Cuando la razón es de muchos, quien piense lo contrario debería sentarse a meditar; pero al gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) esa opción no le interesa mucho, aunque vaya en sentido contrario al resto del mundo.
Este 23 de junio, en las Naciones Unidas, 184 países votaron en contra del bloqueo impuesto por EE.UU a Cuba. Las sanciones estadounidenses no solo perjudican económicamente a la Isla sino, la vida dentro y fuera de ella. Casi doce millones de cubanos son afectados por las medidas dictadas, sin lógica alguna, porque contradictoriamente los políticos norteamericanos asumen que resultan beneficiosas para el pueblo.
Impedirle a los habitantes de un país pobre comprar productos básicos en el mercado más grande del mundo y a un precio menor que en otros, es bueno -dicen los gobernantes del norte. Al igual que limitar el intercambio político, social, cultural, deportivo, científico…, ayuda al desarrollo -creen ellos, los del norte.
Perseguir y sancionar a quienes apoyen a la nación caribeña resulta humano -arguyen los reyes de la deshumanización, digo, los políticos norteamericanos, esos que aprueban separar a los niños inmigrantes de sus padres, desestabilizar países para apoderarse de sus recursos naturales, bombardear hospitales en busca de armas químicas, violar los acuerdos medioambientales, respaldar terroristas entregándoles armas y dinero.
Sin embargo, incluyen a Cuba en la lista de los Estados patrocinadores del terrorismo y la intentan asfixiar para que cambie su sistema socialista por el juego sucio de su política -la de ellos, la del norte. ¿Quién los comprende?
No le demos más rodeo al asunto: Bush padre, Clinton, Bush hijo, Obama, Biden, todos los mandatarios norteamericanos pierden en las Naciones Unidas cada vez que Cuba presenta su resolución contra el bloqueo.
El mundo los aplasta. Pero ellos -los presidentes del norte- deciden continuar por el camino errado, bajo el pretexto de defender los derechos humanos y cuanta mentira se inventen (y hagan creer).
No es menos cierto que con esas leyes -las del bloqueo- los cubanos pasan trabajo en casi todos los aspectos, pero con Covid-19 o sin Covid-19, se las ingenian. Y en eso, nadie les gana.
Sin la tecnología más moderna, la nación caribeña ha presentado cinco candidatos vacunales para enfrentar la pandemia. Las vacunas Soberana 02 y Abdala ya son la esperanza de vida de los cubanos y de muchas personas más del planeta.
El mundo reconoce la solidaridad practicada por Cuba, por eso, la acompaña cuando la injusticia pretende socavar sus razones.
Por Departamento de Comunicación del Citma