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Inteligencia artificial en Cuba: Y no es ciencia ficción 

El Proyecto de Creación del Instituto Internacional de Investigaciones en Inteligencia Artificial en la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei lo dirige a nivel de país la Universidad de Camagüey.

Hace algunos meses leía con asombro -y por casualidad- la historia del científico Blake Lemoine, especialista en inteligencia artificial, quien aseguraba que el sistema que la corporación Google tiene para construir chatbots había “cobrado vida y había tenido con él charlas propias de una persona. Imagine: una máquina que cobra vida, piensa, siente y mantiene una conversación como una persona.

No habituada a este tipo de lecturas, confieso que la historia de Lemoine me pareció de risa, y muy lejana a la realidad de este pequeño archipiélago del Caribe, por demás bloqueado, asediado y limitado en temas de acceso a determinadas tecnologías.

Sin embargo, grata fue mi sorpresa al descubrir que en un rincón de este país -definitivamente de hombres y mujeres de ciencia-, un grupo de investigadores y estudiantes avanzaban en un proyecto sobre inteligencia artificial con una prestigiosa universidad en China, el cual pudiera aportar importantes beneficios sociales en un futuro próximo.

El Proyecto de Creación del Instituto Internacional de Investigaciones en Inteligencia Artificial en la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei lo dirige a nivel de país la Universidad de Camagüey, aunque participan en él otros centros de altos estudios como la Universidad Central de Las Villas, la UCI, la CUJAE, entre otros. Surgió en el año 2019, fruto de la colaboración bilateral entre Cuba y China.

En 2019, Sun Jianzhong, presidente y rector de la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei, China, afirmó: “Las universidades cubanas prestan mucha atención al desarrollo de la inteligencia artificial, cuentan con especialistas muy bien formados en esa materia y con resultados científicos de alto impacto”.

“Tengo mucha confianza en la fundación y posteriores resultados de este proyecto de cooperación, por los excelentes especialistas en inteligencia artificial y áreas relacionadas con los que Cuba cuenta, a quienes hemos invitado a liderar el trabajo, y porque estamos seguros de que los otros que se sumen también reforzarán las relaciones entre Cuba y China”, dijo Sun Jianzhong.

El instituto, con asiento en el nuevo campus de la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei y liderado por profesores cubanos, posee varios laboratorios de investigación sobre inteligencia artificial y un centro de datos.

Al respecto, la Dr. C. Yailé Caballero Mota, directora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Camagüey y responsable del proyecto con ese centro docente del gigante asiático, explicó a Cubadebate que el instituto posee en la actualidad con laboratorios de investigación sobre inteligencia artificial, big data, internet de las cosas, blockchain (cadena de bloque), computación en la nube y desarrollo de software.

“El proyecto está enfocado hacia la investigación y el desarrollo de aplicaciones en las áreas de biotecnología y biomedicina, medioambiente, calidad de vida del adulto mayor, ciudades inteligentes, agricultura de precisión, fabricación inteligente (industria 4.0).

“Se concibió para la investigación, el desarrollo, la innovación, la formación doctoral, de maestría y pregrado; con una fuerte vinculación con las empresas chinas y la aplicación de los resultados en Cuba.

“Cuenta con un centro de datos para computación de alto desempeño y big data, con el objetivo de brindar servicios a las investigaciones del instituto y a las empresas”, detalló la experta.

De acuerdo con Caballero Mota, la sede del instituto en Hebei debe ser inaugurada en los próximos meses con la participación de académicos, directivos y funcionarios cubanos.

Si bien una larga distancia geográfica y cultural separa a China de Cuba, la voluntad común de hacer prosperar el proyecto ha derrumbado todas las barreras, primando el intercambio de experiencias, el entendimiento bilateral y la colaboración.

La etapa de la covid-19 fue una dura prueba, pero el proyecto continuó progresando y hoy se prevé que el instituto tenga entre sus funciones asimilar y desarrollar los métodos de solución de problemas de la inteligencia artificial, e introducir en la práctica social los aspectos más novedosos de esta área para el desarrollo socioeconómico.

