El Parque Científico-Tecnológico (PCT) de Villa Clara transita, en estos momentos, por una etapa de aprobación y debe enfrentar un proceso muy ágil, al valorarse su gestión y ofrecer respuestas futuras a las demandas que necesita la provincia y el país, según expresó Armando Rodríguez Batista, viceministro del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), durante un intercambio en la provincia.
“o será un PCT particular para determinados organismos e instituciones, porque su objetivo es tributar al desarrollo industrial”, afirmó.
Por sus características se inscribe como el primero en Cuba con vocación industrial, a partir de poseer empresas únicas de su tipo como Planta Mecánica, la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (Inpud) Primero de Mayo, la de Automatización Integral (Cedai), la Empresa de Recuperación de Materias Primas, la Empresa Textil Sarex, UEB Maquimotor, Ciclos Minerva, la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV) y la Unidad Gráfica de Villa Clara.
A ello se suman las producciones mecánicas, las potencialidades en la automatización de procesos y tecnologías, el capital humano innovador y la posición geográfica favorable, con posibilidades para realizar alianzas estratégicas intersectoriales.
Una de las fortalezas se concentra en que figura como sociedad mercantil con capital netamente cubano, y cuenta con la capacidad de la UCLV y de otros centros para poner sobre la mesa investigaciones y proyectos.
Para el vicetitular del Citma existe otro elemento novedoso a partir de la Empresa Interfaz de Ciencia y Tecnología (Sicte S. A.), que ha realizado un estudio de factibilidad preciso con aquellos actores que deben integrar el PCT y da idea de que no es sólo para incubar empresas y servicios, sino que tiene posibilidades de aportarle económicamente al país.
Si bien en su primera concepción se evalúa que sean empresas estatales las que ofrezcan los primeros pasos en los proyectos, debe quedar claro que actores económicos como las mipymes también se insertan para crear alianzas entre entidades públicas y privadas, con el propósito de impulsar el modelo de desarrollo.
El Dr. Armando Rodríguez destacó el apoyo partidista y gubernamental, al tiempo que resaltó el papel del Ministerio de Industrias y, en particular, de la Empresa Comercializadora de Servicios Técnicos y Tecnológicos (Tecnosime), junto a otras entidades.
A la pregunta de qué le faltaría a Villa Clara para decir que ya cuenta con su Parque Científico-Tecnológico, Rodríguez Batista subrayó el hecho de que una figura novedosa siempre encuentra barreras con normas que pueden o no existir, con incomprensiones producto de la propia coyuntura económica, por lo que impera designar a los principales cuadros y actores e incluirlo en la planificación de 2024 para iniciar sus funciones como sociedad mercantil.
Y mencionó como concepto fundamental la confianza, «porque un actor económico tiene que sentir que la plataforma le aporta algo nuevo, un incentivo, pero también asociado a la utilidad de lo que se hace».
Una de las intervenciones medulares fue la del Dr. Ángel Rubio González, de la UCLV, quien sustentó que se trabaja desde hace tiempo y existen 22 ideas —proyectos ya identificados con potencialidades para resultar innovaciones y ofrecer nuevos productos y servicios a la provincia.
Los asistentes mostraron consenso en cuanto a que el PCT no constituye algo exclusivo para el sector estatal, y que debe funcionar a través de alicientes, no de empujones administrativos.
A criterio del Dr. Raciel Lima Orozco, de la UCLV, «hay que definir al accionista principal; esto es algo que no se puede dilatar».
En la jornada de trabajo participaron también Osnay Miguel Colina Rodríguez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en el territorio; Serguey Martín Guerra, integrante del Buró Provincial del Partido, y Julio Santarén Suárez, director de programas estratégicos del Citma.
Sin duda, el PCT necesita espacio físico y también recursos humanos, apunta a convertirse en uno de los mejores de Cuba, apoyado por la UCLV, perteneciente a Villa Clara.
En medio de este panorama no puede minimizarse el avance de los tiempos modernos, lo que contrasta con la obsolescencia de algunas entidades, que no poseen las condiciones tecnológicas para enfrentar este gran desafío, por lo que deben encontrar en el conocimiento las nuevas maneras de hacer y apostar por la automatización.
Tampoco pueden desestimarse el insuficiente avance tecnológico y de innovación, el creciente deterioro de la infraestructura física, la limitada industrialización de los procesos, y los elevados costos de productos y servicios con alta dependencia de las importaciones.
Hasta el momento existen en Cuba dos PCT, uno en la capital cubana y otro en Matanzas, por lo que el de Villa Clara, una vez aprobado, sería el tercero del país.
Tomado de Vanguardia
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