Cuba forma parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, y a nivel nacional la Resolución 160 de 2011, del Citma, regula el control y la protección de especies de significación para la diversidad biológica en el país.
De acuerdo con la actualización de la Lista Roja de la Flora de Cuba, en septiembre de 2021 se reportaban 22 especies extintas, 4 extintas regionalmente, 772 en peligro crítico de extinción, 512 en peligro, 396 vulnerables y 518 amenazadas.
Bajo el liderazgo del Instituto de Ecología y Sistemática (IES), del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), y con el aporte de más de 70 especialistas de una treintena de instituciones nacionales y extranjeras, la actualización de la Lista Roja de la Flora de Cuba no se detuvo, a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia de la COVID-19.
Calificada de obra científica fundamental para comprender mejor las principales amenazas que atentan contra la supervivencia de las especies, y establecer acciones priorizadas de conservación, recuperación y manejo sostenible de la riqueza vegetal de un país, la referida documentación es un mecanismo mundialmente instituido.
En el caso específico de Cuba, la doctora en Ciencias Lisbet González, investigadora del IES, precisó que desde la aparición en nuestro país de la referida enfermedad en marzo de 2020, pudo evaluarse el estado de conservación de 1 800 especies de la flora cubana, de las cuales a 697 se les hizo por primera vez.
Así, resaltó, la cifra total de plantas categorizadas supera las 4 800 especies, cantidad que representa el 80,5 % de la flora cubana conocida.
La también académica y vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Botánica subrayó que, al llegar a esa cifra, la Isla supera su compromiso internacional de evaluar el 80 % de la flora nativa según su estado de conservación, propósito contemplado en el Programa Nacional de Biodiversidad y que responde a una de las metas del Plan Estratégico Mundial 2011-2020, conocidas como Meta de Aichi, del Convenio de Diversidad Biológica.
«De las especies analizadas, el 46 % presenta algunas de las categorías de amenaza y el 26 % se considera extinto o extinto regionalmente, una más que lo reportado en 2016, cuando fue confeccionada la anterior Lista Roja».
Entre las principales causas que ponen en riesgo la supervivencia de las plantas cubanas, la doctora mencionó la histórica actividad agrícola, la tala ilegal y la minería a cielo abierto.
Igualmente, aseveró, más de 300 especies están afectadas por la transformación de sus hábitats en áreas urbanas o turísticas, y en otras 500 obedecen a las interacciones negativas con especies exóticas invasoras, que sigue siendo la segunda amenaza más importante para las especies vegetales de la Mayor de las Antillas.
También los impactos asociados al cambio climático emergieron como un riesgo que ha ganado en importancia en los últimos años, a partir de un mayor conocimiento de este proceso de calentamiento global, puntualizó la especialista.
Para que una especie pueda estar incluida formalmente en la Lista Roja, debe haberse categorizado como En peligro crítico, en peligro o vulnerable. La propuesta requiere ser enviada al Grupo de Especialistas en Plantas Cubanas (GEPC), perteneciente a la Comisión para la Supervivencia de las Especies de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza, cuyo nodo nacional es el Jardín Botánico Nacional (JBN), de la Universidad de La Habana.
El doctor Luis Roberto González Torres, presidente del GEPC, expresó que junto con la evaluación brindada por la Lista Roja, para la preservación de una especie se debe tener en cuenta, además, otros factores, como la probabilidad de éxito de las acciones de conservación recomendadas, la disponibilidad de financiamiento y la existencia de un marco legal que ampare dicho objetivo.
Según expresó la doctora Maritza García García, presidenta de la Agencia de Medio Ambiente (AMA) del Citma, la actualización de la Lista Roja es reflejo del potencial científico creado en el país y de la creciente preocupación de los cubanos, sus instituciones y su Gobierno por la conservación de los recursos naturales, en particular su valiosa flora, parte inseparable de nuestro patrimonio.
¿Qué hace el país para proteger su flora?
Consultado sobre el tema, el máster en Ciencias Alejandro Palmarola Bejerano, investigador del JBN y presidente de la Sociedad Cubana de Botánica, indicó que en la actualidad se aprecia un incremento notable en la ejecución de acciones de conservación de especies y ecosistemas.
Mencionó, de modo particular, los numerosos proyectos emprendidos destinados a la salvaguarda de los árboles cubanos, que representan el 12 % de toda nuestra flora.
Sin embargo, subrayó Palmarola Bejerano, los trabajos para incrementar las poblaciones de árboles rinden sus frutos a muy largo plazo, y requieren de altas dosis de paciencia y perseverancia (pasarán más de diez años antes de que se puedan contabilizar los individuos adultos), de ahí la importancia de fortalecer el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, el cual propicia conservar poblaciones naturales estables, sin requerir intervención del hombre para su sostenibilidad.
El Presidente de la Sociedad Cubana de Botánica recalcó que el archipiélago cubano cuenta una singular flora, con un estimado de 6 500 especies, que lo ubica como uno de los territorios insulares que presenta mayor número de especies de plantas por kilómetro cuadrado.
Asimismo, aseveró el experto, alrededor del 53 % de ellas es exclusivo de nuestro país, dato que nos ubica entre las siete islas con más elevado porcentaje de endemismo en el planeta.
En su intercambio con Granma, el investigador del JBN alertó que muchas especies nativas sufren todavía las presiones de la colecta y el comercio ilegal, cuestión que se refleja en el aumento de hechos punibles reportados con los cactus, las orquídeas y las especies maderables.
Por ejemplo, de las 33 especies de cactus cubanos, 15 están en permanente amenaza por la alta demanda en el tráfico fuera de nuestras fronteras, acotó.
«Lo mismo sucede con las orquídeas, fundamentalmente las del género Encyclia. Es inconcebible que existan tiendas online internacionales, donde se comercializan sin escrúpulos orquídeas cubanas».
Cuba forma parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, y a nivel nacional la Resolución 160 de 2011, del Citma, regula el control y la protección de especies de significación para la diversidad biológica en el país.
Tomado de Granma
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