En cuanto a su estructura y funcionamiento, el Instituto Internacional de Investigaciones en Inteligencia Artificial está conformado por la Dirección Académica, encargada de coordinar los cursos de formación en técnicas de inteligencia artificial, la especialización en esas técnicas y el programa de Doctorado en Ciencias de la Computación.

La Dirección Productiva tiene el propósito de convertir la ciencia en productos y en servicios comerciales, mientras que el Departamento de servicios TIC es responsable de garantizar la infraestructura informática.

El instituto alberga también un Departamento de Gestión Económica Administrativa y una Dirección Científica a cargo de los distintos laboratorios de investigación.

El proyecto con la Universidad de Hebei se inscribe en la Estrategia Nacional de Desarrollo de la Inteligencia Artificial de Cuba, la cual a su vez responde al programa sectorial de la industria cubana del software y al proceso de informatización de la sociedad, dirigido por el Ministerio de Comunicaciones.

“Cuba busca lograr la necesaria e importante transformación digital, pero para ello es imprescindible la inteligencia artificial”, afirmó Caballero Mota, quien es además coordinadora de la Estrategia y representante de Cuba ante la Academia Mundial de Ciencias (TWAS, por sus siglas en inglés).

“La Estrategia, aún en fase de desarrollo, permitirá aplicar esta ciencia en áreas claves para el progreso económico y social en el país”, dijo.

Académicos con demostradas competencias profesionales en el ramo, habilidades para el trabajo en equipo, capacidad de liderazgo y alto compromiso con el desarrollo socioeconómico, integran comisiones encargadas de definir las normas éticas, establecer relaciones internacionales e identificar las áreas, sectores y macroprogramas donde pudiera introducirse la inteligencia artificial en Cuba.

El grupo de expertos también traza las políticas asociadas a la captación, formación y superación de los recursos humanos, contempla propuestas para incorporar la disciplina en los diferentes niveles de enseñanza; y determina los ejes temáticos prioritarios para una labor comunicativa que permita fomentar la cultura sobre este asunto en la sociedad.

Caballero Mota se refirió a la inteligencia artificial como “imprescindible para avanzar en la informatización de la sociedad cubana, una de las prioridades del Gobierno, y consideró que “su empleo generalizado ocurrirá de manera vertiginosa, a un ritmo que las personas no imaginan”.

El proyecto está enfocado en la investigación y el desarrollo de aplicaciones en las áreas de biotecnología y biomedicina, medioambiente, calidad de vida del adulto mayor, ciudades inteligentes, agricultura de precisión, fabricación inteligente (industria 4.0). Foto: Alexei Nápoles/Universidad de Camagüey

El instituto cuenta en la actualidad con laboratorios de investigación sobre inteligencia artificial, big data, internet de las cosas, blockchain (cadena de bloque), computación en la nube y desarrollo de software. Foto: Alexei Nápoles/Universidad de Camagüey

La inteligencia artificial es clave para el desarrollo actual de muchas empresas y se usa para optimizar y mejorar el trabajo en la industria 4.0 y más allá de ella.

Principales ventajas del uso de esta tecnología:

Automatización de procesos: la inteligencia artificial permite la automatización de procesos, de forma que los robots pueden llevar a cabo tareas repetitivas que optimicen los procesos sin necesidad de que exista una intervención humana.

Menos intervención humana: la liberación de intervención humana de los procesos repetitivos potencia una mayor creatividad en los trabajadores.

Resultados más precisos: las máquinas son mucho más precisas que los seres humanos.

Los errores humanos se reducen al mínimo: las máquinas son capaces de detectar ciertos fallos que no se pueden ver a simple vista.

Análisis de datos más rápido y efectivo: la inteligencia artificial puede analizar de una forma más rápida y efectiva los datos que va recogiendo.

Mejora en el mantenimiento industrial: gracias al conocimiento adquirido, esta tecnología permite al trabajador predecir cómo y cuándo se debe llevar a cabo el mantenimiento industrial.

Mejor toma de decisiones: la inteligencia artificial permite que la toma de decisiones sea mucho más rápida y eficiente, ya que cuenta con más información, mucho mejor organizada.

