El Ministerio de Agricultura de Cuba, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), está impulsando las capacidades científico-técnicas del país en la conservación de recursos fitogenéticos y protección de suelos mediante el proyecto “Conservación de la Biodiversidad y Manejo Agrícola Sostenible” (COBIMAS), financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
Con equipamientos, insumos y reactivos, la iniciativa fortalece los laboratorios de cultivos de tejidos y semillas del Instituto de Investigaciones en Agricultura Tropical Alejandro de Humboldt, así como los laboratorios de suelos de las delegaciones provinciales de la agricultura en las áreas de implementación del proyecto. Este avance representa un paso significativo hacia la mejora de la capacidad de investigación y desarrollo en el sector agrícola cubano.
Entre las herramientas que se están incorporando se encuentran dispositivos que miden la salinidad, acidez y conductividad de los suelos, lo que brindará un impulso significativo al proceso de certificación de hectáreas bajo prácticas de conservación, liderado por las delegaciones de la agricultura.
La adquisición de estos equipos e insumos de laboratorio permitirá promover investigaciones orientadas a la preservación de los recursos fitogenéticos y la protección de los suelos, facilitando el desarrollo de estrategias efectivas para su manejo y conservación.
Estos avances no solo permitirán una evaluación más precisa de las condiciones del suelo, sino que también contribuirán a la formulación de políticas y prácticas agrícolas más sostenibles para lograr una mejor producción y un mejor medio ambiente en correspondencia con el marco estratégico de la FAO 2022-2031.
Este esfuerzo resalta el compromiso del proyecto COBIMAS para abordar problemáticas ambientales relacionadas con el suelo y promueve un camino hacia la agricultura sostenible y la conservación de la biodiversidad en Cuba.
Sobre el proyecto:
Desde su implementación en 2019, COBIMAS promueve la conservación y el uso sostenible de la agrobiodiversidad en 4 municipios cubanos, con el propósito de preservar, adaptar y rescatar recursos genéticos fundamentales para la alimentación y la agricultura en el contexto de un clima en constante cambio.
Los resultados hasta hoy incluyen el aumento de las poblaciones de 12 variedades locales de plantas, tales como arroz, boniato, maíz, anonáceas y melón, y animales como cerdo criollo, cabra, conejo pardo y gallina cubalaya, todos ellos altamente resistentes al cambio climático.
Con información de FAO
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