió con los diputados de la nueva Asamblea constituida, su certeza de que «la unidad y la victoria son la esperanza; la unidad y la victoria, son el presente y el futuro de la Patria y el Socialismo».

Tomado de Presidencia

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