Carta del ministro Armando Rodríguez Batista tras fallecimiento de Maba
Queridos trabajadores y directivos del Ministerio:
Al conocer la lamentable noticia del fallecimiento de María de los Ángeles Brugal Almanza, nuestra MABA, es imposible evitar pensar en la Dra. Rosa Elena Simeón, en el Capitolio Nacional, en los orígenes mismos de nuestro Ministerio y en su sensibilidad con nuestros trabajadores más humildes, en las tareas más complejas junto a Rosa Elena y luego aportando, desde ámbitos diversos, junto a cada uno de nuestros ministros: Fernando, Elba Rosa, Chomy y Eduardo.
Querida por todos, como Jefa o como Madrina, desde Guantánamo a Pinar (porque Maba siempre fue de todos, a veces a plena luz -como joven Secretaria de la UJC con Rosa Elena y luego Directora de Planificación y Economía- y en ocasiones muy en la sombra, al tanto hasta el fin de sus días de los esfuerzos por ayudar y atender a los trabajadores ante los rigores de la economía actual).
La recordamos en su seriedad y contención, que inspiraba respeto y escondía una bondad y sensibilidad extrema, en el plan y el presupuesto de los centros, en los agotadores recorridos por las provincias, en las inversiones importantes, los análisis económicos y logísticos, en la mudanza del Capitolio, en la atención a los contadores, economistas y administrativos de la sede y de todo el país, por cuyo reconocimiento constantemente se esforzaba.
Siempre admiré su enorme y generoso corazón, donde cabíamos todos. Comprendía como pocos el organismo por dentro, sus matices, complejidades y fortalezas, sus orígenes. Y comprendía a su gente: el mejor consejo podría ser posponer una discusión, volver sobre una idea cuando estuviésemos mejor preparados, porque lo más importante fue siempre la Unidad.
Puedo asegurar que Rosa Elena le consultaba concienzudamente sus decisiones más importantes.
Maba inspiraba y respiraba paz, confianza, de ahí que muchos la llamaran, especialmente en las delegaciones territoriales, la Madrina. Y eso es bueno para todos, porque quien fue Madrina puede serlo siempre, en la hondura de nuestros corazones.
A nadie asombre que personalidades del Citma como Bety, Migue o Mariana en Citmatel, Danilo, América, Santana, Maricela, Osvaldo o Baby en la sede, Iris, María, Leonel, Gumersindo en las provincias, y otros muchos más, se duelan hoy de perder a una madre, o que más jóvenes como Marquitos o Yuraiky sientan que no estará más físicamente su abuela.
Hoy todos sentimos que el Citma y que nosotros perdemos algo, muy adentro, pero Maba seguirá a nuestro lado cada día de lucha intensa por el ministerio al que dedicó su vida y por sus compañeros y compañeras con quienes compartió los más duros golpes de la vida y las más bellas obras del quehacer cotidiano.
Maba querida, te queremos y recordaremos siempre!
Dr. Armando Rodríguez Batista
Ministro