El aporte de los jóvenes a la soberanía alimentaria, las políticas trazadas en beneficio de la juventud (en particular la rural), la paridad de géneros y la superación, fueron algunos de los temas que suscitaron debates entre los participantes al Taller “Juventud y Agroecología por la Soberanía alimentaria y nutricional”.
Celebrado el 12 de octubre, como parte de las actividades de la I Feria Internacional en línea Agrobiodiversidad y Alimentación, el taller permitió intercambiar experiencias sobre el trabajo de las organizaciones y entidades con las juventudes del ámbito agrario, socializar resultados obtenidos en la producción agroecológica y fortalecer la integración.
Jérôme Fauré, especialista de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Cuba, manifestó que el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional (SAN), aprobado en 2020 por el Consejo de Ministros “permite tener un enfoque sistémico en la consolidación de los sistemas alimentarios locales.
“Es algo progresivo y deben verse todos los elementos, desde la producción de insumos hasta el destino final que es la familia, el consumidor. Se trata de transformación y comercialización de alimentos, distribución…”.
De igual forma, el especialista resaltó la importancia del acceso a la tierra y como en la Isla se crean políticas para llevarlo a cabo. Sin embargo, acotó que es fundamental “saber cuáles son los resultados de estas acciones y cómo pueden mejorarse”.
El encuentro posibilitó, además, socializar la visión que desde la ciencia se tiene sobre los jóvenes rurales. Según Yansa Terry y María Ofelia Bombino, del Centro de Estudios sobre la Juventud (CESJ), “en un contexto de reto histórico, económico y de reinvención del sector agrícola, el discurso sobre juventud rural es fundamental para la construcción de un modelo revolucionario de desarrollo sostenible.
“Aun cuando la realidad demanda la atención de investigadores sociales, académicos y decisores en aras de visualizarlos como grupo social, la literatura todavía no llega a una definición conceptual por la propia complejidad que alberga la definición de rural, y las características socioeconómicas y culturales disímiles en cada territorio.
“Los jóvenes rurales presentan particularidades diferenciadas respecto a sus coetáneos urbanos, de ahí la urgencia de diseñar e implementar políticas que atiendan las necesidades específicas de esta población.
“Más allá de los problemas relativos a la obsolescencia tecnológica o la falta de incentivos económicos, los estudios más recientes reconocen en la desvalorización de la cultura campesina y en las manifestaciones de desigualdad social, factores determinantes de la falta de reconocimiento, de interés, de vocación, así como los problemas para la inserción e integración juvenil al trabajo agrícola.
Durante el taller también fue presentada una propuesta de política para la agroecología en Cuba, por parte del Dr. Giraldo Martín, de la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey,
En ese sentido, el experto apuntó que “esta tiene como meta llegar a dos millones de hectáreas de tierras en el país y producir más de diez millones de toneladas de alimentos, para triplicar la disponibilidad que hoy se plantea debe recibir cada ciudadano con las 30 libras per cápita mensuales de viandas, hortalizas y granos.
“Asimismo tiene un grupo de indicadores que permiten evaluar periódicamente su cumplimiento. Es importante la participación del Movimiento de Jóvenes Agroecólogos para poder hacerla realidad, en la medida en que sea aprobada con su decreto ley y reglamento, lo cual debe lograrse antes de que termine el año”.
Tomado de Juventud Técnica
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