Esta bitácora tiene el propósito exclusivo de ofrecer información sobre el uso de recursos financieros de agencias gubernamentales, especialmente -aunque no solo- estadounidenses, para promover el cambio de régimen político en Cuba. Las contribuciones serán estrictamente voluntarias con la única regla de abordar directamente y con datos obtenidos de fuentes seguras -preferiblemente públicas- el tema central del blog.
La guerra secreta de Estados Unidos contra Cuba tuvo forma de plan general en la mañana del 16 de marzo de 1960 cuando el presidente Dwight D Eisenhower firmó el “Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro” que le presentó el director de la CIA Allen Dulles,
El programa, solo desclasificado 20 años después, implicó la realización de acciones militares, de espionaje, terrorismo, bloqueo económico, propaganda e información y de aislamiento diplomático para restablecer en solo meses el dominio imperialista en la más grande de las Antillas.
Una particularidad fundamental del plan fue la de (…) crear una oposición cubana responsable , atractiva y unificada al régimen de Castro, que se declare públicamente como tal, por lo que debe estar necesariamente ubicada fuera de Cuba”(…).
Como apoyo a la invasión de Playa Girón, momento culminante del programa, se puso en servicio de una planta de radio en una isla del Caribe que emitía desinformación elaboradas por la CIA y que anunció el “avance incontenible de los invasores hacia La Habana” junto a miles de milicianos que se les habían sumado, cuando en realidad los miembros de la brigada mercenaria se habían rendido en masa.
Siguiendo esa tradición la comunidad de inteligencia de EEUU implicó a sus agentes y especialistas con cierto perfil cultural, esencialmente en medidas de propaganda y guerra psicológicas, como soporte directo a las operaciones militares y de inteligencia divulgando mentiras para influir en el estado de ánimo y convicciones patrióticas del pueblo.
Al consolidarse el proceso cubano a finales dela década de 1960 y evidenciarse para los planificadores de la CIA y el Pentágono que la “” solución cubana,” no era viable a corto plazo como esperaban y entonces concibieron acciones de subversión de más largo aliento contra el medio intelectual basadas en las matrices de la falta de libertades democráticas y de creación intelectual en la Isla.
Esas invenciones eran promovidas esencialmente desde el exterior y replicadas por los grupúsculos internos organizados en los inicios de la década de 1980 por la entonces Oficina de Intereses de EEUU entre ex reclusos contrarrevolucionarios sin ninguna incidencia real entre los creadores.
La desaparición de la URSS y del Campo Socialista entre 1989 y 1991, principales aliados y socios comerciales de la Isla, estimuló a los EEUU a intensificar el bloqueo y además elevó a la categoría de ley las acciones subversivas como lo reflejaron las legislaciones Torricely y Helms Burton que exponían claramente en su espíritu y letra, la intención de derrocar el régimen cubano
Además, hacían responsable de dirigir esas actividades y para sufragarlas a instituciones oficiales y desde entonces las administraciones estadounidenses siguientes se deshicieron de la hipócrita hoja de parra que encubría su responsabilidad en esas agresiones al país.
Por ello el Dpto. de Estado, la USAID y otras instancias oficiales junto a las organizaciones anexionistas, no ocultan y publican su financiamiento y planes para apoyar a la llamada oposición cubana y sus intentos de establecer un movimientos intelectuales e instituciones independientes al sistema institucional, lo que es replicado en la prensa mercenaria y medios occidentales
Un ejemplo temprano de estas acciones fueron el abierto sostén económico y de todo tipo que recibieron los denominados congresos de intelectuales de la Isla y del exilio realizados en Europa en los años 1994 y 1995 bajo el auspicio del agente de la CIA Carlos Alberto Montaner quien consideró que era inminente la caída de la Revolución y era hora de que los intelectuales de la Isla aceptaran el retorno de la patria al pasado neocolonial
Para financiar estos gastos y la edición de la Revista Encuentro que divulgó ese proyecto, en la página digital de la USAID se reflejó el dinero destinado que aportó para mantener ese órgano de prensa.
En esa dirección la agencia estadounidense a finales del pasado siglo utilizó activamente a contratados para hacer llegar a la Isla los fondos y dirigir en el terreno a los grupúsculos e incentivar la organización de esos agrupamientos entre los intelectuales.
El enjuiciamiento y condena de Alan Gross uno de esos “contratistas” y la denuncia de las agresiones y la oportunidad creciente que representan las nuevas tecnologías permitió a los órganos de subversión en fecha más reciente, la introducción también de esos fondos subversivos por medio de instituciones de cobertura en el exterior dentro de las redes sociales y sobre todas en plataformas de mecenazgo como el crowdfunding.
No obstante, el acercamiento a las particularidades de las acciones enemigas al que tributan las informaciones y análisis que aparecerán en esta bitácora, no puede tomarse como un recetario o esquemático manual de auto ayuda, ni tampoco llevar al grave error de demonizar el uso de la red para la interconexión y desarrollo de los procesos creativos lo que en realidad se ha convertido en el principal escenario donde se requiere fortalecer la confrontación a las campañas del adversario contra la cultura cubana.
http://www.larutadeldinero.cult.cu/
Fuente: Cubarte
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