El 29 de noviembre sesionó el Seminario de cierre del proyecto “Asesoramiento para la promoción de las MIPYMES en Cuba”, desarrollado por la Fundación Universitaria de Innovación y Desarrollo de la Universidad de La Habana, en colaboración con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la compañía Oriental Consultants Global.
Con la presencia de Ashida Tatsuya, representante de la oficina de JICA en La Habana; la Yuka Kato y Yoshinori Susuki, consultores de Oriental Consultants Global; Mercedes López, presidenta del Instituto Nacional de Actores Económicos No Estatales; la DraC. Vilma Hidalgo, directora general de la Fundación UH; el encuentro reunió a funcionarios públicos, emprendedores y académicos.
En un contexto de transformación económica y con más de 11 mil MIPYMES constituidas en el país, el proyecto se enfocó en entender las necesidades del ecosistema emprendedor cubano, con diagnósticos en sectores clave como agricultura sostenible, energía renovable y transformación digital, identificando a su vez brechas y oportunidades, para fortalecer la competitividad y sostenibilidad de las empresas.
La intención de este proyecto ha sido contribuir modestamente al desarrollo de las MIPYMES en Cuba, para lograr en el futuro inmediato el impacto esperado en términos de productividad y competitividad, así como en el desarrollo sostenible de nuestro país. Para ello diseñamos una estrategia desde una perspectiva holística, es decir, focalizando en el concepto de ecosistema de emprendimiento y no reduciendo el alcance únicamente al sector empresarial.
Durante su implementación se realizó una amplia convocatoria, logrando una importante participación y representación de instituciones del sector público, de universidades y centros, así como de las MIPYMES.
En total participaron 13 entidades públicas, cuatro universidades, tres centros de investigación, dos escuelas ramales, 35 MIPYMES de forma directa y 747 indirectamente.
Se desarrolló además, un sistema integral de capacitación que benefició a 130 personas, entre emprendedores, funcionarios públicos y académicos, promoviendo una cultura de innovación con el aprendizaje de experiencias de países como Japón, Singapur y Vietnam. Además, se fortaleció la red de colaboración entre universidades, ministerios y empresas, creando sinergias y espacios para el intercambio de conocimientos y buenas prácticas.
Este esfuerzo conjunto no solo ha creado bases sólidas para el desarrollo del ecosistema emprendedor cubano, sino que también ha generado herramientas y lecciones valiosas que fueron compartidas para perfeccionar estrategias futuras.
Tomado de Fundación Universitaria
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