Según reconociera el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Cuba puede sentirse orgullosa por sus indicadores de atenciones a la niñez, muy superiores a los de países de su entorno y similares a los de naciones más desarrolladas.
Todo esto, a pesar de una crisis global que toca áreas tan sensibles como la alimentaria, climática y energética, y del bloqueo económico, comercial y financiero al que Estados Unidos ha sometido al país durante décadas.
Hoy, se hace rotundamente visible el derecho que tienen los niños cubanos al descanso, al juego y las actividades recreativas propias de su edad, y a participar libremente de la vida cultural y las artes.
Se constata, otra vez, su acceso a una educación gratuita y de calidad; a escuelas seguras. A la par, el Estado garantiza a los niños el derecho a la salud.
En Cuba ningún niño muere por enfermedades que pueden prevenirse y todos tienen acceso a instituciones de salud, gratuitas. Pero mucho antes de que nazcan, ya el Estado prioriza acciones que influirán en su desarrollo y bienestar plenos.
Presta servicios en materia de planificación familiar; asegura la atención prenatal y postnatal apropiada a las madres; se esfuerza por reducir la mortalidad infantil y en la niñez, asegurando la asistencia médica y atención sanitaria que sean precisas a todos los niños, con hincapié en el nivel primario de salud.
Fueron los niños para el Comandante el principio fundamental en la continuidad de la Revolución. Muchas Felicidades a todos los niños y niñas de Cuba
Grupo de Comunicación
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