Mayor control en los procesos: la inteligencia artificial es capaz de controlar y ser mucho más eficiente en los procesos productivos y las líneas de producción.

Mayor productividad: gracias a la automatización y a la toma rápida de decisiones, la inteligencia artificial favorece el aumento de la productividad.

Realización de tareas complejas: se pueden ejecutar tareas muy complejas que el ser humano no es capaz de realizar.

El académico Julio Madera Quintana, vicerrector de la Universidad de Camagüey, comentó a Cubadebate que el centro de altos estudios de la provincia agramontina desarrolla actualmente varios proyectos de inteligencia artificial con impacto social.

Detalló que “trabajan la línea de la inteligencia computacional para la optimización en entornos reales de las investigaciones en inteligencia artificial”. “La inteligencia computacional es un área del conocimiento que incluye tres ramas de la inteligencia artificial, como las redes neuronales, la optimización evolutiva y los sistemas difusos”.

Afirmó que muchos de estos proyectos se llevan a la práctica en empresas e industrias de la provincia. “Un ejemplo fue el enrutamiento de vehículos con flota heterogénea y ventajas de tiempo realizado durante la etapa de la pandemia con la empresa ENSUME, orientado a reducir gastos de combustibles, recursos y tiempo, y lograr hacer una distribución mucho más efectiva de medicamentos y otros productos”, dijo.

También se realizó un proyecto similar con la Empresa de Transporte Urbano de la Ciudad de Camagüey, para “ordenar el transporte local, optimizando el número de vehículos por ruta y contribuyendo así al ahorro de combustibles”.

Actualmente “se trabaja con intensidad en el manejo de recursos de energía, su uso eficiente y el empleo de fuentes renovables”. En este caso, explicó, se basan en las redes inteligentes de energía, mediante predicciones.

Madera Quintana comentó que se desarrolla un sopletero inteligente de calderos de vapor, de conjunto con el Ministerio de Energía y Minas. “Para el trabajo que realizan las termoeléctricas en Cuba con el crudo nacional, lo cual es muy importante, porque permite en primer lugar caracterizar la caldera y tomar decisiones sobre su mantenimiento”.

Otros proyectos en los que están inmersos en Camagüey son “el procesamiento del lenguaje natural, de conjunto con la Universidad de Ciencias Informáticas, con aplicación en el sector del turismo” y “un sistema para el cultivo de camarón en Cuba, como parte de un programa territorial en Santa Cruz del Sur, con perspectivas de exportación hacia otros países de la región”.

El LaMDA, (Language Model for Dialogue Applications, modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo en español) es un sistema de Google que imita el habla tras haber procesado miles de millones de palabras en internet.

Lemoine aseguraba que LaMDA “ha sido increíblemente consistente en sus comunicaciones sobre lo que quiere y cuáles cree que son sus derechos como persona”. El ingeniero, que estudió ciencias cognitivas e informática, decidió hablar con sus superiores en Google acerca de la supuesta toma de conciencia de LaMDA, pero desestimaron sus reclamaciones. Incluso decidieron apartarlo de la empresa.

La inteligencia artificial también cuenta con sus problemas y sus detractores. Para muchos es aún complicado entender cómo funcionan los tipos de inteligencia artificial con los que nos podemos encontrar y ven con mucho miedo su implantación, sintiendo que podría ser una amenaza para su puesto de trabajo.

Riesgos y barreras asociados a la falta de desarrollo:

Falta de datos: no existen aún suficientes datos para que la inteligencia artificial funcione de la forma más efectiva posible.

Falta de profesionales: a pesar de que cada vez hay más personas formadas en inteligencia artificial, aún faltan perfiles que se ajusten a las necesidades del mercado y es por ello que se requiere de más personas con estudios en este campo.

Elevados costos: hoy en día todavía es costoso, en tiempo, dinero y en recursos, implementar un plan de inteligencia artificial.

Falta de creatividad: la falta de creatividad puede resultar contraproducente en algunos momentos, ya que las máquinas no son capaces de encontrar una solución alternativa ante un determinado problema.

Tomado de Granma

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